Una opción eficaz para tratar las cicatrices queloides

Hospital Puerta del Mar de Cádiz

Especialistas en oncología radioterápica y cirugía plástica del Hospital Puerta del Mar utilizan una novedosa técnica para abordar estas lesiones con braquiterapia

Lucía Gutiérrez (derecha) y la cirujana plástica Carmen Torre en el quirófano donde se hacen los tratamientos de braquiterapia.
La oncóloga radioterápica Lucía Gutiérrez (derecha) y la cirujana plástica Carmen Torre en el quirófano donde se hacen los tratamientos de braquiterapia. / Joaquín Hernández 'Kiki'
Pilar Hernández Mateo

17 de febrero 2020 - 06:00

Cádiz/Los queloides son lesiones en la piel formadas por el crecimiento exagerado de una cicatriz, que puede ser producida por una incisión quirúrgica, por un golpe, por la administración de una vacuna, por una quemadura, acné, piercings o incluso por pequeñas heridas o raspaduras. Se trata de lesiones que se extienden más allá de los límites de la cicatriz originaria y no se hacen menos visibles con los años. Hay personas que tienden a cicatrizar de este modo y en algunas ocasiones, además de problemas estéticos, producen incomodidad, picor, dolor e incluso pueden limitar la movilidad, si se encuentran en alguna extremidad.

Hasta ahora, los tratamientos que se empleaban para los queloides –como cirugía, terapia de presión, corticoides intralesión, láser, gel de silicona, interferón, crioterapia o radioterapia externa– eran poco eficaces y en muchos casos, las lesiones volvían a aparecer.

El Hospital Puerta del Mar empezó a tratar los queloides hace casi dos años con braquiterapia (un tipo de radioterapia que consiste en colocar fuentes radiactivas encapsuladas, a través de unos catéteres, dentro o en la proximidad de la lesión) y, según la oncóloga radioterápica Lucía Gutiérrez, están teniendo muy buenos resultados.

Esta profesional del hospital gaditano cuenta que la braquiterapia para el tratamiento de queloides está indicada en pacientes que no obtienen respuesta a otros tratamientos y presentan dolor, picor, molestias, alteraciones estéticas importantes, impotencia funcional y repercusión psicológica y emocional. Detalla que el tratamiento lo realizan de forma conjunta especialistas en oncología radioterápica y cirugía plástica.

Indica que comenzaron a aplicarla en mayo de 2018 en un caso de una paciente que tenía un queloide de grandes dimensiones que ya habían tratado anteriormente sin éxito, y la lesión cada vez le producía más dolor.

"Dándole vueltas para ver cómo podíamos ofrecerle una mejor opción, pensé que se le podía aplicar braquiterapia. Entonces, hablamos con Cirugía Plástica y llevamos a cabo la técnica con unos resultados muy buenos. Han pasado casi dos años y no ha vuelto a aparecer el queloide", relata.

Desde entonces, ya han tratado ocho lesiones de este tipo con braquiterapia, y hasta la fecha, no se ha reproducido ninguno, aunque Lucía Gutiérrez reconoce que los últimos casos tratados son recientes.

Afirma que se le ocurrió aplicar esta técnica porque al acudir a un curso sobre braquiterapia en el Instituto Valenciano de Oncología, vio que allí también se utilizaba para tratar queloides, pero ella nunca la había aplicado en estos casos, y pensó que podía ser una solución para esta paciente a la que no le habían funcionado otros tratamientos.

La doctora Gutiérrez argumenta que la ventaja que tiene la aplicación de la braquiterapia en queloides respecto a otra técnica de radioterapia es que la radiación que se aplica es menor y el proceso es más corto: "En 24 horas se ha terminado el tratamiento y el paciente se va a su casa sin el queloide. En el otro caso, el proceso puede durar varias semanas y el resultado se ve a más largo plazo; además, hay más probabilidad de que vuelva a salir".

Explica que el tratamiento de un queloide con braquiterapia requiere de tres sesiones de aplicación de esta técnica. El proceso empieza en el quirófano de Cirugía Plástica, donde se extirpa el queloide y, antes de cerrar la herida, se coloca el aplicador (un catéter) a través del cual pasará la fuente radiactiva (Iridio–192). Antes de que pasen dos horas de la cirugía, el paciente recibe la primera sesión de tratamiento de braquiterapia; a las seis horas, recibe la segunda sesión y antes de las 24 horas de la extirpación (normalmente, al día siguiente por la mañana), recibe una tercera y última sesión, "y el paciente se va a su casa exclusivamente con los cuidados de la cicatriz", apunta. Después, tiene que acudir a revisiones conjuntas de Cirugía Plástica y Oncología Radioterápica.

El Hospital Puerta del Mar es el único del Servicio Andaluz de Salud que actualmente utiliza esta técnica para tratar queloides.

Una técnica que minimiza la radiación en los tejidos sanos

La palabra braquiterapia procede del griego brachys que significa "cerca". Es una forma de tratamiento de radioterapia mediante una fuente radiactiva de Iridio–192 vehiculizada a través de catéteres o dispositivos introducidos en la propia lesión o en sus proximidades. Tiene la ventaja de poder aumentar la dosis en la zona a tratar y disminuirla en los órganos sanos circundantes, por lo que se optimiza la radiación y se acorta la duración total de un tratamiento con radioterapia.

La oncóloga radioterápica del Hospital Puerta del Mar Lucía Gutiérrez apunta que esta técnica va dirigida a áreas pequeñas y produce menos toxicidad.

Respecto al tiempo de tratamiento en el caso de los queloides, cuando se realiza con radioterapia externa puede durar entre dos y cuatro semanas, mientras que con braquiterapia se reduce a un día.

Esta profesional explica que la braquiterapia se utiliza principalmente en procesos oncológicos, pero no solo en ellos. También es un tratamiento para enfermedades benignas y, como este caso, para lesiones en la piel producidas por el crecimiento exagerado de una cicatriz.

stats