Diego San José y Alberto Caballero, militantes de la carcajada
SOUTH SERIES CÁDIZ 2024
Ambos creadores comparten su experiencia en la ficción con 'El arte de hacer reír', clase magistral ofrecida dentro del South Series Festival
Los límites del humor y la eterna lucha entre drama y comedia fueron algunos de los temas que centraron la sesión
'La que se avecina' estrena en Cádiz temporada y anuncia dos más hasta 2026
Alberto Caballero: "En la comedia estamos obligados a no tener líneas rojas"
Cádiz/Como dos auténticos kamikazes del humor se presentaron Diego San José y Alberto Caballero en Cádiz para ofrecer una clase magistral en el South International Series Festival sobre una cuestión en absoluto baladí, El arte de hacer reír, mil veces puesta sobre la mesa de la creación y que guarda, como todas las cosas importantes en la vida, sus inevitables dosis de misterio.
Desparpajo, descaro sin dobleces es lo que repartieron ambos guionistas, militantes de la comedia y artífices de algunas de las producciones de ficción más populares del cine y la televisión, a la audiencia que se congregó este lunes en el Palacio de Congresos para disfrutarles a mandíbula batiente. Como muestra, este rosario de perlas dialécticas que no dejaron indiferente a nadie.
"Escribir drama es como follar sin correrse, divertido pero le falta algo. Es mucho más aburrido que hacer comedia", dijo sin despeinarse Caballero, que este pasado domingo estuvo también presentando en Cádiz la decimoquinta temporada de La que se avecina, una de las ficciones más longevas de nuestro país y una de las que despierta más pasiones.
Más aburrido y más difícil, a tenor del parlamento que exhibieron los dos guionistas en la capital gaditana. Otro aforismo más, esta vez en boca de Diego San José: "La comedia es la curva en la que se han matado muchos autores de drama". Curtido en programas televisivos como Vaya Semanita, El intermedio, Qué vida más triste o La noche de José Mota, San José afirma que en un rodaje, cuando "provocas risa hasta al pertiguista, que es un macarra, es difícil que la persona que la ha provocado quiera librarse del veneno de la comedia". Diego San José parece que lo inoculó desde bien chico. "Yo era el gracioso de la clase. Si llego a ser bueno jugando al fútbol, no haría comedia, era mi plan B", relató para a continuación añadir que "no entiendo que alguien que juega al fútbol haga comedia". Las dagas voladoras cruzaban la sala a la velocidad de la luz. A buen entendedor...
Escribir drama es como follar sin correrse, es divertido pero le falta algo"
Aunque no fue, ni mucho menos, el único pildorazo de la cita. Para Alberto Caballero existe una cierta tendencia a considerar a la comedia como la hermana pobre de la ficción, acerca de lo que trajo a colación unas palabras que Pedro Almodóvar mencionó en el pasado sobre la pequeña pantalla: "Los actores de televisión, pobrecillos, no tienen tiempo para hacer un buen trabajo". Al respecto, Caballero espetó que "gracias a la tele ellos -los grandes directores- pueden hacer cine. Él es un dios, pero bajó Dios e hizo una mierda como Los amantes pasajeros". Sin pelos en la lengua.
Y es que no hay nada que exponga más a un creador que la intención/el arte de hacer reír. "Si al ver una comedia de 90 minutos me río cuatro veces es magia, alquimia. No sé si es más difícil que hacer drama, pero sí es más honesto -confesó San José-. El chiste no se puede esconder, no puedes decir que un chiste ha fallado. La comedia es el género donde uno más se expone al fracaso, es un burladero", sentenció también el guionista de películas tan conocidas como Ocho apellidos vascos y Ocho apellidos catalanes.
Los límites de la risa: "El humor blanco es un asco"
Tanto para San José como para Caballero, la comedia tiene que ver con la libertad inconscientemente intrínseca a la infancia, casi un rasgo de personalidad. "Los chistes más crueles se hacen en parvulario, donde hay anarquía y los límites no existen. La comedia es hablarle al niño pequeño que está dentro de nosotros. Es legítimo que ese hijo de puta que llevas dentro se relaje a través de la comedia", expresaba Caballero. Coincide Diego San José en la máxima: "Somos unos privilegiados porque hacemos lo que hacíamos de pequeños en el colegio, poner apodos".
La comedia es el género donde uno más se expone al fracaso, es un burladero"
Y de la inocencia infantil al ofendidismo adulto, que conduce, a su vez, al añejo debate sobre los límites del humor. Diego San José opina que "no hay género que levante tantos debates como la comedia. Nadie discute sobre los límites del thriller, el drama o el porno". El único límite que acepta, por otro lado, Caballero es del propio género. Para él "si te ríes es comedia, si no te ríes es una mierda. Mi género favorito es la comedia involuntaria -añadió-, el drama que te hace reír. Si hay vocación de hacer reír, es comedia".
Caballero continuó la clase magistral afirmando que "el humor blanco es un asco, un timo. Tienes que meterlo todo en una caja para que nadie se ofenda. Se puede escribir comedia de forma seria pero la base de la comedia es la crueldad. La gente se ríe de personajes que lo están pasando mal y ellos no se dan cuenta. Los guionistas y creadores no tenemos problemas con los límites. Los límites los ponen los demás porque siempre habrá algún escocido", explicó.
La clave para hacer comedia sin que las influencias exteriores desvirtúen la finalidad del producto pasa, según Diego San José, "no por intentar que nadie se ofenda, sino por saber a quién hay que ofender". Como ejemplo, el guionista habla de los chistes sobre ETA que se han hecho en Vaya semanita. "Eran chistes sobre los terroristas -aclara-, no sobre las víctimas".
Y para finalizar, dos frases lapidarias más que dejan ver que esto de hacer reír es una cosa que va muy en serio. "La comedia es casi militancia sindical. Lo defiendo porque es el género que perdura en el tiempo", afirmó Diego San José. Según Alberto Caballero, "no hay nada que te dé más satisfacción al hacer comedia que cuando te dan las gracias por un éxito. Eso no tiene precio".
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