Los ecologistas denunciarán al Ayuntamiento de Cádiz por condenar a muerte a dos árboles protegidos en el PGOU

El drago, a la izquierda de la imagen, y la araucaria, literalmente aprisionados en medio de la nueva construcción.
El drago, a la izquierda de la imagen, y la araucaria, literalmente aprisionados en medio de la nueva construcción. / Lourdes de Vicente

Cádiz/Tuvieron que pasar décadas para que alcanzaran el imponente porte que tienen, de unos siete metros el drago y de aproximadamente el doble, la araucaria. Pero en sólo unos meses el acero y el hormigón han sobrepasado sus copas, encajonadas, aprisionadas y asfixiadas por las cuatro plantas de un nuevo edificio.

La copa piramidal de la araucaria es posible que se siga abriendo camino en altura en los próximos años, aunque vaya perdiendo ramas en la base de manera irremediable. Otra cosa es la densa copa con forma de paraguas invertido del drago, que sin duda no podrá seguir creciendo en anchura, sino que se verá constreñida al escaso hueco que le han dejado en una especie de estrecho patio.

Estos dos emblemáticos y singulares árboles, protegidos ambos por el Plan General de Ordenación Urbana vigente, están ya condenados a muerte por la obra de construcción de una residencia de estudiantes en la plaza de Simón Bolívar, según vienen alertando desde Agaden-Ecologistas en Acción y la Plataforma El Árbol.

De nada ha servido que alzasen la voz, ni que pidiesen información sobre sus supuestos y necesarios cuidados ni que advirtiesen al Ayuntamiento de Cádiz del desastre. Por eso sólo les queda denunciar, emprender acciones legales contra el Consistorio. Por atentar contra dos ejemplares al amparo del PGOU y por falta de transparencia. Porque a día de hoy, meses después de que la solicitasen, no les han remitido la información por escrito que pidieron, alegan. Y tampoco les han facilitado una entrevista con el primer teniente de alcalde y concejal de Urbanismo, José Manuel Cossi, después de que la concejala delegada de Parques y Jardines, Dolores Pavón, y el de Medio Ambiente, José Carlos Teruel, derivasen sobre él la responsabilidad sobre la protección de los dos árboles, según relata a este periódico Paula Marchena, activista de ambos colectivos.

La información que se les dio de palabra en aquel único encuentro del pasado 16 de julio, en el que estuvieron presentes también algunos técnicos, no pudo ser más desalentadora, relató a este periódico una de las componentes de los dos grupos conservacionistas, que acusan al Ayuntamiento de dejación de funciones respecto a la protección de estos dos emblemáticos ejemplares.

El drago, en una imagen del pasado mes de julio, cuando sólo se había levantado la planta baja.
El drago, en una imagen del pasado mes de julio, cuando sólo se había levantado la planta baja. / Jesús Marín

Grado de Protección 1 en el PGOU

Tanto este ejemplar de drago (Dracaena dracocomo el de araucaria de Nueva Caledonia (Araucaria columnaris) “están catalogados en el Plan General de Ordenación Urbana vigente, dentro del Catálogo de Protección, Subcatálogo de Elementos Vegetales en Grado de Protección 1, siendo, por tanto, parte importante del Patrimonio Vegetal de Cádiz”, confirmaron ya en febrero de 2023 a este periódico desde la Delegación de Medio Ambiente, de la que depende Parques y Jardines. No era la primera vez que los ecologistas denunciaban su abandono y hasta su maltrato, con el vertido de cementos y otros materiales de obra sobre sus raíces.

"La cimentación compromete gravemente la supervivencia"

"Las tareas de mantenimiento de dichas especies están siendo llevadas a cabo por una empresa externa (del grupo RAGA) bajo supervisión de los técnicos municipales de Parques y Jardines. En este momento es difícil evaluar si ha sido correcta y de acuerdo con las condiciones del contrato dicha protección", sostenían los ecologistas a mediados del pasado mes de julio, después de reunirse con los concejales.

"Sin embargo, no se ha respetado el perímetro de las raíces de ambos árboles patrimoniales, que sí estaba dentro de las condiciones de protección de los árboles. La cimentación del edificio en construcción está prácticamente enrasada con el tronco de estos, por lo que las raíces han sido eliminadas en esa zona para poner el hormigón, lo que compromete gravemente la supervivencia de ambos ejemplares", explicaron los ecologistas.

