"El desempleo es el principal problema de Cádiz, pero nuestra capacidad de creación es limitada"

En mayo de 2011, cuando se celebraron las últimas elecciones municipales, Cádiz tenía 15.607 desempleados. En julio de 2014, último dato oficial conocido, la cifra se elevaba a 16.232. Seiscientas personas más sin empleo en una ciudad con unos tres mil habitantes menos que hace tres años. Este año, además, la capital ha rozado su récord de desempleados.

Durante la campaña electoral de 2011, el PP vendió la reordenación integral del antiguo polígono exterior de la Zona Franca como la principal apuesta en la ciudad para crear trabajo. Se fijaban en 5.000 los puestos a crear en esta operación, teniendo en cuenta que ésta se desarrollaría a lo largo de una década. Sin embargo, casi cuatro años después apenas se ha avanzado en la reforma de este suelo industrial.

Con estas cifras sobre la mesa Teófila Martínez es clara cuando se le pregunta si el paro es el principal problema de la ciudad: "Sí". E inmediatamente y tras asumir que "la capacidad de creación de empleo por parte del Ayuntamiento es limitada y más en una cifra donde apenas se cuenta con 2,5 kilómetros cuadrados de suelo para empresas", destaca que ahora se estaban poniendo las bases para afianzar un desarrollo económico que llevará parejo la creación de empleo.

"Para hacer un análisis socio-económico de la ciudad hay que tener en cuenta esta circunstancia y tener claro que formamos parte de un área metropolitana y que, por ello, para hablar de empleo tenemos que hablar de un todo. La carga de trabajo en la factoría de Navantia en Cádiz no incide únicamente en los trabajadores gaditanos, como también pasa en Puerto Real o San Fernando. Por ello, negar nuestra realidad como una gran mancomunidad es negar la evidencia y el propio futuro. Si no lo entendemos así seguiremos como desde hace treinta años".

Le comento que esta visión de Bahía sí está enraizada en la ciudadanía e incluso en colectivos como los empresarios, pero siempre ha chocado con los políticos. Y responde: "Ahora hay más ambiente (favorable a este concepto de Bahía) que nunca. Incluso Jerez. Los políticos estamos obligados a cambiar y a mejorar, porque para eso nos eligen".

Eso sí, justifica la ralentización de la operación de Zona Franca en lo complicado que, en plena crisis, resulta poner de acuerdo a los propietarios de las naves que llenan el polígono exterior. Y pone como ejemplo al polígono de Las Aletas, que no acaba de ponerse en marcha tras una década. En todo caso vaticina que en los próximos dos años "el recinto exterior de la Zona Franca va a dar un salto cualitativo y cuantitativo" en el que tendrá mucho que ver el desarrollo de la Plataforma Logística.

"Entiendo que algunas personas no vean este proyecto; nosotros sí lo tenemos muy claro. No tiene sentido que pasen por delante nuestra las mercancías que van hacia los grandes puertos del norte de Europa y perdamos así la posibilidad de creación de empleo. Estamos en una situación geoestratégica envidiable para conseguirlo", agrega. Unidas a esta apuesta económica, menciona una serie de infraestructuras que están en fase de ejecución y conclusión, en algunos casos con un considerable retraso: tren de alta alta velocidad, segundo puente, ampliación del puerto de contenedores.