Otra encrucijada para el PSOE
Letras capitulares
Los socialistas tienen que decidirse entre apoyar la propuesta de pisos turísticos que no comparten, o rechazarla y soportar los ataques y presiones del gobierno y su entorno
Para la decisión final se reunirá en estos días la ejecutiva local del partido
La expresión “entre la espada y la pared” pocas veces ha estado tan nítidamente reflejada en la política municipal como en estos cinco días que restan hasta la celebración del Pleno de noviembre. No es la primera vez que el PSOE se encuentra en una tesitura similar, a la que periódicamente viene enfrentándose desde las elecciones municipales de 2015; una auténtica encrucijada que le obliga a decidirse entre apoyar una propuesta que no comparten, o votar en contra con las consecuencias políticas que entienden que eso puede conllevar.
En esta ocasión, el motivo de la indefinición socialista es la propuesta de regulación de los pisos turísticos y equipamiento de hospedajes que el equipo de gobierno va a elevar al Pleno del viernes y que requiere una aprobación por mayoría absoluta, lo que exige que además de los 13 concejales del gobierno local haya al menos un concejal más que apoye la moción.
En términos generales, el planteamiento de Kichi y su equipo es el mismo que fracasó en julio del pasado año. Y eso que entonces anunciaron un proceso de negociación con el PSOE que 16 meses después ha supuesto otro fracaso, sin apenas contacto entre las partes en este casi año y medio. Así las cosas, el PSOE tiene que decidir ahora entre apoyar la moción, desdiciéndose de lo que viene manteniendo desde julio del pasado año; o volver a rechazarla, impidiendo que salga adelante y soportando entonces el ataque del gobierno municipal y sus distintas extremidades externas (colectivos y entidades afines que cargarán contra los socialistas).
En el PSOE son muy conscientes de esta realidad, y a día de hoy aseguran no tener clara la postura que adoptarán el viernes. Hasta tal punto llega el desconcierto, que en estos próximos días se va a celebrar una reunión de la ejecutiva local socialista solicitada por la portavoz del grupo municipal, Mara Rodríguez, para analizar la propuesta y adoptar una decisión conjunta. Seguramente quiera con ello la portavoz evitar que el grupo municipal tome una postura que luego sea rectificada por la ejecutiva.
La intención de los socialistas es poner límites a la proliferación del uso turístico de las viviendas y el suelo residencial. Pero en el partido no comparten la propuesta defendida por Martín Vila (con el apoyo del alcalde y su equipo), que consideran demasiado radical y que, para colmo, no soluciona el que para el PSOE es el principal problema de este efecto turístico: las Viviendas con Fines Turísticos, cuya regulación escapa a los límites del Ayuntamiento.
Por tanto, el PSOE de Cádiz anda estos días deshojando pétalos con los pisos turísticos en el centro de la flor -la rosa, claro está-. Entre los cinco concejales del grupo municipal y los miembros de la ejecutiva local tienen que decidir si apoyar una propuesta que contradice el posicionamiento de los socialistas, o si rechazan otra vez el punto, con lo que eso supondrá de ataques y presiones del gobierno municipal y su entorno. Por medio, alguna posibilidad de elevar algún tipo de enmienda que maquille el escenario que una vez más, y como viene ocurriendo desde 2015, deja a los socialistas de Cádiz en una auténtica encrucijada.
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