El debate sobre el turismo en Cádiz: de las viviendas turísticas, pasando por los nuevos hoteles y el aumento de cruceristas

El incremento del control sobre las viviendas de uso turístico busca evitar la turismofobia en una ciudad que, por el momento, crece en visitantes pero aún muy lejos de otras grandes ciudades andaluzas

En 2024, pendiente de los datos de diciembre, se batirá el récord de usuarios hoteleros

¿Cuántos hoteles de 5 estrella va a tener la ciudad?

Turistas por el centro de la ciudad.
Turistas por el centro de la ciudad. / Julio González

Cádiz ha cerrado 2024 con récord en el número de turistas. Sólo en usuarios de hoteles la cifra, aún pendiente de cerrar, superará por primera vez los 300.000 clientes. A la vez, habrá récord de cruceristas, superando los 700.000 y reforzando con ello el potencial de nuestro puerto en este sector.

A ello se le unirán los excepcionales datos anuales en cuanto a uso de los apartamentos y viviendas de uso turístico. Y todo sin contar los visitantes que ya tienen su segunda residencia veraniega en Cádiz, o los que vienen a pasar el día en la playa en los carnavales. Y hay más: estas navidades se ha contado con el extra de “venir a Cádiz a ver la iluminación de sus calles”.

Con todo ello, la capital habrá superado su mejor marca de visitantes en todo un año.

Los datos en todo caso no acercan a una saturación de la ciudad por culpa de los turistas. Sólo hay “llenos” en algunas vías céntricas cuando coinciden varios grandes cruceros en nuestro. Y también se han visto las calles llenas en estas navidades, sin cruceros en el muelle,algo insólito en Cádiz. Pero aún así,nos quedamos muy lejos de las cifras de visitantes que se manejan en las grandes capitales turísticas de Andalucía y de medio país. Hay hueco libre y más si buscamos la desestacionalización del sector.

El año que acaba de concluir ha sido peculiar en cuanto a las estadísticas en materia de ocupación hotelera: el primer semestre del año ha ido al alza respecto a las cifras de 2023, pero ha bajado ya en la segunda parte del año. Una tendencia que se ha repetido en muchas ciudades del país.

La ciudad ha ido incrementando su red de hoteles. Por lo pronto, ya ha salvado el déficit de plazas que tenía respecto a ciudades como Jerez de la Frontera.

La ciudad se acerca a las 4.000 camas hoteleras, y este número crecerá de forma notable en los próximos años. Hoy están en construcción hoteles en la Alameda (que será el primero de cinco estrellas de la ciudad), en la Casa del Almirante en pleno barrio de El Pópulo y en el Estado Nuevo Mirandilla. Se sigue a la espera del visto bueno para el hotel en la estación férrea (que será el segundo de cinco estrellas), a la vez que se ha iniciado el proceso para el hotel en el muelle. Y se sigue esperando a que Zaragoza Urbana ejecute el complejo hotelero junto al Valcárcel, además de que salga a concurso el solar para un nuevo hotel en el Campo de las Balas.

Hay proyectos también de pequeños hoteles, siguiendo una tendencia del mercado de los últimos años, en calles del centro urbano. Con todas estas operaciones la oferta hotelera de la ciudad podría alcanzar su límite, pues el número de camas superaría ya las 5.000, suficiente para un desarrollo sostenido, y sostenible, de este sector.

¿Y qué pasa con las viviendas y apartamentos turísticos?

Las VUT están en el centro de la polémica no solo en Cádiz sino en otras capitales donde la saturación turística es más que evidente, como Sevilla, Málaga, Madrid o Barcelona.

En el último año, el Ayuntamiento de Bruno García ha reforzado los controles a la hora de limitar el número de VUT en la ciudad. En este periodo de tiempo se han anulado cerca de 400 licencias, que incumplían la ordenanza aprobada a finales de 2022, e incluso se han abierto expedientes sancionadores contra los propietarios de pisos claramente ilegales.

A la vez, se han anunciado medidas de presión contra este sector, con el incremento en las tasas por los servicios municipales. Y también se está estudiando acciones de control en los apartamentos turísticos.

La norma municipal aprobada por el gobierno de José María González prohibía la apertura de nuevas VUT en el casco antiguo, limitándolas en extramuros a pisos bajo, primero o segundo. En cuanto a los AT, sí se permitían en intramuros en fincas con grado de protección 0 y 1, al considerar que éstas tenían más complicado su transformación en edificios residenciales, aunque lo cierto es que muchas de grado 1 sí funcionan como fincas vecinales.

La ciudad, según el registro de la Junta del pasado jueves, cuenta con 2.423 VUT (el récord rozó las 2.700) que mueven 11.510 plazas; hay 50 apartamentos turísticos (muchos en edificios completos, como pasa en barrios como La Viña o las vías más céntricas del casco histórico) con 1.577 plazas y 49 hoteles de distintas categorías que ofertan 3.857 camas. En total la ciudad dispone de 16.944 plazas para turistas.

Este cifra, en todo caso, no es aceptada por empresas relacionadas con las VUT. Por el contrario, sí consideran más acertado el dato que maneja el INE, que rebaja este tipo de modalidad de alojamientos hasta las 1.645 unidades y 7.029 plazas, 4.000 camas menos que las registradas por la Junta.

Sea un dato u otro, Cádiz está entre las 50 ciudades del país (con más de 8.000 municipios) con mayor número de viviendas turísticas.

Pendientes de cómo funcionará el convenio firmado entre el Ayuntamiento y la Junta este viernes, para el control de las VUT, habrá que ver cómo evoluciona el sector, y cómo se reordena el propio sector turístico de la ciudad.

Un año y medio perdido por la ciudad

A pesar de estos avances en el último ejercicio, y del acuerdo con la administración regional, que tiene en sus manos el control más directo de las VUT, no hay que olvidar que Cádiz perdió más de un año y medio en el debate sobre la nueva ordenanza contra la turistificación.

Desde que este proyecto se planteó por el que fuera concejal de Urbanismo en el equipo de José María González, Martín Vila, hasta que la ordenanza se aprobó en el pleno municipal, transcurrieron unos 18 meses llenos de discusiones y conflictos entre el gobierno y el PSOE, con el PP de espectador pasivo.

En este tiempo, el grupo municipal socialista negó su voto favorable a esta norma. Fueron meses de relaciones muy agrias entre las formaciones de la izquierda. El parecer contrario del PSOE se unió también a la negativa del PP, entonces en la oposición, para sacar adelante la propuesta de Vila.

Hoy, PSOE, aún en la oposición, y PP, ya en el gobierno, apoyan de forma decidida los planes contra la turístificación y la proliferación de las viviendas turísticas. Un cambio de opinión respecto a un documento que no se modificó con el cambio de gobierno. Es decir, se dejó pasar más de un año de discusiones in poder adoptar las medidas de control previstas para después apoyar lo que se negaba. Se dejó pasar un tiempo con el que se habría reducido aún más el número de VUT hoy vigentes en la ciudad.

stats