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"El Festival de Música Española no se está haciendo desde Sevilla sin mirar a Cádiz"

Violeta Hernández, responsable de la cita, habla de las características de la presente 22 edición tras la transformación profunda que experimentó la cita el pasado año

La también directora del Instituto Andaluz de las Artes Escénicas y la Música asegura que cuando aterrizó en el festival gaditano los cambios ya estaban planteados, pero le parecieron bien

Festival de Música Española de Cádiz 2024: Programación completa, horarios, entradas

La responsable del Festival de Música Española de Cádiz, Violeta Hernández. / Jesús Marín

Cádiz/Prefiere no sacar la credencial de la denominación de origen, ni siquiera le gusta hablar de su vida personal, pero Violeta Hernández, directora del Instituto Andaluz de las Artes Escénicas y la Música y responsable por segundo año consecutivo del Festival de Música Española de Cádiz, se muestra entregada con la ciudad, la ciudad que la vio nacer, con la cita que cumple 22 ediciones y con imprimir su sello, un sello de calidad, en la programación cultural que tiene entre manos. Un programa que el pasado año, cuando la gerente debutó al frente de la iniciativa de la Junta de Andalucía, experimentó una importante transformación abriéndose desde la exclusividad de las músicas historicistas, a otros géneros más actuales. De esa edición inaugural para Violeta Hernández y del presente festival, que se extenderá hasta el próximo 24 de noviembre, habla la gestora cultural y creadora.

Pregunta.–En su presentación, la consejera Patricia del Pozo tildó al Festival de Música Española de Cádiz como el más importante de nuestro país, ¿fue demasiado entusiasta, en realidad es así o no tien mucha competencia en su género?

Respuesta.–Bueno, no podía valorar si fue más o menos entuasiasta, pero sí creo que vino a poner en valor una realidad que es que el Festival de Cádiz lleva 22 años celebrándose en una ciudad que no es Madrid, ni Barcelona, ni siquiera Sevilla, y eso tiene mucho mérito. Creo que a eso se refería la consejera. Y respecto al género del festival, aunque empezara siendo un festival exclusivamente dedicado a las músicas históricas, ahora lo hemos abierto y, desde mi punto de vista, es algo muy positivo porque, realmente, es el camino que están tomando muchos festivales buscando la renovación de públicos, precisamente, para traerlos a las músicas históricas. Es lo que está haciendo el Festival Internacional de Arte Sacro de Madrid, donde si ahora miras la programación, pues también es muy variada. Y desde luego el Festival de Cádiz no tiene nada que envidiarle hoy por hoy a este tipo de festivales de grandes capitales que se están abriendo desde la música clásica hacia otros estilos.

P.–Y con ella llegó la revolución. Este camino se empezó a andar en nuestra cita cuando usted tomó las riendas el pasado año. ¿Cuál fue el principal motivación de este giro?

R.–La verdad es que cuando yo llegué este modelo de cambio ya estaba planteado. Pero, bueno, me subí al carro porque me pareció bien, y ya es en esta edición es donde creo que realmente estoy pudiendo poner más mi sello porque llevo trabajándola desde que terminó la anterior. 

P.–¿Qué balance me puede hacer de ese primer año?

R.–El balance es bastante bueno porque un festival que dura 10 días en una ciudad como Cádiz tiene que mirar a toda la ciudadanía. Esa fue la estrategia desde el año pasado, implicar a todo el mundo, que la gente sintiera que es un festival que le pertenece y donde todo el mundo encuentra algo que le guste. Y todas esas acciones que pusimos en marcha el pasado año en ese dirección, por ejemplo, las dirigidas a implicar al público joven, funcionaron. Lógicamente, este festival no es fácil, ni es nuestra intención que lo sea, sino todo la contraria. Es un festival para incentivar la escucha y la profundización en el mundo de la música y donde siempre habrá conciertos de riesgo, eso lo asumimos, porque somos una entidad pública. Pero el balance fue muy positivo porque vimos que abriéndonos a otros estilos, la ciudadanía reaccionaba. 

P.–Decía antes que en esta edición se ponía más sello. ¿Cuál es, qué lo caracteriza?

