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Desciende un 13% el número de cruceros llegados a Cádiz pero aumenta el número de cruceristas a bordo

La tendencia nacional es la disminución en el número de buques turísticos que, a su vez, son cada vez más grandes y permiten el alojamiento de un mayor número de huéspedes

Las navieras se quitaron de en medio muchos buques que ya estaban obsoletos

Octubre llega con cinco primeras escalas y 41 visitas de cruceros al puerto de Cádiz

Cádiz sigue siendo uno de los puertos de la Península que más cruceros recibe a lo largo del año. / Miguel Gómez

Cádiz/Algo está ocurriendo en el sector de los cruceros y en las tendencias de los amantes de esta forma de hacer turismo. 

Ya ocurrió algo parecido en 2019, antes de la pandemia, pero el coronavirus lo congeló todo y dejó en la picota a este sector y muchos se preguntaron si esto podría suponer un punto y final. 

Pero no fue así, el sector de los cruceros fue uno de los que más sufrió a causa de la pandemia. Muchos cruceros se quedaron fondeados en aguas de nadie, ningún puerto quería verlos ni en pintura porque para ellos los veían como auténticos cajones cargados de personas que sólo podían traer consigo virus y problemas.

A pesar de todo, dentro del turismo fue uno de los segmentos que reaccionó de manera más rápida y eficaz y demostró, en todo momento, estar a la altura, y tener capacidad de maniobra y recursos como para adaptarse a la nueva forma de relacionarse en grupo que trajo consigo el desastre delCovid.

Los buffet libres pasaron a la historia en el modelo que se conocía hasta ese momento y llegó a pensarse que nunca más se volverían a ver buques con cuatro ni cinco mil personas a bordo, con restaurantes con colas interminables o teatros llenos hasta la bandera. Pero no fue así.

Las navieras aprovecharon para resetear sus flotas. Llevaron al desguace a todo aquel buque que ya iba buscando las tablas y que, por más que se quisiera, no podría adaptarse a los nuevos tiempos que impuso la pandemia.

Muchas de estas compañías de cruceros dejaron a media muchos de los buques que estaban en construcción en los grades astilleros europeos hasta no ver por dónde irían los tiros.

Fueron al final los que peor tratamiento recibieron por parte de las autoridades sanitarias porque, a pesar de que la nueva normalidad volvió, nadie quería aún ver cerca de sus puertos a un crucero con miles de personas a bordo. 

Empezaron los trayectos con un cuarto del pasaje y con unas medidas de control sanitarios que han estado vigente hasta hace muy pocos meses. Y hasta hace bien poco, las navieras preferían mantener un cierto número de cabinas e incluso, en muchos casos, de cubiertas, sin ocupar por si se diera a bordo alguna emergencia o algún contagio masivo.

Pero la cosa se va normalizando ya todo es como antes. Bueno, relativamente, ya que las navieras se han segmentado entre las que mantienen el gigantismo y que, a pesar de ellos, han optado por reservar una parte de sus espacios para un cierto tipo de crucerista que no quiere masificaciones, no ya por el coronavirus, sino porque se ha dado cuenta de que esa no es la manera de viajar que le gusta. 

Por otra parte están las navieras de lujo que han sido capaces de encargar proyectos en los que son capaces de transportar a dos mil o dos mil y pico de personas y, a la vez, conservar el estatus de buque de lujo, con todos los servicios, mayordomos incluidos, que los distancian de los cruceros tradicionales de antes del coronavirus.

Por otra parte, las navieras trabajan de manera incesante en sus promociones para intentar captar a un sector de la población que, cuando planea un viaje, lo sigue planeando en coche, en tren o en avión.

Navieras como Explora Journeys quieren sacar al turista de los hoteles de cinco estrellas y echarlos a la mar, demostrándoles, incluso, que, en sus cruceros, pueden recibir ese tratamiento exclusivo de un hotel de esa categoría y, a la vez, despertarse cada día en un puerto distinto y permanecer en él tiempo suficiente como para conocer a fondo o casi a fondo el destino.

Para eso, la tendencia de las navieras es aspirar a pasar noche en los puertos principales que cuentan con una mayor demanda, de manera que permiten así al viajero disfrutar más y mejor del destino y, a la vez, hacen que el puerto y la ciudad que los acoge los observe de manera más amistosa en cuanto ven que el desembolso económico que hacen es cada vez mayor, sobre todo en el sector de la hostelería.

