"La crisis acaba pensando en el otro"

Luis Miguel Romero Fernández (Palencia, 1954), hasta ahora director del Secretariado Diocesano de Pastoral Universitaria, parte en próximas fechas hacia la ciudad de Kochi, en el estado indio de Karala, a la que el sacerdote ha sido destinado por la institución católica de los Misioneros Identes, a la que pertenece.

Luis Miguel Romero, licenciado en Ciencias Biológicas por la Universidad de Sevilla y en Filosofía por la Autónoma de Madrid, además de doctorado en Medicina por la de Zaragoza, ha sido director de la Maestría en Ciencias Biológicas y Biomédicas en la Universidad Mayor de San Andrés (La Paz, Bolivia) y rector de la Técnica Particular de Loja (Ecuador).

"Pero por encima de todo me considero misionero", destaca, y añade que "a los 18 años, cuando estudiaba Biología, tuve un contacto con las religiones orientaleslo que me ayudó a descubrir a Cristo como ideal de vida, no como un listado de normas morales a cumplir".

El profesor, que se considera onubense al haberse criado en Riotinto, alude al monumento a Colón en Huelva, que representa a un franciscano apoyado en una cruz y mirando mar adentro, para señalar que siendo ya sacerdote partió hacia América, donde permaneció 25 años, repartidos entre Bolivia, Chile y Ecuador, "y ahora me mandan a la India, porque la vida de un misionero es como la del Agente 007, nunca sabe donde va a estar mañana".

Luis Miguel Romero dice que Kochi se parece a Cádiz, ya que es una ciudad portuaria situada en el sur occidental y pequeña en relación con otras ciudades indias, "sólo tiene 1.500.000 habitantes". Allí dará clases en un centro de española internacional y como misionero ayudará a la formación de una naciente comunidad de la India, donde la institución lleva 15 años trabajando y que es de la primeras de Oriente, después de Filipinas y Japón.

Sobre el año que ha estado al frente de la Pastoral Universitaria apunta que, al contrario que en América, en la Universidad no se habla de religión, "pese a los que Cristo ha supuesto en la cultura, ya que inició la defensa de los derechos de la persona y su dignidad, parece que no existió".

Considera que es precisamente la Universidad la que tiene que recoger los valores del ser humano, "lo que no se hace por el que dirán, por cobardía", y se pregunta porque se ataca tanto a la Iglesia, "es verdad que ha hecho cosas negativas, como otras instituciones, pero se le ataca 100 veces más,ahora cada uno se encierra en su mundo personal y agrede al ajeno, que es su chivo expiatorio, porque no hay un referente ético"

Al respecto resalta que "lo más dramático de la cultura contemporánea es que egoísmos y pecados se visten de cultura, el hombre se cree el centro del mundo, se crre Dios, y lo demás no son nada, de ahí la decadencia de Occidente, por eso hay que reevangelizar Europa o va hacia la barbarie".

Sobre la crisis económica reconoce que "aquí hay mucha gente que la sufre, pero Europa sólo se mira a si misma, si pensáramos en el de al lado se acaba la crisis, porque la produce el egoísmo, como dijo el uruguayo Mario Benedetti, el sur también existe".

El sacerdote señala que "la gente está en un mundo de intereses económicos, sociales y de bienestar que son superfluos, se han resentido los valores de fondo, hasta la forma de mirar se ha agriado por una intoxicación ideológica".

Sobre la celebración del Bicentenario de la Constitución de 1812 dice que es una oportunidad para España, "que mirando a Europa ha olvidado a América", para recuperar a esos pueblos hermanos, donde los conceptos de ayuda al desarrollo son primitivos y que tienen que crecer en lo académico y en tecnología, evitando además la fuga de cerebros.

De Cádiz, donde será sustituido a partir de enero por el también misionero idente Luis Sánchez Francisco, destaca su apertura a América y también a África, y su una profunda religiosidad como toda Andalucía,y "sabe pasar las penas por alegría".