Otros edificios no se salvaron pese a las firmas
La plaza de toros de Ubrique fue demolida pese a la oposición ciudadana
La que hoy sería centenaria plaza de toros de Ubrique. La demolición se hizo en pleno verano, cuando había menos vecinos en la localidad. A pesar de ello, un grupo observó la operación silbando contra la destrucción de la plaza. Detrás había la firma de otros mil ubriqueños que habían intentado por todos los medios que se cancelara el derribo. Es más, también pidieron que se declarara Bien de Interés Cultural (BIC). La Consejería de cultura en un primer momento canceló el derribo, pero posteriormente lo autorizó. La Asociación Papeles de la Historia denunció que se había cometido "un atentado contra el patrimonio histórico y arquitectónico de Ubrique".
El Ayuntamiento de Cádiz acordó el 15 de mayo de 1976 el derribo total de la plaza de toros gaditana, situada en Asdrúbal. Hoy todavía muchos siguen llamando a esa zona Plaza de Toros. Estaba en ruinas y en un estado lamentable. Entonces no se recogieron firmas, aunque hayq ue trasladarse a los tiempos de un ayuntamiento predemocrático. Pese a que Franco había fallecido, la gente todavía no estaba muy dispuesta a señalarse por nada.
Simn embargo, varias décadas después de recogieron más de 25.000 firmas para algo muy distinto, la construcción de una plazaq de toros multiusos, pero aún no ha tenido éxito la iniciativa.
Y es que la oposición del pueblo no siempre se ha impuesto a la hora de decidir si un edificio debe tirarse o no. En el caso de la de Cádiz se construyó una gran espacio libre con edificios a su alrededor. En el caso de Ubrique el tema es más sangrante porque en un principio se iban a construir bloques de viviendas de cuatro plantas, pero sin embargo varios años después todavía continúa vacío.
Otro de los argumentos de los dos expertos en Historia del Arte que han redactado el informe que ha servido a la Delegación Provincial de Cultura de la Junta para salvar el edificio de la Aduana es que "no existe en Cádiz otro ejemplar que represente con la dignidad que este edificio la arquitectura de aquel periodo, por lo que podría decirse que adquiere la categoría de unicum".
Unicum quizás porque otros que representaban aquella época también se han ido al garete, como la Subdelegación del Gobierno, sin que a ésta se le tuviera demasiado cariño, o hasta la piscina municipal.
¿Qué pasa entonces con el barrio de San José o con el de San Severiano, levantados tras la explosión de 1947?. Son todos de aquella época, pero quizás no tengan ningún padrino detrás para no ser derribados, ya que carecen de cualquier valor arquitectónico.
Cabe recordar que el informe de los dos expertos resaltaban entre otros temas que el edificio de la Aduana de Cádiz es una obra singular del periodo de autarquía y responde a los planteamientos historicistas de corte madrileño que imperan en la arquitectura oficial del momento.
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