Un escenario desconocido

Esta vez sin el apoyo del PSOE, el alcalde suma su primer fracaso.

Pedro Manuel Espinosa

10 de julio 2015 - 06:55

EL nuevo tiempo que vive el Ayuntamiento de Cádiz tuvo ayer un primer acto descolorido pero que sirvió para hacerse una idea de lo que puede deparar una legislatura que se antoja convulsa y complicada. En la noche electoral todos los partidos hicieron hincapié en que los ciudadanos habían hablado y que su mensaje era claro: queremos más diálogo, menos rodillo, más consenso. Pero de momento los grupos municipales gaditanos hablan idiomas diferentes. Se han instalado en su particular Torre de Babel y si no son capaces de ponerse de acuerdo para decidir los sueldos o las competencias del Pleno parece complicado que lo hagan para asuntos mayores.

Primer día de colegio

Fue una mañana de reencuentros y escenas inéditas. Teófila Martínez llegó comandando el grupo popular y se dirigió sonriente hacia su bancada en la oposición. En ningún momento tomó la palabra y fue Ignacio Romaní el único que intervino. Tras levantarse la sesión se dirigió a las dependencias de su grupo municipal, donde conversó con Miguel Medina junto a algunos compañeros. "Viene con las pilas cargadas", comentó uno de sus concejales. De momento parece que la intención de la ex alcaldesa es mantenerse en un discreto segundo plano, aunque no tardará en comenzar una ronda de conversaciones con sectores de la ciudad para demostrarles que está ahí.

Nueve minutos

Tantas ganas que tenían los políticos gaditanos de echarse al ruedo y en nueve minutos se levantaron despavoridos. ¿Y dónde fueron? Pues a hablar sí, pero con los medios de comunicación, en corrillos por los pasillos del Consistorio. José María González, Ignacio Romaní, Fran González, Martín Vila y Juan Manuel Pérez Dorao explicaron a los periodistas sus ideas. Y uno se pregunta: estando todos sentados en sus sillones de concejales, con los oídos afilados de la prensa más atentos que nunca, con Onda Cádiz emitiendo por primera vez en directo el Pleno para que todos los gaditanos pudiesen seguirlo desde sus hogares, ¿no habría sido mejor decirse lo que querían decirse sin intermediarios? El Pleno está para debatir, comentó el alcalde días atrás, cuando tuvo conocimiento de las quejas de la oposición. Sin embargo ayer se conformó con levantar la sesión sin más reproches, con un "seguiremos negociando". Quizá ayer hubiera sido buen momento para empezar a hablar, incluso a discutir. Más allá de que los ocho puntos del día del pleno de organización fueran rechazados por la oposición.

Dinero

Un concejal liberado del Partido Popular cobraba en la anterior legislatura 2.200 euros netos. Ahí estaban incluido todos sus emolumentos, hasta la asistencia a los plenos. A partir de ahora, Por Cádiz Sí se Puede quiere que esa cantidad se rebaje hasta poco más de 1.800 euros. El problema surge cuando pretende que sus nueve concejales estén liberados y los miembros de la oposición no, pasando a ganar una discreta cantidad por acudir a las sesiones plenarias. Más allá de ejercicios demagógicos, lo normal es que los miembros de cada grupo municipal tenga unos ingresos para poder llevar a cabo su labor. Romaní recordó al alcalde que en todas las instituciones se paga, y bien, por estar en la oposición. Cobran los parlamentarios andaluces, los diputados provinciales y también deben hacerlo los políticos si los ciudadanos quieren que lleven a cabo su labor. Porque está muy bien eso de ser una persona pública y de cuidar que los sueldos no excedan de lo que las arcas municipales pueden sostener, pero los políticos que no tienen otros ingresos también tienen casas, hipotecas, hijos... Intentar obviar que el dinero es necesario para vivir es pueril. Además luego está la cuestión, extraña cuando menos, de que cualquier funcionario puede ganar más que el propio alcalde, que es la persona con más responsabilidad política ahora de la ciudad, sobre la que van a recaer todas las presiones, el que va a soportar una labor descomunal. La situación económica del Ayuntamiento es mala, pero con brindis al sol no va a mejorar.

Poca química

Viendo cerca a José María González y Fran González uno se da cuenta de que no hay química entre ellos, de que no han conectado, más allá de sus ideales políticos. José María González debe al PSOE haber logrado la Alcaldía, pero esto no le servirá de nada si no consigue convencer a los socialistas de que su oposición no puede convertirse en una pared de frontón. Y el secretario general del PSOE local ha dicho por activa y por pasiva que no podía permitir gobernar más tiempo a la derecha en la ciudad, pero tampoco parece que vaya a dejar que PCSSP tenga una legislatura apacible. Posiblemente porque sabe que a pesar de que el PSOE ha obtenido los peores resultados electorales de su historia en la ciudad, ahora mismo tiene la sartén por el mango. Una oportunidad única para ir tomando posiciones de cara al futuro.

Los 100 días

Siempre se ha hablado de que lo cortés de dejar pasar 100 días antes de iniciar las críticas al adversario político. Esta máxima se ha roto pronto en Cádiz. Ayer el lenguaje contra el alcalde se volvió más duro, con alusiones al sueldo de su pareja y al suyo propio, o afirmaciones dirigidas a criticar que se haya blindado su sueldo con su cargo en Diputación ante una hipotética moción de censura.

Expectación

El Salón de Plenos se quedó pequeño ayer. Mucho público hacía cola desde primera hora de la mañana para ocupar un sillón desde el que seguir su desarrollo. Entre los asistentes también había trabajadores del servicio de vigilancia de la planta de Altadis, que se han quedado sin trabajo después de que la tabaquera haya vendido los terrenos que ocupaba la factoría al Consorcio de la Zona Franca. Al integrarse esta zona en el Recinto Fiscal será la Guardia Civil quien se encargue de la vigilancia y piden que se les recoloque.

stats