Las cuentas de Bruno García para recuperar las grandes inversiones en Cádiz
El alcalde recurrirá a un nuevo préstamo bancario que confía en liquidar en dos o tres años, a través de la regulación actual de los remanentes de tesorería
El Cádiz del futuro empieza a construirse con calculadora y con planes económicos que sobre el papel sostienen las inversiones que están por llegar. El gobierno del Partido Popular ha tirado de conclusiones económicas, unidas a una pizca de picardía ante la obligatoriedad de aplicar la legislación actual, para recuperar el 'feed back' con los bancos. Después de años en los que el flujo iba en una sola dirección (el Ayuntamiento pagaba a los bancos, para ir reduciendo progresivamente la deuda), se recuperará el doble sentido, con el banco ingresando un préstamo en las cuentas municipales. Un préstamo de 27 millones de euros, en concreto, que es la partida que va pedir el Ayuntamiento una vez que se apruebe en el pleno que se convocará el próximo 17 de octubre.
En la operación que ha diseñado el gabinete del alcalde de Cádiz hay que tener en cuenta varias cuestiones y escenarios. En primer lugar, el de la deuda municipal, que sigue la tendencia a la baja de los últimos años. Según defiende Bruno García, a su llegada en junio de 2023 la deuda era de 97,1 millones de euros; y a septiembre de 2024 se fijó en 65,6 millones, lo que supone una reducción de 31,5 millones de euros en este año y pico de gobierno. En gran medida, por esos 15,3 millones de euros de remanente que fueron a los bancos y no a inversiones, como reclamaba la oposición el pasado mes de mayo.
Por tanto, ante el ritmo de descenso de la deuda que viene experimentando la administración local, entiende el gobierno que ha llegado la hora de solicitar un préstamo que otorgará la liquidez necesaria para ejecutar tres proyectos que se entienden de calado para la ciudad y que difícilmente encontrarían partidas, fondos y programas con los que poder desarrollarlos.
En este sentido, ha querido asegurar Bruno García la premisa otorgada a todo su equipo de que la deuda con los bancos "nunca superará la que existía el día que llegamos al Ayuntamiento". Es decir, que el actual gobierno del PP no se endeudará por encima de esos 97,1 millones de euros que tenía el Ayuntamiento a su llegada. Y con la operación que se aprobará la semana que viene, la deuda descenderá primero de 65,6 a 61,87 millones de euros, debido a la cancelación del préstamo que se hará posible a través de la modificación de créditos que se abordará en ese mismo pleno extraordinario para asecender luego a los 88,4 millones a través de ese préstamo de 27 millones.
El pago de ese préstamo
En la programación realizada por el gobierno para decidir ir a los bancos a buscar 27 millones de euros cobra mucho peso otro escenario, el de la norma que actualmente obliga a las entidades locales a que al cierre del ejercicio todos los remanentes vayan a parar a los bancos, precisamente para aminorar la deuda.
En este sentido, conviene recordar que en los últimos años el remanente que arroja la liquidación presupuestaria anual del Ayuntamiento suele ser considerable, oscilando entre los 10 y los casi 20 millones de euros (con años de 14, de 17 o de 18 millones).
Así las cosas, una vez que el Ayuntamiento cancele el préstamo bancario con los 3,73 millones que va a aportar en los próximos días, las únicas operaciones bancarias pendientes de abonar corresponderán con créditos ICO (concedidos en su día por el Gobierno de España), que implican la ausencia prácticamente de intereses, lo que ofrece unas condiciones muy ventajosas que no preocupan al área económica municipal. Por eso, el remanente de los próximos ejercicios podrá ir directamente a amortizar los 27 millones que se van a pedir ahora, teniendo en cuenta ese requisito de no penalizar las cancelaciones anticipadas que se va a exigir a la hora de pedir este préstamo.
Con ello, y sin querer dar cifra alguna, se considera que en dos o tres ejercicios puede quedar liquidada esta operación económica que se va a aprobar. Es decir, que puede darse la situación de que el Ayuntamiento abone los 27 millones de euros al banco antes de que se ejecuten los proyectos para los que se solicitó el dinero. Aun así, el préstamo se firmará por un período de 16 años, para garantizar un cómodo cumplimiento con el banco. Y tendrá además una carencia de un año, por lo que el primer pago no llegará hasta 2026.
Al hilo de esta cuestión, en el entorno del alcalde creen que el remanente que arroje el ejercicio de 2024 será igualmente cuantioso. De entrada, se contemplan ya los más de 6 millones de euros que sobrarán de la PIE, ya que entre octubre y diciembre será materialmente imposible una inversión finalista que utilice ese dinero. Y esa partida se estima otra de remanente ordinario que alcanzaría los 10 millones de euros, lo que elevaría a 16 millones el dinero que en el primer trimestre de 2025 podría ir destinado a amortizar el préstamo de 27 millones.
De este modo, considera el gobierno del PP que puede garantizar actuaciones que considera vitales y urgentes en la ciudad, al tiempo que facilita el cumplimiento posterior de las obligaciones con el banco. Dicho de otro modo, si la ley actual obliga a destinar a los bancos los remanentes económicos de cada año, el Ayuntamiento va a pedir por adelantado ese dinero, teniendo en cuenta que a nivel presupuestario se antoja muy complicado incorporar en un ejercicio actuaciones como las previstas en la Avenida de Astilleros, el Cementerio o las Puertas de Tierra.
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