La zona de Extramuros de Cádiz se apunta a la zona verde y naranja
Las asociaciones de vecinos andan enfrascadas en consultas a las comunidades de propietarios y reuniones con el Ayuntamiento para eliminar el aparcamiento libre de las calles y plazas de Puertatierra
El proceso iniciado en La Laguna también se hace en la Barriada o en Segunda Aguada
Lo que empezó, hace ya muchos años, como una modalidad puntual para favorecer el relevo en el estacionamiento y el acceso a una plaza de aparcamiento temporal para realizar gestiones, compras o actividades similares, se ha ido extendiendo progresivamente en toda la ciudad de Cádiz. Especialmente en los últimos años, donde el gobierno de José María González impulsó una nueva visión de la movilidad, del tráfico y del aparcamiento, especialmente de la mano del ejecutor de estas políticas, Martín Vila.
Todo ello va camino de extenderse ya a toda la ciudad, prácticamente a todos los rincones de la vía pública que permiten el estacionamiento de vehículos. Esto ya ocurrió en el casco histórico hace unos años, primero con la introducción experimental de la zona naranja, que favorecía el aparcamiento a los residentes (en aquellos inicios por 1 euro al día y teniendo que cambiar de sitio el vehículo cada cierto tiempo), y más tarde con la zona verde, implantada en todas las calles interiores. Ya no existe una sola plaza de aparcamiento en la vía pública del casco histórico por la que no haya que pagar. Incluso en una zona tan remota y tan alejada de cualquier residente como la Punta de San Felipe, pintada de naranja, o la bolsa de estacionamiento de la Avenida de Astilleros, a medio camino entre intramuros y extramuros, que el Ayuntamiento anunció que sería libre y al poco tiempo pintó en azul y naranja.
Esta experiencia vivida en la parte vieja de la ciudad tiene todos los visos de que en cuestión de meses se va a vivir en todo extramuros. De la zona naranja que pasó del verano a todo el año en Muñoz Arenillas, a la naranja y verde de la zona de Los Porches, que al principio se acogió incluso con movilizaciones vecinales. De Bahía Blanca (donde también se permite estacionar a los vecinos del casco histórico) a Loreto y a Los Corrales, que hasta ahora han sido los últimos puntos de la ciudad, los últimos barrios, donde aparcar libremente ya no es posible.
Ha sido esta última regulación del estacionamiento, precisamente, la que parece va a provocar un vuelco importante al escenario actual. Ya informaba este periódico ayer de la firme intención del barrio de La Laguna de convertir todas las calles en aparcamiento exclusivo para residentes, y de limitar el estacionamiento a zona naranja en Pintor Zuloaga. Una medida que tenía como último y decisivo detonante la puesta en marcha de la zona verde de Loreto, que había provocado estas semanas un importante desembarco de conductores ávidos por lograr una plaza de aparcamiento sin coste en La Laguna.
Consultas vecinales en los barrios
Este barrio no va a ser el único que proponga al Ayuntamiento la implantación del estacionamiento regulado en sus calles. De hecho, las asociaciones de vecinos Bellavista Recuperada y Entre Dos Puentes Gaditanos se han unido para plantear a sus vecinos esta posibilidad de favorecer el aparcamiento a los residentes, abriendo un proceso participativo que determinará si eleva o no una petición formal al Ayuntamiento.
En estas mismas circunstancias andan también en la zona de Segunda Aguada. Su asociación de vecinos acaba de acordar solicitar "una reunión urgente" con el concejal delegado de Movilidad, José Manuel Verdulla, "para conocer todo lo concerniente a la implantación de las zonas de aparcamiento regulado, así como las condiciones de su aplicación en Segunda Aguada, en caso de que aquella sea demandada por la mayoría de los vecinos".
En paralelo a esta gestión con el Ayuntamiento la asociación va a plantear a las comunidades de propietarios del barrio "la celebración de sus respectivas asambleas para efectuar la consulta sobre la implantación de zonas de aparcamiento regulado", de manera que la decisión que se adopte tenga garantizada "la mayor participación y representatividad de los vecinos".
Una decisión 'provocada'
Al igual que ocurría con el barrio de La Laguna, explican en Segunda Aguada que el inicio de esta consulta en relación a las zonas verdes y naranjas se debe a "la progresiva implantación de zonas de aparcamiento regulado que se está llevando a cabo en algunos barrios de extramuros", y a las consecuencias que eso está teniendo o podría tener en las calles de este barrio por esos coches no residentes que busquen nuevas zonas de aparcamiento libre.
De este modo, "están siendo los propios vecinos los que vienen demandando dicha regulación" en base a estos efectos colaterales que está teniendo la puesta en marcha de estacionamientos regulados en determinados barrios cercanos a aquellos que ya disfrutan de unas zonas verdes y naranjas que todo hace indicar que terminarán ocupando todo el mapa de estacionamiento en la vía pública de la ciudad.
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