Desalojan al completo un crucero en reparación en Navantia Cádiz ante la rotura de uno de sus mástiles por culpa del viento
Se ha activado de inmediato un plan de emergencia y se ha desalojado a toda la tripulación y a los trabajadores que faenaban en su interior
El fuerte viento reinante impide que se pueda afianzar del todo y ahora mismo está sujeto con cables a la espera de que aminoren las rachas
Navantia tiene garantizadas en Cádiz reparaciones de cruceros hasta 2028

Cádiz/Es el segundo incidente que provoca el viento en el puerto de Cádiz en el plazo de tres semanas. Si el primero de ellos afectó a tres buques de Armas Trasmediterránea a principios de marzo, en esta ocasión el fuerte vendaval ha provocado la rotura de uno de los tres mástiles con los que cuenta el crucero/velero Wind Spirit, más concretamente el tercero y más cercano a la popa de la nave.
Este buque se encuentra reparando en el dique 1 de la factoría gaditana de Navantia desde el pasado día 11 de marzo y el plan inicial es que permaneciera aquí hasta el 4 de abril. Es obvio que su estancia se podría ver prolongada a raíz de este incidente que aún mantiene en vilo a los Bomberos de Cádiz, así como a especialistas en este tipo de siniestros.
Según indican desde el comité de empresa de Navantia en Cádiz, los técnicos especialistas habían detectado hace unos días una grieta en el mástil afectado y hoy se procedió a subir con grúas dotados de canastas hasta el punto exacto que se encuentra o se encontraba afectado por la grieta.
Y fue durante estos trabajos cuando, por causas que aún se desconocen y que deberán quedar del todo esclarecidas, la grieta venció y se terminó por romper el mástil al completo. La pericia de los técnicos fue suficiente para poner en alerta al área de seguridad de Navantia para que activara el protocolo de alerta.
Y en cuestión de minutos, se contactó con Bomberos y Policía Local por si hiciera falta su intervención. Y, lo más urgente e inmediato, fue proceder al desalojo de toda la tripulación que se hallaba en el momento del siniestro en el interior del buque, así como a los trabajadores que faenaban en su interior.
De hecho, la propia naviera, con asesoramiento de la consignataria que les asesora en Cádiz, han procedido a buscar alojamiento y comida para las cerca de 250 personas que han tenido que abandonar el navío a causa de la rotura del mástil. De momento andaban buscando plazas de hotel libres en la capital y se había encargado un total de 250 hamburguesas al Burger King, algo que quedará en el anecdotario del suceso que, de momento, no ha dejado tras de sí ningún herido.
Se llevó a cabo el desalojo porque lo más fácil es que si el trozo de mástil roto, si se cae, caería sobre el propio buque o bien sobre el entorno del barco, según sea la racha de viento que terminara por arrancar el palo.
El tramo del mástil que ha quedado suelto y que podría caer al vacío si el viento no cesa o aminora está ahora mismo aguantado por un cableado. Por supuesto, tal y como impone el protocolo de seguridad, se suspendieron todos los trabajos del entorno más inmediato del buque.
La resolución del problema está en manos de la naviera, ya que en el momento del incidente trabajaban en él personal especialista directamente contratado por la misma. En ese caso, Navantia pone a su disposición todo lo que le haga falta, sobre todo las grúas, así como un dron que se está utilizando para tomar imágenes de la reparación del gigantesco Allure of the Seas que se encuentra reparando en el dique 4.
El problema sigue siendo el viento, según indica José Antonio Bolaños, presidente del comité de empresa de Navantia, en Cádiz, que ha querido seguir in situ todo lo que ocurra en torno a este incidente, sobre todo, para velar por la seguridad de los trabajadores de Navantia así como los de las empresas auxiliares que están participando en esta obra.
Lo peor es que, al parecer, el viento se prolongará aún hasta al menos el mediodía de mañana sábado por lo que se teme que haya que mantener sujeto con el cableado el mástil durante aún varias horas más, con el peligro que esto supone, a pesar de que se encuentra desalojado de personas todo su entorno más inmediato. Esto provocará que varias personas tendrán que permanecer esta noche en vilo vigilando el mástil por si las rachas de viento fueran a más y terminara por caer al vacío.
En un principio hubo quien se mostró preocupado por si el trozo de mástil pudiera ir a parar a la Avenida de Astilleros pero, según indican desde el comité de empresa esto sería prácticamente imposible porque es mucha la distancia que hay entre el lugar en el que está atracado el Wind Spirit en el dique 1 y la carretera industrial.
Si no fuera por el viento la cosa sería mucho más fácil porque ya mismo se habría elevado al personal en una canasta con ayuda de una grúa y se habría procedido o bien a apuntalar el mástil o bien a quitarlo del todo para ver cómo habrá que proceder en un caso así.
Otra de las medidas que se ha tomado por parte de Navantia es desviar la carretera interior de Navantia que pasa a muy pocos metros del lugar en el que se ubica el Wind Spirit, de manera que los trabajadores que tienen que desalojar la factoría lo están haciendo por una salida alternativa. Esto da una idea clara de que el sistema de seguridad de Navantia parece que funciona a la perfección.
El Wind Spirit es un yate a motor que navega como crucero para Windstar Cruises. Forma parte de una clase inusual de solo tres embarcaciones (Wind Star, Wind Spirit y Wind Song), diseñada como un crucero moderno, pero con un sofisticado sistema de velas controladas por computadora en cuatro mástiles.
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