Otro empresario millonario visita el puerto de Cádiz a bordo de su velero

Cádiz/Cádiz sigue siendo un puerto muy bien visto por los barcos de lujo. Es un puerto bien abrigado, con un casco histórico a tiro de piedra y no deja de verse como un Muelle tranquilo donde nadie suele molestar. Así lo ha debido pensar Jeronimo Martins, un adinerado empresario, propietario de  la cadena de tiendas cash-and-carry Recheio, además de otras varias propiedades, casi todas relacionadas con el mundo de la alimentación y con intereses que se extienden entre Portugal y la lejana Colombia.

Pues a primerísimas horas de la mañana de este miércoles, miembros del cuerpo de prácticos del puerto de Cádiz se acercaban a una embarcación. Un precioso velero, el Santa María Manuela, propiedad de Jerónimo Martins, que viajaba en su interior, en compañía de varios de sus amigos y patrocinadores que iban, en su mayoría, en compañía de sus familiares.

La intención era atracar en el puerto de Cádiz y, desde aquí, hacer varios recorridos semanales entre Cádiz y Portimao.

Cierto es que el primero de estos trayectos sólo ha sido para el millonario y sus amigotes, pero ya, a partir del siguiente viaje, los pasajeros que casi siempre contratan un tipo de pasaje que, de motu propio, les convierte en pasajeros y tripulantes, para así poder disfrutar más en primera persona de la dureza de la navegación y de los placeres que a la vez, otorga el mar durante un trayecto se supone que tranquilo entre Cádiz y la vecina Portimao.

De momento llegaba este miércoles por la mañana y aquí permaneció hasta cerca de las ocho de la tarde, momento en el que puso rumbo a Portimao en el primero de estos anunciados trayectos. La intención inicial, si nada trunca los planes de Jerónimo Martins, es que el barco vuelva la semana que viene, y así, durante tres semanas, de manera que este señor ha optado por convertir a Cádiz en puerto base de sus trayectos entre la península y Portimao.

Se trata de un velero de cuatro palos bautizado como Santa María Manuela, construida en 1937 con el objetivo inicial de dedicarse a la industria de la pesca del bacalao.

El Santa María Manuela fue construido en los astilleros Companhia União Fabril, en Lisboa, para la Empresa de Pesca de Viana con el objeto de dedicarse a las pesquerías del bacalao en Terranova y Groenlandia. Fue botado el 10 de mayo de 1937, junto a su gemelo el 'Creoula'. 

Destacan los medios especializados que su casco es de acero, ya que antiguamente, buena parte de sus trayectos tenían lugar en Terranova, de manera que la navegación discurría a menudo por zonas de mucho hielo.

Hasta que se convirtió definitivamente en un velero para pasear a gente adinerada en trayectos turísticos, este barco iba cargado de unos 50 pequeños barquitos en los que se montaba un miembro de la tripulación con marchaba con algo de comida y agua y con un anzuelo en busca del bacalao en plena Terranova, por lo que cabe pensar que muchos de ellos, por desgracia nunca volvían a retornar al María Manuela debido a la dureza de las condiciones climáticas del lugar.

El buque navegó inicialmente solo a la vela hasta que más adelante fue dotado de motor. De hecho, posteriormente le fueron retirados los mástiles. En 1963 pasó a la Empresa de Pesca Ribau. Estuvo en servicio hasta el año 1993, año en quedó obsoleto y desplazado por otros tipos de embarcaciones más modernas, por lo que quedó amarrado y desmantelado.

Recuperado para el turismo náutico

En 1994 se inició una campaña en Portugal para recuperar el buque, de manera que se creó una fundación compuesta por diferentes asociaciones con el objetivo de que volviera a aspecto original. Después de diferentes vicisitudes, en 2007 una empresa portuguesa, Pascoal & Filhos, asumió la gestión de barco e inició un proceso de recuperación. Primero en los astilleros de Navalria en Aveiro y después en los de la Factoría Naval de Marín.

Volvió a navegar en mayo de 2010, y en 2016 fue comprado por una empresa del Grupo Jerónimo Martins, que lo destinó al turismo náutico, formación y diferentes eventos.

Cuenta con una eslora de 67,40 metros, una manga de 9,90 metros y 666 toneladas de registro bruto. Tiene cuatro palos con una superficie vélica de 1.244 metros cuadrados.

El 'Santa María Manuela' fue botado junto a su gemelo el 'Creoula', embarcación que también ha sido recuperada y que actualmente pertenece a la armada portuguesa. Es conocida en el puerto de Palma, donde ha estado en diferentes ocasiones. Hay un tercer barco de similares características, el 'Argus', que fue construido en los Países Bajos en 1938 y que actualmente espera en Aveiro su recuperación.

A la hora en la que se publique esta información en la web de este periódico se espera que el Santa María Manuel ya no esté en el puerto gaditano pero todo aquel que quiera tendrá ocasión de verlo en directo la semana que viene cuando vuelva de nuevo a Cádiz tras su trayecto a Portimao.