Visto y Oído
Broncano
Comercio ecológico
En el stand de la Huerta ecológica La Soberana, de Lebrija, pesan los productos en una palangana. En otro puesto, las cuentas se hacen con bolígrafo en una libreta. Se respira tradición en el Ecomercado instalado en el patio de la Casa del Niño Jesús, en la segunda edición después del estreno de noviembre, merced al convenio firmado entre el Ayuntamiento de Cádiz y la Asociación Red Agroecológica de Cádiz (RAC), para repetir el segundo sábado de cada mes.
El público se divide entre curiosos y clientes
, con carros de la compra, que ya conocen la iniciativa, asentada en Los Toruños desde hace tiempo. María de las Ángeles Herrera, una compradora, viene buscando “fruta distinta a la de los supermercados”. Le parece “magnífica” la iniciativa y afirma que “los precios pueden ser un poco más elevados, solo un poco, pero la calidad hay que pagarla. Por ejemplo en el pan, que es una asignatura pendiente de las panaderías con tanto precocinado”. Su marido, Manuel Hernández, añade que “la calidad se nota”. María Gil repite presencia después de acudir al Ecomercado en noviembre. “Ha mejorado bastante con respecto al primer día”, indica. No viene buscando nada en concreto, aunque tiene en su lista productos como miel, frutas y verduras. Admite que los precios “son más caros de los habitual”, pero reconoce que “merece la pena”.
Más de 20 puestos se alinean, complementados con animación para niños a cargo del grupo Ecoherencia, un par de food trucks y una cafetera ecológica. Productos agroecológicos o elaborados artesanalmente: mermeladas, pan, aceites, dulces, pasta, miel, embutidos veganos, sal, bebidas artesanas, fruta, hortalizas… mucho donde elegir procedente de varios lugares de la provincia.
Olga Durán, del proyecto Viviendo en el Campo, de Vejer, lleva más de diez años sacando de la tierra lo mejor. Lo tiene muy claro. Más allá de la labor de cultivo busca “conservar el patrimonio respetando el entorno y sus costumbres”. Tanto es así que Viviendo en el Campo está “recuperando semillas y variedades antiguas” de Vejer y sus alrededores. Por eso, de sus huertos salen la acelga verde de Conil, las antiguas lechugas romanas, más de 50 variedades de tomates, un ajo de Vejer y la antigua sandía cascarona, variedades de mostazas, melón amarillo… “Son sabores muy intensos, y nuevos, para la gastronomía”, dice. Todo ello con una “filosofía clara” aplicada “a ratajabla”: los productos no pueden ser de elite y el precio debe ser similar al convencional.
"Buscamos conservar el patrimonio respetando el entorno y sus costumbres”
Víctor Perdigones, uno de los responsables de RAC, muestra su satisfacción por la acogida del público y por las facilidades que les han dado desde las delegaciones municipales de Comercio y Artesanía. “En Cádiz hay demanda de estos productos. El público viene buscando género de calidad y confianza”, señala. Y apunta que “defendemos la calidad y también los precios, sin canales de venta el precio es más justo. Se acorta la distribución y ganan los productores y los consumidores”, explica. Sin intermediarios, los productos llegan directamente a la mesa desde el huerto. Además en el Ecomercado el reglamento indica que no puede haber competencias y sí variedad. Como se señala desde el Ayuntamiento, de esta manera “se establece un encuentro periódico entre productores y consumidores, además de contribuir a visibilizar y dignificar el trabajo de las personas productoras agroecológicas”.
En solo dos días, el Ecomercado parece haberse quedado pequeño. “Vamos a ver cómo podemos conseguir aparcar los vehículos fuera y tener así en el patio más espacio para instalar más puestos”, destaca Perdigones. La iniciativa crece. El boca a boca funciona. Lo que está hecho con cariño siempre triunfa.
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