Es febrero... y Esto es Carnaval
Carnaval
Las callejeras se hacen con el protagonismo en un Sábado de Carnaval atípico pero con muchas ganas de fiesta
Mucho público desde primeras horas del día
Guía de las agrupaciones callejeras de este febrero
Pregunta: ¿Si hay papelillos en el suelo, si hay serpentinas colgando de los cables de la luz (con lo cara que está), si hay gaditanos cantando en la calle, si hay niños disfrazados de peluches, si hay puretas con gorros de vaqueros, si hay antifaces y gafas de sol aunque el astro rey se haya escondido tras el Castillo de San Sebastián, si resuenan los martillazos en las calles y corre la cerveza y el moscatel de Chiclana... Estamos en Carnaval, Cadi? El Kichi dice que no. La Lola dice que no. Pero estamos en Carnaval. Es febrero y Cádiz no se queda en casa. ¿Por qué iba a hacerlo? Si es Carnaval en Río y en Venecia, si el virus puñetero no frena a Putin para invadir Ucrania, ¿por qué en Cádiz no es Carnaval? Ni mijita. Ni Carlos III, ni Franco pudieron callar al gaditano. Y tampoco pudo hacerlo el coronavirus. Tesquipuí. Es febrero y dan ganas de cantar. Coplas de Rosado, del Gómez, las Momias, el Ares, Martín, Quiñones, Paco Alba, grande siempre el viejo, un elegido de la armonía imposible, de ese tenor y esa segunda separándose para que el pasodoble suene caletero. Es febrero y es Carnaval. Y así lo tomó ayer Cádiz.
Los autobuses de la línea 1 bajaban repletos hasta el casco histórico. Las paradas llenas de gente. ¿Por qué no te vas andando desde la Comisaría hasta Puertas de Tierra primo? No lo entiendo. Qué de osos polares. Ni que estuviéramos en la cabalgata de Reyes. Los chavales tomaban posiciones. Un grupo valiente en la plaza de Mina hacía acopio de calimocho como si Putín estuviera en el callejón del Tinte. ¿Todo esto será para toda la semana no?, le preguntamos. Esto es para hoy, dicen los tíos, con seis garrafas de cinco litros. Juventud divino tesoro.
A las dos de la tarde la Plaza de las Flores ya apunta maneras. Hay chirigotas y romanceros. En la calle Ancha actúan Los que tienden a exagerar ante un público que se parte con sus cuplés verderones. Una muchacha con el periodo es la gran protagonista de sus cuplés. Un matrimonio con cara de las highlands escocesas se vuelve escandalizado. Si es que estos gaditanos tienen mu poquísima vergüenza.
El Carnaval de este febrero atípico, alegal, no se ciñe sólo al casco histórico. En la plaza de los Porches actúan Los mixtolobos, un grupo que nunca falta a su cita y que engarza tandas de cuplés para regocijo de un público amante del buen vino. Que Cádiz no está reñido con Jerez, oiga.
A las tres de la tarde, en San Francisco resuenan los acordes inconfundibles del trío del pasodoble de Los yesterdays. El gran Carmelo, amigo de este que les escribe, no se da por enterado. Es el único claro. Son Los Yesterdays amigo. Palabras mayores. “Está feo cantar Los yesterdays o Los Piratas”, me dice muy serio. Posiblemente tenga razón. Así que en Las Nieves, donde amigos de toda la vida se citan cada año, resuenan las coplas más añejas, esos pasodobles de Pedro Romero y del Noly que en la garganta de Juan Landi y Montserrat Macías (nieta del gran Macías Retes) suenan al Carnaval de siempre, al compás del 3x4, al Carnaval de los 80 que tanto marcó a las generaciones actuales.
Por la Viña crece el ambiente. La calle de La Palma y Corralón de los Carros se llenan de redobles de cajas, platillos y bombos. ¿El Carnaval por favor?, pregunta un gachó con cara de despistado y acento de Salamanca. ¿Po no lo estás viendo cohone?, le responde un paisano.
Hay algunas mascarillas pero le ganan las máscaras. A mi colega Carmelo se le ha perdido su antifaz. Lo compró esta mañana en el chino de la Zona Franca pero lo ha perdido. En su casa. Tiene guasa. “La gata quillo, me lo ha escondido la gata”, dice con los ojos maquillados. Y yo me río por no llorar. Puta Catwoman. Así que, para olvidar, nos vamos a la Torre Tavira, donde la chirigota de Paquito Gómez, Coristas a la calle, está interpretando un repertorio cachondísimo. De casta le viene al galgo. Y estos chirigoteros del Airon nunca defraudan. A poca vergüenza no hay quien les gane.
La tarde decae. Las cervezas desaparecen y los vasos largos avanzan en formación, invadiéndolo todo. La gente ya no habla del virus. Los expertos virólogos corren en desbandada o han mutado en geopolíticos que dan lecciones sobre la IIGuerra Mundial, la invasión frustrada de Hitler de los Sudetes en el 38 y las semejanzas con el avance soviético (perdón, ruso) hacia el oeste. Ay qué casualidad, ahora una guerra mundial, la gente no respeta ni que estamos en Carnaval. La copla del cuarteto del Peña que llenó el Carnaval del 91 con Tres notas musicales vuelve a resonar. Si es que al destino le gustan las repeticiones. Quién sabe si una bomba nuclear caerá en Rota... Y todos muertos... que cantara Zombies en su estribillo. Era el Martínez Ares más dramático. Ahora su tragedia es decidir si concursa en mayo o se guarda su arsenal de coplas para febrero del 2023. Jo, qué lejano se ve.
El caso es que Cádiz, en este Sábado de Carnaval, no se ha quedado en su casa y disfruta de la vida, con coplas, con amigos, con risas y palabrotas, con amores de siempre y besos nuevos, con chavales de 20 años y chavales de 50. Porque... Es lo que nos vamos a llevar.
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