"Igualmente, se nos mostró como quedará el nuevo edificio una vez terminado y pudimos ver que los árboles estarán aprisionados por la edificación, impidiéndoseles crecer de manera natural, ya que en ambos ejemplares está totalmente desaconsejada la poda porque pierden su valor ornamental y por tanto patrimonial".

La araucaria, el pasado mes de julio, cuando nada más que se había levantado la planta baja.
La araucaria, el pasado mes de julio, cuando nada más que se había levantado la planta baja. / Jesús Marín

"Dejación de funciones"

Argumentan los ecologistas que "por tratarse de árboles protegidos en el PGOU, han de respetarse las distancias mínimas a los edificios cercanos, siendo los técnicos de Parques y Jardines los encargados de velar porque se cumplan dichas condiciones. Sin embargo, dichos técnicos y la concejala nos remitieron a la concejalía de Urbanismo en una clara dejación de funciones. Alegan que el edificio posee licencia de edificación, lo que claramente no garantiza que se hayan respetado las normas aplicables a elementos protegidos en el PGOU, tal y como se puede comprobar si se visita la edificación",

"Después de una hora escuchando y viendo que no solucionábamos nada, propusimos, llevar a cabo una reunión conjunta con los responsables de ambas concejalías a fin de mejorar la situación de estos ejemplares, lo cual fue aceptado", contaban entonces los ecologistas. Pero la delegada de Parques y Jardines les comunicó que sería mejor que solicitaran una reunión independiente con Urbanismo ya que "ellos no tienen competencia en esa área". Los conservacionistas interpretaron esta respuesta como una "falta de interés en solucionar un problema que afecta directamente a sus funciones" y que "se están pasando responsabilidades de unos a otros mientras las obras siguen y peligra la supervivencia del drago y la araucaria, que tienen un valor incalculable".

"No corren ningún peligro", sostiene el edil de Medio Ambiente

Posteriormente, a finales del pasado mes de julio el edil de Medio Ambiente aseguró, en declaraciones a este medio, que ambos árboles “no corren ningún peligro”. “Desde la Delegación de Medio Ambiente estamos haciendo, no algo, sino mucho”, dijo. Según el concejal, a los ecologistas se les explicó que “hay un informe preliminar de Luis Alberto [Díaz-Galiano], un arborista reconocido a nivel mundial, que es precisamente quien hizo el Plan Director de Arbolado de la ciudad, y que hay una empresa responsable que cada 15 días hace unos informes que llegan a la delegación y que están totalmente actualizados. Ellos los han visto".

"Lo que pasa que tienen otra preocupación, que es el tema arquitectónico. En un principio, la licencia [de obra] que hay es la que tienen que cumplir y, evidentemente, [en Urbanismo] estarán velando por que se cumpla. Pero los árboles ahora mismo, según el último informe que tenemos, que se lo hemos presentado a ellos, no corren ningún peligro”, aseguró Teruel.

Indignación ecologista

Estas declaraciones provocaron la indignación de los ecologistas. "No es verdad que el Consistorio haya hecho mucho por ambos ejemplares, hecho que se comprueba si realmente se aprecia el estado en el que están ambas especies. Ha sido a raíz de las reuniones y demandas de estos colectivos, cuando han comenzado a actuar", dijeron.

"Por parte de ambas entidades se ha solicitado por registro información al concejal de Medio Ambiente y al de Urbanismo para que se proporcione a la mayor brevedad posible, esos informes de los que hace referencia en prensa José Carlos Teruel. A dichos informes no se ha tenido acceso por parte de las entidades, como no se ha tenido acceso a ningún documento, ni por parte del Consistorio ni por parte de ningún experto, en el que se asegure que los árboles no corren ahora ni correrán en el futuro ningún riesgo como consecuencia de las obras que se están ejecutando actualmente", añaden.

Los conservacionistas aseguran que "no existe trabajo multidisciplinar entre las delegaciones de Medio Ambiente y de Urbanismo del Ayuntamiento de Cádiz, al trasladarse el problema sobre la situación de las obras con respecto a la protección y al mantenimiento del arbolado durante el desarrollo de las mismas, así como la viabilidad de desarrollo en el futuro de ambos ejemplares".

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