Ecologistas denuncian la poda de un dormidero de aves protegido por la ley, en Cádiz
Activistas de Agaden-EA y la Plataforma El Árbol intentan impedir la operación, alertan del caso al Seprona, informan a la SEO e intentan entrevistarse con la concejala, que no les atiende hasta fin de mes
Los ecologistas insisten en exigir el fin de la “política arboricida” municipal en Cádiz
Los ecologistas piden que paren una poda muy severa en ficus de la Alameda de Cádiz
Sigue en peligro la supervivencia de dos árboles protegidos, pero 'aprisionados' por un nuevo edificio en Cádiz
Cádiz/Podas extremas en pleno verano y en lugares emblemáticos como la Alameda, desmoches y talas que ponen en peligro a viejos ejemplares, árboles aprisionados por nuevas construcciones y ahora, recortes de copas que en estos momentos están sirviendo de dormideros a las aves. Esta es, según los ecologistas, la sucesión de intervenciones que convierten en "arboricida" la política municipal de mantenimiento del patrimonio verde de la ciudad, aunque se vayan a plantar 209 nuevos pies. El último episodio es la poda, durante el día de hoy y mañana, de varios olmos de bola (Ulmus umbraculifera) y melias (Melia azedarach) en la Avenida Ana de Viya, a la altura del colegio Reyes Católicos, que ahora mismo están sirviendo de dormidero para las lavanderas blancas (Motacilla alba), un ave que en otros tiempos llegó a ser muy frecuente en la ciudad por esta época del año.
Desde Agaden-Ecologistas en Acción y la Plataforma El Árbol alertan de que se trata de uno de los pocos dormideros de esta especie que quedan ya en Cádiz capital y que estos lugares de pernoctación están protegidos por la Ley 8/2003, de 28 de octubre, de la flora y la fauna silvestres.
Esta norma establece en su artículo 18.2 que "para permitir la comunicación entre los elementos del sistema, evitando el aislamiento de las poblaciones de especies silvestres y la fragmentación de sus hábitats, se promoverá la conexión mediante corredores ecológicos y otros elementos constitutivos de las mismas, tales como: vegetación natural, bosques-isla o herrizas, ribazos, vías pecuarias, setos arbustivos y arbóreos, linderos tradicionales, zonas y líneas de arbolado, ramblas, cauces fluviales, riberas, márgenes de cauces, zonas húmedas y su entorno, y en general todos los elementos del medio que puedan servir de refugio, dormidero, cría y alimentación de las especies silvestres".
Miembros de ambos colectivos conservacionistas alertaron ya el domingo con carteles del daño que supone esta poda y esta mañana de lunes 11 de noviembre se personaron en el lugar donde se están llevando a cabo los trabajos. "Hablamos con el coordinador de las tareas por parte de la empresa concesionaria del servicio, denunciamos ante el Seprona, informamos a la SEO [Sociedad Española de Ornitología] e intentamos entrevistarnos con la concejala [de Parques y Jardines, Dolores Pavón], que finalmente nos ha dado cita ¡para el 26 de noviembre!", relata indignada a este periódico Paula Marchena, activista de Agaden-EA.
Protesta en el pleno municipal de mayo
“¿Hasta cuándo los ciudadanos de Cádiz vamos a sufrir una política arboricida?”, se preguntaban en voz alta los conservacionistas en el pleno municipal del pasado mes de mayo. “Asistimos con desolación a una destrucción sistemática del arbolado mediante podas expeditivas y salvajes, que ya se realizan en cualquier época del año en contra de todos los criterios científicos y que se han convertido en habitual”, denunciaron. Podas, estas, “desaconsejadas especialmente en primavera, época de anidación y cría de numerosas aves, algunas protegidas, y que vemos que el Ayuntamiento sigue haciendo, con el resultado de nidos y pollos caídos al suelo”.
"Podar cuando sea necesario no es cortar ramas o desmochar árboles. Ésta costumbre de las podas salvajes y a destiempo nos ha dejado un legado patético de árboles mutilados con grandes huecos y cicatrices, feos y contrahechos, cuando no troncos sin ramas, incapaces de prosperar”, alertaron los ecologistas.
Desde Agaden-EA recuerdan que “la importancia del arbolado urbano, su conservación y cuidado, es una cuestión relacionada directamente con la salud de la población”. Así, argumentan que, según el Instituto de Salud Global de Barcelona, “Cádiz está en la última posición entre 866 ciudades en la relación zonas verdes/población y en informes que obran en poder de este Ayuntamiento, la ciudad sólo tiene una cobertura arbórea del 4% en lugar del 25 % que debería tener”.
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