Descubren en la costa de Cádiz huellas de grandes mamíferos africanos de hace 778.000 años

El Proyecto Vestigium del Centro de Arqueología Subacuática comienza a dar sus primeros frutos con este descubrimiento en la Isla de la Palomas (Tarifa)

La consejera de Cultura, Patricia del Pozo, valora la investigación del Centro de Arqueología Subacuática y el Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico y habla de "hallazgo internacional"

Prospecciones arqueológicas del Proyecto Vestigium

A la derecha, la consejera de Cultura, Patricia del Pozo, en el CAS de Cádiz junto a Eloísa Bernáldez, una de las responsables del proyecto.
A la derecha, la consejera de Cultura, Patricia del Pozo, en el CAS de Cádiz junto a Eloísa Bernáldez, una de las responsables de la investigación. / Julio González

El Proyecto Vestigium comienza a dar sus primeros frutos y a dejar huella en las playas gaditanas. Esta iniciativa del Centro de Arqueología Subacuática de Cádiz (CAS) comenzó hace diez meses con el objetivo de descubrir hallazgos arqueológicos en la zona intermareal de varias playas de la costa gaditana, desde Cádiz hasta Tarifa. Son espacios afectados por las mareas y generalmente poco estudiados que ya han permitido a los investigadores del CAS y del Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico (IAPH) descubrir un yacimiento con huellas de grandes vertebrados, de hace unos 778.000 años (Pleistoceno inferior), en una de las playas de la Isla de las Palomas, en Tarifa, situada en concreto en su vertiente mediterránea. Las huellas pertenecen a fauna africana: elefantes, jirafas y uros (más que a las especies en sí, a sus familias biológicas), según se ha explicado a los medios en la sede del CAS de Cádiz, en el Balneario de la Palma de la playa de la Caleta. La consejera de Cultura, Patricia del Pozo, habla de "hallazgo de alcance internacional". Junto a ella han explicado el descubrimiento y las líneas de investigación Milagros Alzaga, directora del CAS gaditano, y Eloísa Bernáldez, del Laboratorio de Paleontología y Paleobiología del IAPH.

La principal novedad que aporta esta investigación es que ha sido capaz de catalogar huellas de estos grandes mamíferos en un periodo, el Pleistoceno inferior, en el que aún no se habían encontrado. Y en una zona, además, ahora intermareal pero que también demuestra que en aquella época era una zona terrestre, lo que permite deducir que la actual distancia entre Europa y África por el estrecho de Gibraltar, de unos 14 kilómetros, era por entonces inferior. Estos grandes mamíferos se movieron, pues, entre continentes, dejando estas huellas que ahora han podido ser catalogadas científicamente. El hallazgo, de hecho, abre varias líneas de investigación en torno a este periodo histórico en un espacio en el que la estratigrafía es incluso más antigua que la ahora descubierta.

La pista en torno a la existencia de este yacimiento la dio un ciudadano particular, Miguel Cano Molina, que observó el terreno en una marea baja y creyó haber descubierto huellas de dinosaurio en una zona de lutitas, una roca sedimentaria de color azulado. El yacimiento ocupa unos cien metros cuadrados en una zona intermareal (lo que ha dificultado una investigación que ha precisado para avanzar de realizar los trabajos con mareas muy bajas) y en esta superficie se han catalogado 635 huellas de grandes mamíferos, fundamentalmente artiodáctilos (que andaban sobre dos dedos).

El trabajo de campo ha incluido tareas de fotogrametría y escaneo de las huellas para que después pudieran ser estudiadas en el laboratorio y compararlas con los moldes de huellas de estos animales en la actualidad o de otras huellas pertenecientes a hallazgos científicos similares ya publicados. Este hecho es el que ha permitido delimitar las familias o los grupos a los que pertenecen estos seis centenares de huellas. Una investigación multidisciplinar en la que participan los dos organismos de la Junta de Andalucía ya reseñados además de las universidades de Huelva, Cantabria y Oviedo, una universidad alemana y la Estación Biológica de Doñana.

Estos hallazgos obligan ahora a la administración pública a actuar en este yacimiento incluyéndolo en el catálogo del Patrimonio Histórico Andaluz, fomentando la investigación y elaborando un Plan de Conservación de este yacimiento paleobiológico. De hecho, una de las primeras acciones que se deben tomar es la de delimitar este yacimiento, señalarlo e incluso vallarlo para garantizar su protección.

Como se anunció en marzo del año pasado, el Proyecto Vestigium centra sus trabajos en las playas que bañan los municipios de Cádiz (La Caleta), San Fernando (Camposoto), Chiclana de la Frontera (La Barrosa), Conil (Roche), Barbate (Zahara de los Atunes) y Tarifa (Isla de las Palomas), centrando la atención en los lugares de mayor importancia histórica y concentración de yacimientos arqueológicos subacuáticos, o donde estos son más significativos. Los responsables del proyecto han señalado que en estas otras zonas de la costa gaditana se han realizado también hallazgos que actualmente están en una fase de investigación más profunda, y que serán dados a conocer cuando de este análisis se demuestren su datación y su relevancia científica.

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