R.–Mi objetivo es generar una identidad en torno al festival y hacer partícipe de una manera más clara a la ciudadanía de Cádiz poniéndole fácil el encuentro con el festival, pero no así las músicas con las que se va a encontrar. Yo lo que busco es un sello de calidad y de amplitud de miras. Creo que hay muchos festivales temáticos a lo largo del año en todas partes y a mí, personalmente, lo que me apetece es ir encontrándome con diferentes géneros siempre que me ofrezcan calidad. Y eso es lo que se ve en esta programación, tanto lo que hay de música histórica, con los nombres que están en todos los festivales grandes nacionales e internacionales; como la apuesta por las músicas más actuales, donde todo está bastante seleccionado y no verás cualquier cosa aún a riesgo de que no venga mucha gente a algunos conciertos porque no son fáciles.También estará el encuentro con las músicas del mundo, con el folklore, pero no como moda, sino con aquellos artistas que lo hacen de una manera profunda.Y eso es lo que he intentado transmitir, ese es el camino que estamos trazando con este nuevo festival, el de conectar con todo tipo de melómanos en la ciudad. 

P.–Y en ese camino, ¿no tenían cabida las orquestas institucionales andaluzas?

R.–Yo creo que la desaparición de las orquestas institucionales del festival tuvo más que ver con hacer una programación para estas cuatro orquestas que fuera más lógica y más descentralizada, como orquestas financiadas por la Consejería de Cultura que son, que con el propio Festival de Cádiz. Tenemos una primera edición de Andalucía Sinfónica donde se ha contemplado que en la provincia de Cádiz hubiera conciertos tanto en el Falla como al Villamarta, yo creo que por la entidad que también tiene el coliseo jerezano; pero habrá más ediciones que se irán trabajando a partir de ahora con el festival porque sí me gustaría para el año que viene que el festival participara de Andalucía Sinfónica y que algunos de sus conciertos se celebraran en el marco del Festival de Cádiz. Por otro lado, sinceramente te digo, no creo que tuviera mucho sentido que un festival tuviera cuatro orquestas sinfónicas en su programación. Yo veo más razonable hacer una programación que le dé su sitio a las músicas históricas, también a otras músicas y, por supuesto, también a las orquestas, pero no a todas en la misma edición. Creo que es un poco sobredosis.

La directora del Instituto Andaluz de las Artes Escénicas y la Música, y del Festival de Música Española de Cádiz, Violeta Hernández. / Jesús Marín

P.–Otro aspecto que me ha llamado la atención este año tiene que ver ya no con el fondo sino con la forma. El Festival de Cádiz, lo llama, y también en cartelería, en la web, en la presentación, utilizan ese apelativo para el Festival de Música Española Manuel de Falla. Había que darle una vuelta a un nombre tan largo, ¿no?

R.–Como te decía, uno de los objetivos era crear una identidad para el festival y al nombre le dimos muchas vueltas porque, bueno, Festival de Música Española de Cádiz Manuel de Falla, comercial no era. Al final pensamos que el nombre Manuel de Falla en el título no hace falta porque ya va intrínseco en el festival, en su programación y en su esencia. Y, bueno, la web es Festival de Cádiz y creo que se conoce así con, por supuesto, el subtítulo de Música Española, que no se lo vamos a quitar. Ya te digo, estuvimos jugando con el equipo de diseño y comunicación, con el área de música, viendo muchas posibilidades y, al final, yo creo que este nuevo logotipo y esta nueva identidad van a funcionar.

P.–Hágame alguna recomendación de las propuestas de este año

R.–Como sabes tenemos dos itinerarios, el de músicas historicistas y el de músicas actuales, pero que invitamos a mezclar, a probar de un sitio y de otro. Y, bueno, recomendaciones... A ver yo no me perdería ninguna de las propuestas que vienen al Gran Teatro Falla, están los que tuvieron la suerte de disfrutar ya de Yerai Cortés y de Israel Fernández, pero todavía tenemos por delante el concierto de Tulsa que es Premio Nacional de las Músicas Actuales por este Amadora que nos trae al festival y, además, viene en formato espectáculo escénico musical producido por Kamikaze, una de las grandes productoras del teatro nacional. La verdad que lo que viene es una joya que se va a poder ver también en muy pocos sitios por ahora, que se sepa, en Cádiz, en el Teatro Central en Sevilla, estuvo en teatros del Canal en Madrid, estará en el Festival Grec de Barcelona y en la muestra de Teatro Contemporáneo de Alicante. Además de que también te digo que Amadora es para mí el disco del año, es impresionante. Y, bueno, el cierre de El amor brujo con Esperanza Fernández y la Orquesta Bética, pues creo que no se puede poner un broche de oro más apropiado.

P.–¿Y del itinerario historicista, qué nos vemos?

