Detalles de la vida de los fenicios de Gadir: interaccionaban con los indígenas, creaban sus textiles y comían mucha carne

La conferencia de José María Gener y María Ángeles Navarro repasó todos los aspectos conocidos del territorio y la actividad en Gadir

Los numerosos enterramientos fenicios en Marqués de Cropani convierten esta zona de la necrópolis en una de las más notables de la ciudad

Ilustració de cómo era la vida de los fenicios
Ilustración de una reconstrucción de un taller de textiles y púrpura gadirita / Arturo Redondo

Los fenicios, esa civilización fundadora de Gadir, actual Cádiz, de la que tan orgullosos se sienten los gaditanos, supieron hacer algo como nadie: nutrirse cultural y económicamente de cuantas culturas iban conociendo a lo largo del Mediterráneo. Cuando llegaron a este punto del sur desde la costa libanesa, no dudaron en mezclarse con los indígenas de la zona, beber de sus conocimientos e implantar los suyos, que eran muchos y avanzados. Colonizaron este terreno entonces arenoso, con pequeños acantilados y alguna vegetación; se fueron dotando poco a poco de todo lo necesario para levantar aquí sus propios medios productivos (metalurgia, cerámica, textil) y crearon una ciudad a imagen de Tiro. Aquí estuvieron desde finales del IX a.C., al siglo VI, y de cuanto se ha conocido a través de los distintos hallazgos, los arqueólogos José María Gener y María Ángeles Navarro dibujaron 'Su vida a través de la deconstrucción del registro arqueológico', en una interesante conferencia que este jueves repasó todos los aspectos hasta ahora conocidos de los famosos gadiritas.  

Contaron el modelo colonizador, cómo fue aquel momento de la fundación, “como no tenían producción propia tenían que abastecerse de factorías de otros asentamientos más pequeños procedentes de Málaga, por ejemplo”, explicó Gener a este medio en relación a unas ánforas localizadas en el yacimiento del Cómico, donde se certifica la fundación y azarosa vida de estos fenicios en la ciudad. 

En este punto del sur de la península que se antojó perfecto para sus negocios y que era un archipiélago costero formado por las islas Erytheia, Kothinoussa y Antípolis (San Fernando) fueron creando una de sus colonias más importantes, para lo que fue crucial la interacción con la población indígena. “El mundo fenicio arcaico era muy global y desde el primer momento hay una gran mezcla e interacción entre todas las poblaciones que componen la ruta de los fenicios”. Citó como ejemplos el torno, “que lo usaban para lo que creían conveniente, como puede ser el transporte de aceite, pero seguían usando la cerámica a mano que se hacía aquí porque era más económico para otros usos”. En los estudios de ADN de Mattan, el fenicio localizado en el Cómico, se pudo comprobar que existió el mestizaje, “pues era de madre indígena y de padre fenicio de Oriente”. 

También escenificaron cómo era la ciudad, “construida con los parámetros de arquitectura de tierra, con calles estrechas y descendientes hacia la zona sur de Erytheia, la isla más pequeña, a lo largo de la orilla del canal Bahía Caleta”, y cómo se desenvolvía la vida doméstica en ella, en sus estancias, sus cocinas e incluso en sus zonas de alfarería y espacios de industria metalúrgica, “que han sido constatados tanto en el Cómico como en la excavación de la calle Sagasta”. En este punto mencionaron la dispersión de la ciudad, “pues tenía cierta entidad, como lo confirman los diferentes yacimientos localizados. Antes del de Cánovas del Castillo, no se conocían asentamientos de población viva en la isla, solo evidencia de templos y necrópolis, pero luego apareció un pequeño asentamiento en la Casa del Obispo, luego en la calle Ancha, luego en el Cómico y en Sagasta, que son pequeñas ventanas desde donde vemos que se fue ocupando la ciudad”.

Como novedad, hablaron de la producción textil, desde la creación de hilo hasta el final, “y en el Cómico aparecieron numerosos restos que hablan de la producción completa del tejido como carretes, ruecas, husos, agujas,”, aparte de la producción de púrpura e hilos de oro, como se descubrió en la Casa del Obispo. Además, en sus vestimentas también se confirma el uso de elementos de aquí,“como el broche de cinturón tipo tartésico localizado en Marqués de Cropani, además de la ropa propia oriental”.

Y como en todas las culturas, la gastronomía, de la que no se conoce gran cosa, era parte fundamental, “y la de los fenicios parece que se basaba en los cereales y productos cárnicos como oveja y cabra, ave y mucho menos pescado y marisqueo”. 

¿Se fueron los fenicios de Gadir en el siglo VI a.C.?

Una de las preguntas que lanzaron en la conferencia enmarcada en los actos del Cádiz fenicio fue ¿qué pasó en las Gadeiras a principios del siglo VI a.C.? Recordaba José María Gener que a partir del primer cuarto del siglo VI a.C. no existe asentamiento urbano que se haya localizado y sí necrópolis, ante lo que planteó la cuestión de hacia dónde fueron. “Quizás se fueron a Kothinoussa, a una zona más protegida, con lo que posteriormente con las construcciones romanas pudieron desaparecer las suyas, o quizás se marcharon a Doña Blanca y Gadir quedó en una gran necrópolis”.   

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