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Una dana con ciclogénesis de borrasca fría amenaza al Golfo de Cádiz

En defensa de la “principal” industria de Cádiz

Hostelería, comercio y empresas del sector niegan la ‘turistificación’ de la ciudad y llaman a aprovechar los ingresos que genera el turismo

Un grupo de turistas este verano por el Campo del Sur. / Miguel Gómez

A falta de industrias potentes –y de suelo donde ubicarlas, claro– sectores ligados íntimamente al turismo en la capital defienden que la ciudad no tiene ahora mismo muchos más recursos para atraer dinero. Que hay que aprovechar los encantos de un enclave sobrado de playas, monumentos y gastronomía. E invitan a quienes demonizan el turismo, hablando de turistificación, que propongan una idea mejor para crear riqueza en la ciudad.

Para Antonio de María, presidente de Horeca, el modelo actual de ciudad turística “es el correcto”. “A la vista está: 95 por ciento de ocupación hotelera en agosto, cifras que no se manejaban hacía tiempo”, añade. Para el dirigente de la patronal hostelera “el sector turístico en la ciudad cada vez está mejor. Hostelería, taxis, comercios, alojamientos… Por no hablar de los hoteles proyectados en la estación de trenes, en Tiempo Libre, en Valcárcel. Proyectos que atraerán a turistas de alto poder adquisitivo. Todo esto significa que la ciudad interesa a los inversores, tanto hoteleros como hosteleros”.

¿Algo que cambiar? “Poco. En todo caso la predisposición para arropar al turismo, que no se vea como algo negativo. Aquí se habla de turistificación a la ligera. En Conil, con muchas más plazas de apartamentos turísticos, lo ven de lujo. Decir que el turismo expulsa a los gaditanos del centro es una falacia. Los gaditanos, por el precio de la vivienda, se han ido a vivir a San Fernando, a Puerto Real, al Río San Pedro, desde tiempos de Carlos Díaz. De no existir esas viviendas turísticas no quiere decir que las ocupasen los gaditanos”, explica De María.

A su juicio “el turismo no es negativo, todo lo contrario. Activa otros sectores como la construcción, la hostelería, el comercio, los supermercados, las tiendas de alimentación… crea puestos de trabajo. Los edificios se revalorizan y sube el IBI, por lo que el Ayuntamiento cobra más”. ¿Industrias? “No hay terrenos para eso. A cambio tenemos edificios para turistas que llevaban años cerrados y los apartamentos turísticos los han puesto en valor”, indica.

Antonio de María. Presidente de Horeca.

“Decir que el turismo expulsa a los gaditanos del centro de la ciudad

es una falacia”

Belén González es un referente en el sector. Es gerente de la Torre Tavira y fundadora y delegada en Cádiz capital de la AETC (Asociación de Empresas Turísticas de Cádiz). “Debemos pensar en qué modelo de ciudad queremos, no qué modelo de ciudad turística. Qué podemos hacer, ver nuestras fortalezas. Tenemos un pedazo de potencial no aprovechado al máximo. Clima, gastronomía, cultura, patrimonio… Pensar qué podemos hacer con esto y en qué podemos convertirnos”, expresa. Envía un mensaje “a quienes demonizan el turismo, a quienes hacen pintadas en nuestras paredes”, y les anima “a realizar una propuesta práctica acerca de qué podemos vivir en esta ciudad. ¿De la industria? Vale, ¿de qué industria? Astilleros ya se sabe cómo ha acabado. Conviene analizar todos los puestos de trabajo que posibilita el turismo. Sería de torpes no aprovechar una de nuestras grandes bazas. Menos turismo y más industria, dicen. El turismo es una industria, por si no lo saben. Y la geografía de la ciudad, sus limitaciones de espacio, no dan para más”. Destaca que “ojalá el turismo no fuera la única alternativa. No somos autosuficientes, esa es la realidad. Y ahora dependen muchos gaditanos de los ingresos del turismo. A quien se le ocurra otra idea, adelante. Sería genial. Pero demonizar al turismo es poco productivo y poco solidario”.

