La descalada en Cádiz: La mayor parte de los hoteles de la provincia no abrirán sus puertas la próxima semana

El coronavirus en Cádiz

El sector considera inviable limitar los clientes a una misma provincia

En los dos meses de estado de alarma se ha perdido ya el 25% de los ingresos de todo el año

Una turista descansa en un hotel de Chiclana / Sonia Ramos

La mayor parte de los hoteles de la provincia de Cádiz no van a abrir sus puertas el próximo lunes, 11 de mayo, y aún no saben cuándo podrán normalizar su situación. El inicio de la primera fase de la desescalada permite la vuelta al trabajo de este sector pero con tal número de limitaciones que para los empresarios resulta económicamente inviable.

El principal problema es que sólo pueden atender a clientes de la propia provincia, lo que apenas le puede suponer usuarios de fin de semana o de forma muy puntuales entre semana. "La falta de movilidad es el principal problema que tenemos porque para abrir un hotel hacen falta clientes", destaca a este diario Stefaan De Clerck, presidente de la Asociación Provincial de Hoteles. Junto a ello se le une también la imposibilidad de abrir las zonas comunes, entre las que se incluyen las piscinas y gimnasios.

Ante esta situación "la gran mayoría de los empresarios de la provincia han decidido no abrir todavía". Cuando se le pregunta a De Clerck si es posible cuantificar cuánto puede ser "la gran mayoría", responde con claridad: "Yo no conozco a ninguno que vaya a reanudar el trabajo". La propia cadena de este empresario, Hoteles HACE, formado por cinco centros repartidos por la provincia va a mantener cerradas sus puertas.

En los dos meses que llevan todos los hoteles de la provincia cerrados, algo inédito en nuestra historia tras la declaración del estado de alarma, se calcula que se ha perdido entre el 20 y el 25% de los ingresos de todo el año.

Para que un hotel sea viable necesita una ocupación media entre el 45 y el 60% de sus plazas, dependiendo de la amplitud del complejo hotelero. "Será a partir del 60% de ocupación cuando, si el hotel no tiene cargas financieras, cuando se puede hablar de obtener beneficios", destaca De Clerck.

El gran problema es que los empresarios del sector en la provincia no tienen ni idea de cuándo se podrá normalizar la situación. Si nos atenemos al plan de desescalada propuesto por el gobierno, no será hasta el 22 de junio cuando se permita la circulación de personas entre las provincias, lo que facilitará la llegada del turismo. Este fecha, sin embargo, se podría retrasar si la pandemia no se controla más. O adelantarla, si las cifras de contagios y fallecidos se va rebajando.

Esta incertidumbre provoca que se sigan produciendo cancelaciones de reservas realizadas hace meses, especialmente ante la cercanía de la temporada estival. Curiosamente sí se están produciendo algunas reservas para los meses de agosto y septiembre. Pocas, es cierto, pero que da idea de que después de esta tragedia habrá familias que quieran salir a descansar y disfrutar de las plazas a las provincias menos afectadas, como es por ahora el caso de Cádiz.

El retraso en la apertura de los hoteles de la provincia toca de lleno al empleo en el sector servicios. Sólo los hoteles generan en la temporada alta más de 5.000 empleos. Y junto a éstos, el turismo hotelero acude también en masa a bares y restaurante de las ciudades que visita, algo con lo que no se podrán contar al menos hasta dentro de unas semanas.

De Clerck considera que en toda esta situación tan complicada sólo el turismo rural podría atraer a los visitantes de la misma provincia, mientras que ve de forma positiva que se organice en el mes de julio un Gran Premio en el circuito de Jerez, aunque sea con aforo limitado.

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