Pero se ha observado un dato numérico cuantificable y objetivo:El volumen de pasajeros de cruceros que llegaron a los puertos españoles entre enero y junio creció un 7%, al alcanzar los 5,3 millones, frente a los 4,95 millones del mismo periodo de 2023. Sin embargo, se mantiene la tendencia a la baja en el volumen de buques que realizan escala, que en el primer semestre descendió un -3,3%, según los datos de Puertos del Estado.

Sólo en el pasado mes de junio se produjo un repunte de cruceristas significativo, al superar levemente los 1,1 millones, mientras que en el mismo periodo de 2023 llegaron un millón de pasajeros. Parte de los cuales puede haber realizado más de una escala, ya que los datos del organismo público recogen todo el movimiento que se genera en estas instalaciones.

Por puertos, destaca el incremento del 6,2% en la llegada de pasaje a Barcelona, que es base de numerosos cruceros, alcanzando los 1,46 millones de pasajeros. En los puertos canarios también se registraron aumentos significativos, del 12,7% en Las Palmas, con 954.388 cruceristas, y del 7% en Santa Cruz de Tenerife, con 655.294 contabilizados. En Baleares la evolución fue del 3,7%, situándose la cifra de visitantes que realizaron escala en 952.670.

Crece Valencia, baja Málaga

Entre el resto de puertos receptores de cruceros destaca Valencia, que ha experimentado con crecimiento en la llegada de pasajeros de crucero del 11,5%, alcanzando los 305.661 visitantes. Por su parte, Málaga ha experimentado un descenso del -15,7%, pasando a recibir en lo que va de año 164.307 cruceristas. En cambio, la Bahía de Cádiz se ha mantenido estable con 236.509, lo cual, supone un leve repunte del 0,7%.

Por lo que se refiere a la cantidad de barcos de crucero que recalaron en puertos españoles en lo que va de año, Puertos del Estado los cifra en un total de 2.005, lo que supone un descenso del -3,3% respecto a los 2.074 registrados en el primer semestre de 2023. Destacando la caída de Barcelona, del -6,9%, al pasar de 346 en los primeros seis meses del año pasado a los 322 buques registrados en el mismo periodo del ejercicio en curso.

El caso de Cádiz: Casi un 14% menos de cruceros hasta julio

No es ni alarmante ni preocupante. El número de cruceros que recibe cada puerto se ha convertido en una batalla de cifras sobre todo entre aquellos que basan buena parte de sus cuentas de beneficios en este segmento del sector portuario. Pero no es bueno que sea así, ya que los puertos están en manos de las navieras y son ellas que las que deciden, a la vista de decenas de factores si les interesa un puerto para sus atraques o incluso si una ciudad le interesa más que otra para convertirla en puerto base de alguno de los buques de su flota. Así que las cifras pueden resultar volátiles y los puertos lo único que pueden hacer es prestar siempre los mejores servicios y demostrar que un puerto como el de Cádiz es un puerto seguro, fiable y que su ciudad acoge siempre a los cruceristas con todo el cariño posible. Pero aún así, a la vista está que las tendencias cambian y estamos viendo como entre enero y julio de este año, Cádiz ha perdido un buen número de escalas de cruceros, concretamente un 13,8%, según las cifras de Puertos del Estado, que no son siempre las más fiables. De esta manera, si en julio de 2023 habían llegado a Cádiz un total de 174 buques turísticos, este año sólo (o ni más ni menos) han llegado 150. Son 24 cruceros menos, pero se da la circunstancia de que, por pura regla de tres, sin vienen menos cruceros deberían haber llegado menos cruceristas, pues no ha sido así. Se trata de una tendencia nacional e incluso internacional. De hecho, en julio de 2023 había un acumulado de 298.080 cruceristas, mientras que en julio de este 2024 llegaron 303.890. La diferencia radica en unos 5.000 turistas más, pero resulta singular que han llegado menos pasajeros habiendo atracado en Cádiz, a lo largo de esos siete primeros meses del año menos cruceros que el año pasado. La explicación podría estar en que los navíos son cada vez más grandes y cuentan con un mayor número de cabinas, de manera que tienen espacio disponible para un mayor número de viajeros. Es sólo cuestión de cifras...

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