R.–Bueno, yo te diría todo pero como me pides sólo algunos nombres pues yo no me perdería dos citas muy especiales de la jornada de hoy, a Cantoría, que es uno de los grupos de moda de la parte histórica, que está también en todos los festivales de primer nivel. Son 14 personas sobre escena entre cantores e instrumentistas, toda una experiencia, y vienen con su disco ¡A la fiesta, zagales! Y, por otro lado, tenemos a la Orquesta Barroca de Cádiz haciendo el Requiem de Mozart con una instrumentación especial, porque ya sabes que van a rescatar una partitura que se conserva en el archivo de la Catedral de Cádiz. Tampoco me perdería, por supuesto, a la Orquesta Barroca de Sevilla, que igual es la mejor orquesta barroca que hay a nivel nacional. 

P.–Venga, prescríbame una actuación más del itinerario que quiera

R.–Pues una muy especial, el Toíto se vende, un espectáculo itinerante que empezará en la Plaza del Palillero y desembocará en el Mercado de Abastos y que vamos a hacer el sábado 23. Es una propuesta especialmente creada para el Festival de Cádiz sobre los cantes ambulantes con participación del flamenco, del hip-hop, de la danza y que está dirigido por Ana Sánchez Acevedo, que es una de las más interesantes dramaturgas andaluzas. 

P.–Entonces, esto es producción propia del festival, ¿le gustaría ahondar también en ese camino?

R.–Sí, totalmente. Creo que una de las líneas a seguir es invitar a artistas a hacer algo específico. Toíto se vende, por ejemplo, surge de una conversación que mantengo con Javier Rivera, el gerente de la agencia de Instituciones Culturales sobre hacer, como se dice ahora, un site specific para el festival y él me habla de que le ronda la cabeza hacer algo sobre los cantes de venta ambulante. Me puse a investigar y entre la documentación me leí el libro Pregones y Flamenco de la editorial Atenaica y ya se me fue apareciendo quién podría llevar esa historia para adelante. Así que se lo comento a Pedro Rojas Ogáyar y me dice que él ya Ana Sánchez Acevedo ya estaban en el tema con un espectáculo que estaban creando que se llamaba Pregón y que estrenarían en el Central de Sevilla el año que viene. Así que vimos cómo podíamos llevar parte de esa investigación al Festival de Cádiz específicamente y le dimos esa visión itinerante. Así que bueno, Toíto es un encargo del festival aunque de alguna forma ya estuviera pensando.

P.–Otra novedad que trae consigo al festival es el ciclo de conversatorios al insertar La Duda Metódica en Cádiz  

R.–La Duda Metódica es un ciclo que inicié el año pasado vinculádolo con diferentes festivales de Andalucía para que en cada provincia encontrara un público, digamos, ya cautivo, así que este año he querido vincularlo al Festival de Cádiz. Se trata de ofrecerle al público diálogos entre artistas, diálogos artísticos pero enfocados al público no a la actividad profesional porque creo que a la gente también le interesa conocer el trabajo de los artistas más allá de la propia obra. Bajo esta premisa yo les doy total libertad a los artistas para que enfoquen sus charlas como quieran. Aquí, en el Festival de Cádiz, he insertado los diálogos en la actividad que he querido llamar Los Mediodías del Festival, también buscando ese punto de encuentro que creo que todo festival con identidad debe tener, un punto de encuentro para el público, pero también para los artistas que andan esos días por el festival, para que sepan que allí, en este caso en el Baluarte de la Candelaria, se pueden encontrar en estas actividades más distendidas y tomarse algo en el bar que está instalado allí. 

P.–Oiga, ¿hay lugar para el público infantil y el público familiar en el festival?

R.–Claro, se está haciendo un gran trabajo con la comunidad educativa y va a haber varios días reservados para los colegios con conciertos y talleres específicos para los escolares como los de Antropoloops y Lapso; y después en festivales como Elentroluch, que hemos movido al próximo sábado 23 de noviembre, y Microclima también habrá actividades para niños y familias. 

P.–¿Cuál es el retorno soñado que le gustaría que le llegara al finalizar esta edición del festival?

R.–Pues a mí me gustaría que se notara la renovación, que se valorara el esfuerzo en darle esa identidad y que Cádiz sienta que el Festival es de Cádiz, que Cádiz sienta que los conciertos pertenecen a un Festival importante, longevo, pero renovado. Creo que Cádiz tiene mucha suerte porque cuenta con una programación de festivales impresionante, además de la programación estable de teatros, tiene el FIT, Alcances, South Series, el Festival de Jazz, y nuestro festival de Música Española... Hay una programación cultural muy potente. Me gustaría con nuestro festival que la ciudadanía de Cádiz lo apreciara y se sintiera parte de él, porque este festival no se hace desde fuera, se hace desde Cádiz. Yo nací en Cádiz y tengo bastante implicación en la ciudad. No es un festival que se está haciendo desde Sevilla sin mirar Cádiz.

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