Edificios peculiares que se han utilizado como vivienda en Cádiz durante décadas

La Posada del Mesón será el acceso de referencia al complejo del Teatro Romano

Antes de la expansión por Puerta de Tierra, muchas familias vivían en las fortificaciones

Usos sorprendentes que ha tenido el Torreón y las Puertas de Tierra

La Posada del Mesón cuando era utilizada como vivienda.
La Posada del Mesón cuando era utilizada como vivienda. / D.C,

Durante varios siglos la Posada del Mesón, en el barrio de El Pópulo de Cádiz, fue utilizado como vivienda por muchas familias, compartiendo espacio con los caballos que allí se guardaban y con el servicio que se daba a los viajeros que llegaban a Cádiz, sosbre todo por la cercanía de esta construcción a la muralla de entrada a la ciudad. En 2010 la Junta de Andalucía anunció que este edificio, levantado en el siglo XVII, se iba a unir al complejo de Teatro Romano, como parte de su centro de interpretación y de acceso al mismo. Comenzó entonces el desalojo de las últimas familias que residían en el inmueble, algunas desde medio siglo.

Al igual que todo el barrio, y medio casco histórico, el uso de la Posada como vivienda tuvo un carácter precario, residiendo decenas de personas de otras tantas familias, con aseos comunes al igual que antiguas cocinas comunitarias. Sólo con el inicio del Plan de Rehabilitación del Casco Antiguo en 1999, y poco antes con el Plan Urban, se reforzaron estas casas mejorando de forma sustancial su habitabilidad.

La Posada no ha sido el único edificio con un valor histórico de la ciudad que se ha reutilizado como vivienda, especialmente en la larga época en la que Cádiz sobrevivía rodeada de murallas, con más de 60.000 habitantes apretados en apenas un kilómetro cuadrado de superficie.

Ropa tendido a pie de la muralla, junto a los glacis.
Ropa tendido a pie de la muralla, junto a los glacis. / D.C.

Se aprovechaba todo lo aprovechable. En el frente de la Puerta de Tierra, antes del derribo de los glacis y la apertura de los arcos, vivían familias en las bóvedas existentes bajo el único acceso peatonal a la ciudad. Hay imágenes impactantes de ropa tendida a pie mismo del lienzo de la muralla. Baluartes como los de San Roque y los Mártires también fueron habilitados como viviendas, o casi infraviviendas, como pasó tras la Explosión de 1947, cuando cientos de familias sin recursos se quedaron sin casa. Una provisionalidad que se alargó durante años, hasta el punto que, en los sesenta, se llegó a proyectar una forma de estos baluartes para mejorar el acondicionamiento como viviendas.

De forma precaria también se utilizaron como viviendas algunos de los pabellones militares ubicados junto al parque Genovés. Ya en plena expansión de la ciudad por Puerta Tierra, en la década de los 70 algunas familias sin recurso montaron sus casas en precario en la ya ruinosa plaza de toros, antes de que ésta se demoliese en 1976. O, poco antes, en las también ruinas del balneario de Santa María del Mar.

En las bóvedas de San Roque se habilitaron durante cerca de medio siglo la Casa del Niños Jesús, donde vivían menores huérfanos o con padres que no podían mantenerlos.

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