Tribuna Económica
José Ignacio Castillo Manzano
La financiación autonómica, ¿Guadiana o Rubicón?
El patrimonio que ha ido atesorando, construyendo, cuidando y enriqueciendo la Iglesia de Cádiz y Ceuta a lo largo de todos estos siglos, casi ocho desde que la sede episcopal se trasladara a la capital, es comparable a una moneda. Tiene su cara, que se traduce en arte, en perfección, en templos que asombran a propios y extraños y piezas de enorme valor que son reclamadas por exposiciones incluso en el extranjero (como El Greco que participa en una exposición en Milán que se inaugura el día 11) o que forman parte del orgullo de toda una ciudad (como Cádiz, que presume de tener firmas como Goya, Zurbarán, Haydn, Roldán y otros muchos en sus apenas 12 kilómetros cuadrados de superficie.
Y al mismo tiempo que presume de todo ello, el amplio patrimonio religioso tiene su cruz; una pesada cruz que obliga a los responsables de templos y edificios y a los custodios de los bienes muebles a estar en un permanente desvelo para evitar el deterioro, la pérdida o el empeoramiento de todo eso que conforma, en última instancia, el vasto inventario de la Iglesia en Cádiz y Ceuta.
De esto último, de la pesada cruz que supone proteger el patrimonio religioso, saben mucho y dedican mucho tiempo y esfuerzo en la tercera planta del antiguo Hospital de Mujeres. Allí, sede del Obispado, se ubican las áreas económicas y técnicas que velan día a día por el mejor estado posible de conservación de los edificios religiosos de toda la diócesis, y también por las intervenciones en bienes muebles (imágenes sagradas, cuadros, elementos de cultos…), en una muy difícil balanza entre lo mucho que hay que hacer y los pocos ingresos con que se cuentan para ello.
No en vano, el Obispado cuenta con un arquitecto, Antonio Sánchez Casas, encargado de analizar la situación de iglesias y edificios, de asesorar a parroquias y comunidades propietarias o responsables, o de redactar los proyectos necesarios y buscar las soluciones posibles a cada problema o intervención; así como de un arquitecto técnico que apoya su trabajo.
Fruto de este trabajo constante e intenso del Obispado, actualmente son más de una veintena las actuaciones en ejecución, o bien que están previstas, se están tramitando, o aparecen reflejadas en la hoja de ruta de los próximos meses.
Solo en Cádiz capital son varios los templos donde se está actuando o está previsto actuar. El más destacado es el de Santa Cruz, la Catedral Vieja, donde en cuestión de días culminará la obra de restauración y conservación de la cubierta que se ha financiado en parte con la aportación del Ministerio de Fomento a través del 1,5% cultural. 230.979,01 euros, en concreto, aportó el Estado para esta obra que tenía un precio de contrato de 323.550,43 euros.
Casi en paralelo a esta actuación, ha culminado el Obispado el proyecto para restaurar también la capilla del Evangelio, que recorre toda esa nave lateral del templo y que podrá hacerse realidad gracias a la implicación de las tres hermandades que tienen a sus titulares a ese lado del templo (Sanidad, Perdón y Santo Entierro). Está el Obispado pendiente de la autorización de Cultura para poder contratar y ejecutar esta obra que supone, junto a la apoyada por el 1,5% cultural estatal, una importante intervención en Santa Cruz.
Recientemente se anunciaba una nueva intervención en la parroquia de San José de extramuros, que ha proyectado en varias fases la restauración de las fachadas y las torres; obras que se han presupuestado por encima de los 800.000 euros y que se costeará con las aportaciones de los propios feligreses, además del apoyo del Obispado que entre otras cuestiones ha redactado los proyectos y localizado las mejores soluciones para que la intervención, que está ahora en la mesa de la delegación de Cultura de la Junta de Andalucía, sea efectiva.
En la zona de extramuros también se contabiliza la parroquia de San Severiano, donde se está procediendo a unas labores de mantenimiento de las cubiertas que se suman a distintas intervenciones que a lo largo de los últimos años se han venido sucediendo en este templo que iniciaba su construcción cuando la explosión de 1947 obligó prácticamente a empezar de cero.
En obras está desde hace unos meses la iglesia de San Pablo, en este caso para el resanado y pintado de los paramentos interiores, lo que ha motivado el traslado de la cofradía de Ecce-Homo que por el momento recibe culto en la iglesia de San Juan de Dios.
