Cádiz
El peculiar uso que va a tener uno de los últimos locales vacíos del Paseo Marítimo

Los trabajadores de las empresas auxiliares de Navantia seguirán trabajando los domingos y Carnival y Royal Caribbean seguirán viniendo a Cádiz a reparar sus cruceros

Este jueves entra en dique el Allure of the Seas, uno de los gigantes de Royal Caribbean, que se podría haber caído si el conflicto se hubiera enconado

Los encuentros entre sindicatos, trabajadores de las empresas auxiliares y mandos de Navantia proseguirán a la espera de limar ciertos detalles que quedan pendientes

La naviera Carnival amenaza con no reparar ni un crucero más en Navantia Cádiz

El Allure of the Seas llegará este jueves al dique de Navantia, dando así muestra de que el conflicto laboral de los domingos ha quedado zanjado gracias a la buena voluntad de todas las partes / Julio González

Cádiz/Sobre las dos y media de la tarde asomaba la bandera blanca por la ventana del lugar en el que este lunes se vieron las caras representantes sindicales de Navantia y de la industria auxiliar, trabajadores y representantes de Navantia y Femca. Tenían en sus manos el futuro de la factoría de reparaciones de Navantia en Cádiz, ya que sus dos principales clientes, Carnival y Royal Caribbean, amenazaban por escrito con dejar de venir a reparar, a dar trabajo y a dejarse sus millones de euros en la Bahía de Cádiz si los trabajadores de la industria auxiliar dejaban de trabajar los domingos.

La decisión era muy delicada pero testigos presenciales del encuentro destacan a este periódico que, en todo momento, se demostró que había muy buena predisposición por todas las partes para poner fin a esta situación que mantenía en vilo el destino de la única factoría de Navantia de la provincia de Cádiz que termina todos los años con los números en negro, ya que San Fernando y Puerto Real no manejan los mismos designios por la falta de carga de trabajo.

Hace unas semanas este periódico sacó a la calle algo que se venía manteniendo sólo de los muros del astillero para adentro, ya que la ciudadanía se ha acostumbrado a ver en Navantia cómo salía un crucero para dejarle el hueco a otro para empezar su puesta a punto lo antes posible para poder seguir haciendo sus rutas, paseando a los cruceristas y, sus navieras, ganando dinero.

El problema se reducía a trabajar todos los domingos o ponerle un "closed" en la puerta como un camión. La segunda opción era inviable y podría haber significado el apocalipsis para la factoría y para todos sus trabajadores y para los empleados de aquellas empresas auxiliares que llevan años comiendo de los trabajos que llevan a cabo en el astillero de la capital.

Cierto es que ahora vivían un momento feliz ya que podían elegir incluso decirle algún que otro "no" a Navantia porque ahí estaba, por ejemplo, Dragados Off Shore, loco por pillar empresas auxiliares para las decenas de trabajos que componen la carga que les dará vida, al menos hasta 2023.

Esa situación de bonanza les llevó a plantearse no trabajar para Navantia los domingos para así intentar organizar sus vidas con ese modelo de calendario laboral y evitar la esclavitud que vivían muchos de sus trabajadores que, según testimonios ofrecidos a este periódico podían llegar hasta de 24 horas al día.

La solución pasaba por que Navantia contratara a más personal, algo que tenía y tiene claro que no lo hará para evitar tener que tragarse a una plantilla que, en cuanto pase esta ola que aún no tiene fecha de caducidad, podría convertirse en una carga imposible de llevar adelante de manera honesta. Así, para apoyar y, de hecho, para hacer la gran mayoría de los trabajos que requieren los cruceros cuando llegan a Cádiz, Navantia no tiene más remedio que acudir a decenas de empresas auxiliares para pintarle, ponerle las moquetas, llevar a cabo labores de carpintería, herraje, etcétera. De manera que ambas partes, Navantia y la industria auxiliar iban de la mano sí o sí o todo esto se iba al garete.