Debemos tener una mirada profunda, amplia, sobre lo que es bueno para mí, pero también para el vecino y para la ciudad. Aunque no hayamos podido ir a ese restaurante que nos gusta porque estaba todo reservado o a esa playa un día concreto. En septiembre recuperamos la ciudad, los bares, que los tenemos todo el año”, continúa exponiendo.

Belén González tiene claro que “como ciudad debemos trabajar para que el turismo sea sostenible, en la mayor acepción de esta palabra. Y esto está muy relacionado con la desestacionalización. Trabajar para que no solo vengan turistas en julio y agosto, aprovechando el clima para que junio y septiembre también sean buenos meses. Intentar que no haya picos muy altos y muy bajos”.

Belén González. Gerente de la Torre Tavira.

“Ojalá el turismo no fuera la única alternativa. Pero no somos autosuficientes, esa es la realidad”

Otra de las patas sobre las que se sustenta el turismo es el comercio. Manuel Queiruga, presidente de Cádiz Centro Comercial Abierto dice que este sector en la ciudad “se basa en el comercio presencial, ubicado en las calles. Por lo cual dependemos de que pase gente. Todas nuestras acciones están encaminadas a intentar que haya gente por las calles, pues sin público es difícil generar economía”.

“Nos encantaría que la industria fuese el pulmón económico de la ciudad, pero siendo realistas no puede ser así. Desgraciadamente. Nuestra principal industria, guste o no, es y va a ser el turismo. Paralelamente al sector funcionarios o a los universitarios. Estamos obligados a vivir del turismo y explotarlo al máximo”, sostiene. Todo ello “aplicando el sentido común y la lógica, y debe haber un equilibrio entre residentes y turistas. No queremos perjudicar a los vecinos, que también lo somos nosotros”. El comercio local está pendiente del Plan Estratégico de Turismo y Comercio. “Debe haber una estrategia única para ir todos a una. No tenemos la razón absoluta y hay que escuchar a todos los colectivos, pero esperamos que nuestra opinión sea tenida en cuenta”, defiende.

Queiruga advierte que el comercio “huye de las opiniones basadas en impresiones, sensaciones, porque todo debería basarse en datos reales”. Y anima a conocer “qué capacidad real tiene la ciudad de alojamiento, tanto para residentes como para turistas. Datos objetivos y reales. Qué capacidad tienen las calles de acoger a gente circulando. Por eso usamos las máquinas cuentapersonas”. Manuel Queiruga pide “definir qué capacidad tiene la ciudad para absorber a los turistas y a los residentes. En base a eso podemos diseñar qué número de hoteles, apartamentos, viviendas turísticas… Todo regulado, claro, pero no desde la intuición, la imposición o la prohibición. Eso deben hacerlo los políticos”.

Manuel Queiruga. Presidente de Cádiz Centro Comercial Abierto.

“Estamos obligados a vivir del turismo, buscando siempre el equilibrio entre el residente y el visitante”

El comercio anhela “un turismo de calidad, con turistas de mayor poder adquisitivo. Para eso debemos dar un servicio de excelencia. Buena política de movilidad, solución al problema del aparcamiento, transporte público, iluminación, limpieza, información turística…”. A vueltas con la peatonalización desea “calles sin barreras arquitectónicas, más limpias, mejor iluminadas. Que inviten al paso”. Pero “no se puede peatonalizar de una forma irracional todo el casco histórico, porque hay ciertos vehículos que tienen que pasar, como los servicios públicos, los propietarios de los garajes, las personas con movilidad reducida… Peatonalizar debe ir en paralelo con una estrategia donde se solucione con bolsas de aparcamiento. O una alternativa de transporte público. Porque limitar la accesibilidad de los vehículos al centro provoca que muchos turistas y clientes de la Bahía no quieran venir, por la fama que tenemos de ciudad de difícil movilidad, aparcamiento y transporte público”.

Concluye hablando de las campañas contra el turismo. “¿Turistificación? No estamos de acuerdo. Ha venido mucha gente este verano y entendemos que puede venir más”, sentencia.

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