¿Cuánto cuesta viajar y con qué comodidades cuenta La Belle de Cadix?

La pandemia ha mantenido congelado durante muchos meses al sector de los cruceros. Las navieras han revisado sus flotas, han optado por retirar para el desguace muchos de sus buques y han analizado las exigencias de un nuevo mercado que exige, ahora más que nunca, seguridad y así saber qué tipo de barcos son los que tienen que proyectar.

Por su parte, los cruceristas han tenido que modificar muchos de sus hábitos que ya tenían más que adquiridos después de años viajando a lo largo y ancho de todo el mundo y a bordo de varias navieras, a pesar de que, muchos de ellos, optan por no cambiar nunca de compañía una vez que sus bondades les generan adicción.

Pero el coronavirus ha dejado claro que nadie, o al menos nadie con dos dedos de frente, quiere tumultos. Huyen de los buffet repletos de público con largas colas de personas esperando a que les cocinen la pizza o que les pasen por la plancha su filete o su pescado.

Las navieras más generalistas han tenido que hacer cambios en sus horarios de comida y han tenido que modificar buena parte de su logística a bordo y, sobre todo, obligar a los pasajeros a bajarse del buque en excursiones organizadas por la propia naviera.

Muchos de los cruceristas han preferido dar un paso atrás y evitar los cruceros de cuatro y cinco mil personas y han rebuscado en catálogos y en páginas webs barcos de mediano o pequeño porte en el que viajar, puede que menos días, pero dándole prioridad a la calidad por encima de la cantidad.

La pandemia ha llevado a descubrir a muchos turistas los placeres que otorga un crucero fluvial, es decir, que se desarrolla en su totalidad, o, al menos, en buena parte, por un río en vez de por mar abierto.

Es ahí donde la compañía Croisieurope pone a disposición de gaditanos y andaluces en general, así como para todo aquel turista que busque la nueva experiencia que puede suponer llegar hasta Sevilla cruzando el Guadalquivir y saliendo desde el puerto de Cádiz, con visitas diversas a atractivas escalas.

Y es ahí donde encaja La Belle de Cadix, un crucero fluvial construido en 2005 y renovado en 2010 que cuenta con 88 cabinas dobles para 176 viajeros. En sus 110 metros de eslora y 11,40 metros de manga, guarda todas las comodidades y prestaciones necesarias para hacer que el trayecto sea cómodo, tranquilo, a lo que se suman escalas muy andaluzas y excursiones que bordan la ocurrencia de haber elegido un viajecito en La Belle de Cadix.

Consignado por Lamaignere, este crucero fluvial se ha convertido ya en un clásico del puerto de Cádiz que hasta este primer fin de semana no ha logrado dejar de atrás el coronavirus y emprender sus rutas fluviales, muchas de ellas ya con todo vendido desde hace tiempo, lo que refleja que es un mercado que tiene un público al que le gusta este tipo de experiencias.

La Belle de Cadix cuenta con camarotes con televisión, baño con ducha y aseo, toallas, teléfono interior, caja fuerte, climatización reversible, tomas de electricidad y wifi.

El barco tiene un piano bar en popa, además de varios restaurantes distribuidos por distintos puntos de la embarcación, así como una recepción para dar la bienvenida a los pasajeros y para ayudarles en lo que haga falta para que el trayecto resulte lo más placentero posible o bien para convertirse en punto de encuentro para la salida de las distintas excursiones que se programan a bordo.

En cuanto a los precios, son variados dependiendo del trayecto que elija el crucerista, según quiera hacerlo entero o bien embarcar en un punto concreto y desembarcar en otro punto.

Así, el más caro supera los 1.500 euros y el más barato, 519 euros. El más completo tiene como punto de embarque Sevilla y recorre Córdoba, Isla Mínima, Cádiz, Jerez, Alcoutim, Huelva, El Puerto de Santa María y Granada, con desembarco de nuevo en Sevilla.

Después tiene otro itinerario algo más sencillo por 1.432 euros por persona, y, a partir de ahí, otro de 875 y otro de 845 euros. El más barato, el de 519 euros, sale de Sevilla y recorre en los cinco días que dura, Cádiz, El Puerto, con regreso a Sevilla. Todo esto aderezado con varias excursiones que consiguen una experiencia inolvidable en el que la seguridad se convierte en un elemento indispensable.