El desconocido molde con la figura de un gladiador y un leopardo de la Casa del Obispo de Cádiz

Los gladiadores romanos eran luchadores entrenados que participaban en combates públicos, que era uno de los grandes espectáculos para el entretenimiento de la población romana durante la República y el Imperio romano. Las luchas que protagonizaban eran violentas y tenían lugar contra otros gladiadores, animales salvajes y personas condenadas a muerte.

Eran un símbolo de fuerza y fama, y pese al mito de la muerte que les rodea, normalmente eran los condenados los que caían sobre el terreno del anfiteatro, mientras que los gladiadores, que estaban entrenados para ello, solían sobrevivir, triunfar y obtener todo el reconocimiento popular. De hecho, aquellos espectadores valoraban justo eso, el valor del combate, de modo que aunque perdieran, muchas veces les perdonaban la vida si demostraban este valor.

Es esta popularidad la que explica que estos luchadores fueran fuente de inspiración para todo tipo de piezas en aquella época, desde mosaicos, pinturas, lucernas, moldes y otro tipo de piezas de terracota. Entre ellas, figura la que hace años apareció durante las excavaciones de la Casa del Obispo de Cádiz, dirigidas por el arqueólogo municipal José María Gener. Se trata del fragmento de un molde del siglo III donde se representa un gladiador y un leopardo y que servía para hacer una especie de pastel (crustulum). Al estar decorado con estos motivos, se relaciona con el reparto de dulces en los juegos de gladiadores y venationes. Como curiosidad, en esta pieza aparece un venator, que eran los que luchaban contra animales, ataviado como un gladiador, con una protección pectoral llamada loriga, "pues los venatores no llevaban protección", apunta Gener. Si bien "existen paralelos de relieves como este".

Se desconoce si esta pieza, que actualmente está en el Museo de Cádiz pero no está expuesta, hacía referencia a algún gladiador concreto, o a estos juegos en general.

Otras piezas inspiradas en el gladiador

• Entre las otras piezas localizadas en Cádiz figuran las lucernas con motivo de un gladiador del Museo de Cádiz como la que apareció recientemente en el solar de Marqués de Cropani. En esta pieza aparece el nombre propio que adoptaría, Insafoe, del que el arqueólogo que ha liderado estos trabajos, Francisco Blanco, hizo referencia en su presentación a que "podría tratarse del Messi de aquella época en la estampita". Es decir, que sería el ídolo para este niño romano que fue enterrado con este objeto que sin duda tendría un gran valor para él. De hecho, este gladiador se ganó su nombramiento y el derecho que inscribieran su nombre en un objeto como esta lucerna, a raíz de su popularidad en los juegos gladiatorios que se celebraban en Gades.
• Algunas décadas antes, Pelayo Quintero localizó una inscripción funeraria de mármol de un gladiador en las excavaciones de la antigua necrópolis de Cádiz, cerca de la fábrica nacional de torpedos, junto al Instituto Hidrográfico de la Armada. Una placa en la que se aprecia la inscripción "Aquí yace el samnita juliano llamado Germano, que alcanzó 14 victorias, griego de nacimiento, que murió con 30 años".
• También lucen en una vitrina una escultura de gladiador de terracota. Esta figurilla articulada, de carácter lúdico, era probablemente un juego para niños, una especie de playmobil de época romana, que explican desde el Museo, hallado en 1931 también en el solar de la antigua fábrica de torpedos de Cádiz.