Un desencuentro histórico en torno a la Iglesia del Carmen de Cádiz
Diócesis
El templo ha perdido su condición de parroquia con el telón de fondo del contencioso sobre la propiedad y la marcha de la orden de la capital
El kilómetro cero de los desencuentros entre el Obispado y los carmelitas se puede fijar en abril de 2015, cuando esta orden religiosa anunció que dejaba la ciudad, cerraba la casa de Cádiz y se marchaba a la vecina San Fernando. Argumentaban la escasez de vocaciones, el reagrupamiento de frailes en el territorio nacional, el envejecimiento de estos o la falta de recursos para mantener grandes edificaciones.
El último capítulo de este libro se ha firmado con el decreto que ha publicado el Obispado por la que el Carmen deja de ser parroquia, condición que tenía desde 1964 con el obispo Antonio Añoveros al frente de la diócesis. A partir de ahora una parte de lo que era la parroquia del Carmen pasará a la de San Antonio y otra a la del Santo Ángel.
Entre medias, lo que realmente ha originado un desgaste entre las dos partes es el proceso judicial que puso el Obispado contra los carmelitas para hacerse con la titularidad tanto de la Iglesia como del convento.
Para ver el origen de esa disparidad de criterios había que remontarse a nada más y nada menos que el proceso de la Desamortización de Mendizábal en el año 1836.Hasta ese momento y desde el siglo XVIII no había duda de que la propiedad era de los padres carmelitas.
Pero con esa decisión histórica de la desamortización, la orden carmelita fue obligada a abandonar la ciudad perdiendo entonces sus propiedades.
Según la tesis que mantuvo el Obispado en el contencioso que ha protagonizado con la orden, las propiedades pasaron a la diócesis. Hasta 1899 los carmelitas no regresaron a Cádiz. El Obispado opinaba que refundaron una nueva casa religiosa , por lo que solicitaron el uso del templo para que pudiera ser ocupado. A juicio de la Diócesis, pidieron el uso y no la propiedad, de ahí que el tema que acabara en los tribunales y que finalmente se le diera la razón a los carmelitas pero con algunos matices.
Por un lado con el convento no hay ninguna duda y el Tribunal Eclesiástico Metropolitano de Sevilla estableció que era propiedad de la orden carmelitana.
Sin embargo, con respecto a la Iglesia, la resolución canónica establecía que la titularidad seguirá siendo de los carmelitas pero siempre que esta orden religiosa mantenga la actividad pastoral en la Iglesia del Carmen.
Así se explicaba que los acuerdos entre el Obispado y la Orden del Carmen establecía una cláusula de reversión de la propiedad a manos de la diócesis.
La actividad en el Carmen es mínima pero sigue existiendo. Se siguen y se podrán seguir celebrando bodas, y las misas han quedado reducidas a la mínima expresión, donde viene un carmelita de San Fernando a hacer la celebración.
Mientras tanto, la labor de Cáritas y las catequesis preparatorias para los niños para la Primera Comunión y también las de la confirmación ya se realizan en otras parroquias cercanas. Sin embargo, aunque es poca la actividad, sigue habiendo y, por lo tanto, no se puede ejecutar esa cláusula del convenio.
En el templo de la Alameda también se encuentra radicada la cofradía del Carmen y en la cercana capilla del Beato Diego la del Prendimiento, que ahora también pasarán a depender de otra parroquia. Si nos atenemos a lo que viene en el decreto, se entiende que pasaría a la Parroquia del Santo Ángel, que curiosamente no es de la Diócesis de Cádiz y sí de la Castrense.
De momento, después de 56 años, la Iglesia del Carmen ha dejado de ser parroquia. Curiosamente, los tres templos más populares para las bodas, el Carmen. San Francisco y Santo Domingo, no tienen esa condición.
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