La diócesis de Cádiz, entre las doce españolas que mantienen abiertas las iglesias

La crisis del coronavirus

Pese a la directriz del Obispado, cada vez cierran más iglesias en la ciudad

Puertas abiertas en la parroquia de Santa Cruz
Puertas abiertas en la parroquia de San Agustín / Julio González

La Iglesia de Cádiz mantiene su pulso al coronavirus. Frente a la recomendación insistente de las autoridades de no salir de casa salvo lo estrictamente necesario y al cierre de prácticamente todos los espacios públicos, los templos gaditanos resisten a los efectos de la epidemia con puertas abiertas y misa diaria.

Una docena, en concreto, son las diócesis de toda España que han optado por no suspender el culto público ni cerrar las iglesias para colaborar con las autoridades en frenar la propagación del virus, que sigue su grave escalada en cada parte informativo que se hace público. Y de ellas, dos mantienen cierta normalidad aunque con algunas condiciones. Como Almería, que sigue celebrando misas pero “exhorta encarecidamente a los fieles a que se unan espiritualmente a la celebración de la santa Misa por la televisión, la radio y el internet”. Textual. O como Teruel, que pide a los sacerdotes que “celebre solo la eucaristía, o invite bajo su responsabilidad y si lo ve oportuno, a unas pocas personas (de tres a siete) guardando la distancia debida”. “Este será nuestro sacrificio. Tomaros esto muy en serio”, añade el obispo terulense, Antonio Gómez.

Aunque también hay otras diócesis que no sólo mantienen sino que amplían el ‘servicio’ que hasta ahora daban los templos. Es el caso de Asidonia-Jerez, cuyo obispo, José Mazuelos, pedía en su último escrito “que nuestros templos estén abiertos más tiempo del habitual” o que los horarios habituales de misas diarias y dominicales había que ampliarlos “para facilitar la asistencia sin aglomeración de personas”.

Estos criterios de estas doce diócesis españolas (además de Cádiz, Jerez, Almería y Teruel mantienen las iglesias abiertas y con culto Córdoba, Granada, Alcalá de Henares, Orihuela-Alicante, Valladolid, Salamanca, Barbastro y Huesca) difieren por completo de las otras 58 diócesis que completan el territorio español, y cuyos obispos sí ordenaron el cierre de las iglesias y, sobre todo, la supresión del culto público (misas con público asistente).

El decreto de estado de alarma el pasado viernes fue fundamental para estos 58 obispos que principalmente el sábado 14 de marzo empezaron a emitir decretos anunciando esa decisión, efectiva en casi todo el país desde el lunes.

En el caso de Cádiz y Ceuta, el Obispado decretaba el viernes pasado que las iglesias “han de permanecer abiertas mientras las autoridades no dispongan lo contrario” y que las misas diarias y dominicales, la administración de sacramentos y las celebraciones litúrgicas “se mantienen”. Orientaciones que con posterioridad han sido ‘maquilladas’ indicando que las iglesias deberán permanecer abiertas “para permitir la oración siguiendo las normas emitidas por Sanidad y con la prudencia debida” o que las misas se celebrarán “con un número limitado y controlado de fieles o sin presencia de ellos, pidiendo especialmente por el fin de esta pandemia”.

No obstante, pese a la postura del Obispado de mantener abiertas y con culto las iglesias, cada vez son más los templos que en estos últimos días han ido cerrando sus puertas. Ya no puede accederse ni asistir a misa en Santa Catalina (sede provisional de la parroquia del Santo Ángel Custodio, que se debe a la jurisdicción del Arzobispado Castrense de España, que sí recomendó el cierre), en la capilla del Beato Diego, en la iglesia de San Francisco (que cerró el lunes sus puertas), en San Juan de Dios (propiedad de la Hermandad de la Santa Caridad) y en el monasterio de la Piedad (de las monjas concepcionistas, en la calle Montañes). Tampoco habrá misa el domingo, por ejemplo, en la iglesia del Pilar del colegio de San Felipe Neri.

En medio de este galimatías en el que se ha convertido la Iglesia española en estos días de confinamiento de los ciudadanos por la epidemia del coronavirus, con diócesis donde se puede asistir a misa y otras donde no es posible, la Conferencia Episcopal emitió el viernes unas orientaciones recomendando seguir la celebración de la misa por los medios de comunicación. “A todos se nos está recomendado salir de casa lo menos posible”, insistía la Conferencia Episcopal. Si bien es cierto, y así conviene reseñar, que el propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, concretó el sábado que el estado de alarma permitía la asistencia a los lugares de culto, siempre y cuando se adopten medidas para “evitar aglomeraciones de personas, en función de las dimensiones y características de los lugares, de tal manera que se garantice a los asistentes la posibilidad de respetar la distancia entre ellos de al menos un metro”.

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