Y en obras va a entrar en próximas fechas, nuevamente, la parroquia de San Antonio. Tras una primera actuación, hace años, para consolidar la estructura del edificio y de su cúpula, e intervenir muy recientemente en la portada de piedra, completamente restaurada por Pilar Morillo y Álvaro Domínguez, el céntrico templo va a asumir ahora el resanado y pintado de la fachada, que está también pendiente de la oportuna tramitación en la delegación de Cultura de la Junta de Andalucía.
En el apartado de intervenciones en la ciudad, acaba de terminar el pintado interior de la parroquia de San Lorenzo, a lo que seguirá ahora la instalación de una nueva iluminación (para lo que ya se han solicitado los permisos) y en un futuro por ahora indefinido, la más que necesaria rehabilitación de la torre situada en la esquina de Sagasta y Armengual, en cuyo proyecto ya trabaja el Obispado.
Otra actuación un tanto sobrevenida ha sido la de la iglesia de la Merced, tras la caída de cascotes de este pasado verano que sirvió para detectar la necesidad de realizar unas obras de reparación en el campanario que ya han sido solicitadas a Cultura.
Y además de las iglesias, está previsto intervenir en el Seminario Diocesano, que necesita un refuerzo estructural en los forjados cuyos trabajos ya han comenzado y que cuentan con un presupuesto superior a los 128.000 euros.
A toda esta relación de iglesias y edificios de Cádiz, se le suma otra considerable enumeración de intervenciones en otros puntos de la diócesis. Empezando por la otra catedral diocesana, la de Ceuta, donde se está estudiando la mejor solución para restaurar el interior, especialmente la zona de la girola, cuyo revestimiento (de escayola) presenta diversos problemas; unas obras que cuentan con una subvención de la ciudad autónoma de 700.000 euros.
También en Ceuta se está actuando en la parroquia de San José con la rehabilitación estructural de la cubierta en un proyecto que asciende a los 345.000 euros y que asume también la ciudad autónoma. Y en la parroquia de San Juan de Dios se está redactando actualmente el proyecto técnico para la rehabilitación de los salones.
De vuelta a tierras gaditanas, otro proyecto pendiente de inicio es el de la ermita de los Santos Mártires de Medina Sidonia, donde el Obispado sigue invirtiendo para su conservación y puesta en valor. Así, después de haber actuado tiempo atrás en la escuela o en la casa del santero, ahora hay tres proyectos distintos pendientes de autorización. De un lado, el arreglo de la fachada; en segundo lugar, una instalación fotovoltaica que se quiere habilitar en la zona exterior; y, por último, unos trabajos de consolidación del terreno donde se localiza este histórico templo.
En Alcalá, está cerrada desde el pasado verano la iglesia de la Victoria, donde en estos días se espera iniciar una actuación cercana al medio millón de euros que contempla la rehabilitación integral de la iglesia, así como una serie de reformas. Para hacer frente a todo ello, cuenta el Obispado con el apoyo de la Agencia Andaluza de la Energía, que ha concedido una subvención de 91.277,93 euros para la rehabilitación energética del edificio; y del Grupo de Desarrollo Rural, que ha concedido de manera provisional una ayuda de 120.000 euros. El resto del proyecto, en términos económicos, lo asume la diócesis.
La parroquia de Santa Catalina, en Conil, necesita la sustitución de los forjados de la cubierta, en lo que se emplearán más de 17.000 euros y cuyas obras ya están en marcha. Y otros 30.000 euros va a invertir la parroquia de San José Artesano de San Fernando en varias reparaciones que se están ejecutando en la actualidad.
En proceso de licitación están las obras de rehabilitación de la iglesia de Santo Tomás de Villanueva, en Cantarranas, para lo que el Obispado cuenta con una subvención de la Agencia Andaluza de la Energía por importe de 18.729 euros. Y en estudio está la intervención que necesita la parroquia de San Antonio de Chiclana ante los problemas de filtraciones que está afectando a elementos estructurales de este templo que se aloja en una edificación provisional. En esta misma localidad, además, se está preparando un proyecto para evitar la acción nociva que sobre la iglesia de San Juan Bautista están provocando las palomas.
De este modo, en el Obispado se suceden los carpetazos de expedientes ejecutados, como este mes de julio ocurría con las obras del santuario de África en Ceuta, con la apertura de otros nuevos previstos en ese largo plazo de actuaciones o sobrevenidos por incidencias no esperadas que igualmente hay que atender. Un constante trabajo en la cruz de la moneda para que la cara, el alto valor patrimonial de la diócesis, siga brillando.
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