Pero todo surge cuando la carga de trabajo llega a un extremo que las empresas auxiliares no saben gestionarla y empiezan a someter a sus trabajadores a horarios imposibles de asumir, dejando de lado la conciliación familiar e incluso la propia seguridad de los trabajadores que ponían en riesgo sus vidas con tal de acabar los trabajos en tiempo y forma para seguir siendo el mejor astillero de reparaciones del mundo y el que más navíos recibe al año.

Dada esta situación, entre las medidas que proponen las empresas auxiliares era dejar de trabajar los domingos, algo que sus trabajadores lo vieron como la salvación a su situación de estrés y algo que podria hacerles recuperar sus vidas. Pero ocurría una cosa: si se dejaba de trabajar el domingo, un trabajo que la naviera necesita que se haga en 21 días, como suele ser el periodo que dura una varada tradicional, requería más tiempo.

Y un problema que aclara también la postura de Carnival o Royal Caribbean: para las compañías de cruceros cada minuto de más se traduce en miles de euros de más. El "timing" de las compañías es muy ajustado y esto se suma a que tienen una piel muy fina y no quieren conflictos con nadie. Saben que si este astillero no les da buenos resultados se llevan sus flotas a otro astillero que les recibirá con los brazos abiertos. De hecho, fuentes bien informadas, indicaban a este periódico que los astilleros franceses de Brest y de Marsella se frotaban ya las manos como las moscas ante un pastel de miel confiando en que la reunión de este lunes se fuera al traste para que Carnival y Royal Caribbean se marcharan con sus barcos a otra parte.

Las navieras no pueden perder el tiempo ya que si contratan que deben salir del dique un 21 de enero, tiene que ser un 21 de enero. No les vale un 22 porque seguramente ese 22 tienen que estar, por ejemplo en Southampton para recoger a los pasajeros de uno de sus trayectos. Y, de hecho, entre Cádiz y Southampton dar las últimas puntadas a la puesta a punto para que los primeros turistas que lleguen al buque ni se enteren de todo lo ocurrido en el interior del navío durante su varada o su reparación.

Pues todo este negocio se paseaba por el filo de una navaja desde el momento en el que las empresas auxiliares dijeron que no trabajaban los domingos. Al dar a conocer esta decisión, se encendió la luz roja a las navieras y empezaron a enviar correos electrónicos a los mandatarios de Navantia diciéndoles que si no se trabajan los domingos, se iban. De hecho este periódico ha podido tener acceso a esos correos electrónicos y damos fe de que ese "pues nos vamos" no era una amenaza en plan brindis al sol sino que se iban y se quedaban aquí silbando los trabajadores de Navantia, Navantia, y los cientos o miles de trabajadores de la industria auxiliar que dependen de la reparación de cruceros.

Este lunes había que tomar una determinación pero la jornada se iniciaba con muy buen rollo. Ni más ni menos, este domingo pasado la industria auxiliar gaditana trabajó como señal de buena voluntad, de manera que todo hacía pensar que ya se trataba sólo de poner ciertos matices sobre la mesa para que la fumata blanca saliera por las chimeneas de la factoría de Cádiz.

Y así fue. A la hora de comer, Navantia empezaba a cruzar sus primeros correos electrónicos con Carnival y con Royal Caribbean diciéndoles que se olvidaran del problema de los domingos y que santas pascuas. Todo quedaría igual que hasta ahora, con lo que la Bahía en general ha salido ganando y amaga el fantasma del paro el cierre de muchas de estas empresas auxiliares que sobreviven gracias a esas labores que llevan a cabo a esos grandes buques turísticos.

Cada uno jugó la ficha y todos guardaban un as bajo la manga. La primera Navantia que se ha negado durante años a diversificar aumentar el listado de empresas auxiliares a las que acudir para llevar a cabo todos los trabajos. Hasta ahora se negaban y eran los propios sindicatos del astillero los que recomendaban a la empresa a ampliar el menú para así tener más donde elegir y más donde negociar para conseguir un buen trabajo y un buen precio para hacer aún más competitivo a este astillero de fama internacional.

Imagen de archivo de un buque de la naviera Carnival en el astillero de Puerto Real de Navantia, donde fue desviado al encontrarse la factoría de la capital con un overbooking / Julio González

Esto ha obligado a las empresas auxiliares a pararse a pensar. Saben que si esto ocurriera, sus trabajos peligraban porque Navantia podía acudir a una empresa de Dos Hermanas o de Huelva o de donde fuera a la que nunca había acudido para que pintara el casco o para que le hicieras estos u otros trabajos de fontanería. Le vieron las orejas al lobo y han optado por olvidarse de esa opción de no trabajar los domingos. Pero eso sí, no quieren dejar de lado el pensamiento de que la "esclavitud" que denunciaban en días pasados algunas de estas empresas auxiliares deben tener también los días contados y si hace falta contratar a más gente pues habrá que contrata. Y si había que hacer turnos para que los domingos sean cubiertos por turnos pues así tendrá que ser.

Y, además, eso de trabajar los domingos se hará cuando sea estrictamente necesario. Desde el comité de empresa de Navantia Cádiz, su presidente, José Antonio Bolaños, no podía ocultar su alegría por el final del conflicto, y comentó que clientes como la armada o como puede ser el dueño de la estructura cajonera que ahora mismo se repara en Cádiz no tienen tanta prisa y pueden permitirse el lujo de no tener un turno de domingo a los hombres y mujeres trabajando a bordo.

Y otra exigencia que han querido imponer a Navantia es arreglar el control de los tornos. Es algo que puede sonar a un tema menor pero no lo es. Y la prueba es que Navantia ha contratado o va a contratar a una persona exclusivamente para velar por que ese control de los tornos de acceso a Navantia funcionen.

Y cuando dicen que funcionen no se refieren a ninguna cuestión técnica sino que quieren que se afiance el control de los turnos de trabajo de los obreros de la industria auxiliar y que su propia tarjeta de trabajo haga como de tacómetro en los camiones. De esta manera, si un trabajador lleva ya un cierto de horas trabajadas en una misma jornada o durante una semana concreta, que no le deje ni entrar en la factoría. Con esto se controlará esa "esclavitud" y exceso de turnos que no sólo llevan al hartazgo a los propios obreros, sin poder conciliar sus trabajos con la vida labora sino que se puedan evitar muchos accidentes laborales que se producen precisamente por esta sobrecarga de horas de trabajo.

De esta manera, como decía el famoso cantante con residencia en Miami, en el astillero gaditano "la vida sigue igual" o al menos, casi igual, y qué mejor manera de demostrar que será así que este jueves se espera la entrada en el dique principal del astillero gaditano del Allure of the Seas, uno de los gigantes de la flota de Royal Caribbean, que permanecerá en la capital, cómo mínimo, durante 21 días para llevar aquí a cabo su varada tradicional y su puesta a punto para que los turistas se encuentren cada cosas en su sitio y el barco como una patena para pasar lo mejor posible sus codiciadas vacaciones.

Comunicado oficial de Navantia sobre la reunión

"Este lunes se ha celebrado una reunión en la que han participado representantes de la Unidad de Negocio de Reparaciones de Bahía de Cádiz, empresas colaboradoras y sus delegados sindicales, UGT-FICA y el Comité de empresa de Navantia.

Navantia agradece la disposición de todos los participantes en esa reunión con el objetivo de que el astillero de Cádiz y su industria auxiliar sigan siendo, como hasta ahora, referentes en la reparación de buques, incluyendo cruceros.

Existe compromiso por todas las partes para la búsqueda de soluciones, algunas de ellas específicas para ciertos gremios o empresas colaboradoras, que permitan racionalizar el trabajo los domingos cuando las tareas de reparación de buques lo requieran.

Por su parte, Navantia se compromete a intensificar los controles para garantizar que se cumplen las disposiciones del convenio colectivo del sector del metal en cuanto a horarios y descansos de los trabajadores de la industria auxiliar en el astillero de Cádiz. La decisión referente a que un trabajador acuda a las instalaciones de Navantia y el cumplimento de los descansos establecidos depende de cada empresa colaboradora; no obstante, Navantia intensificará los controles."

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