El flamenco inicia el camino desde el salón de actos a las aulas
Eduación
La inclusión de una asignatura optativa en 3º de ESO el próximo curso debería ser “el principio” de la incorporación de este patrimonio tan gaditano en todos los niveles educativos
Cultura del Flamenco, Cultura de Cádiz
Cádiz/Estamos en marzo de 2023, por lo tanto, han tenido que transcurrir 40 años de Autonomía, dos Estatutos, “16 años del último en el que se incluía al flamenco como competencia exclusiva del Gobierno andaluz”, y 13 años desde que fuera nombrado Patrimonio Inmaterial de la Humanidad para que una Ley del Flamenco llegue al Parlamento de Andalucía y, con ella, el propio flamenco al currículo escolar de los niños andaluces. En un curso sólo (3º de la ESO), en una única y optativa materia (Cultura del Flamenco) , sin un plan formativo claro para los profesores que se encargarán de impartirla, pero, con todo, el nuevo curso marcará “un principio”, el del flamenco en el sistema educativo andaluz. El principio de un camino que habrá que apuntalar “muy bien” y que los centros educativos de Cádiz deberían impulsar y recibir con los brazos abiertos pues hablar de Cultura del Flamenco es, sin duda, hablar de la cultura y de la historia de la Tacita. Con todo, senda queda por hacer para que el flamenco salga “del salón de actos de los colegios e institutos, que es donde, generalmente, ha estado hasta ahora, para que llegue a las aulas”.
Lo dice Francisco Perujo, coordinador del primer título oficial de posgrado universitario centrado en el flamenco del mundo –Máster Interuniversitario en Investigación y Análisis del Flamenco que se imparte en la Universidad de Cádiz– y que, precisamente, fue invitado el pasado diciembre a la comisión que estudia el proyecto de la Ley del Flamenco en la Cámara andaluza para explicar sus aportaciones al documento inicial.
Recomendaciones que miran más allá de lo anunciado hace unas semanas por la consejera de Educación, Patricia del Pozo, ya que el también impulsor del expediente a la Unesco defendió la incorporación de “la enseñanza y el conocimiento del flamenco como contenido curricular estable dentro del sistema educativo andaluz en todos sus niveles” (Infantil, Primaria, Secundaria y Universidad) y de manera “transversal” en todas las asignaturas. Y es que Perujo insiste en que la implementación del flamenco en el sistema educativo debe quedar fijada en la Ley del Flamenco “no como una posibilidad abierta, con expresiones como fomentará o este tipo de verbos de campo semánticos muy abiertos, sino como un mandato cerrado”.
Un “cambio de paradigma”, al fin y al cabo, para que el flamenco se convierta de verdad “en un elemento de conocimiento” que requiere de “un pacto, a largo plazo y a tres bandas: la Administración competente en materia de Educación, la comunidad educativa y la comunidad del flamenco”.
Así, “a medio plazo” a Perujo le parece “muy interesante e importante” la aportación de la consejera de “incluir la asignatura de Cultura del Flamenco en 3º de la ESO” para que el flamenco “no sea una excepción extracurricular como lo es hasta ahora”. De hecho, en la mayoría de los centros de la capital su presencia apenas se reduce a un sólo día, el Día del Flamenco.
Pero, insiste, esta optativa de dos horas a la semana para un sólo curso deben ser “el inicio” de una voluntad decidida que debe quedar prescrita en una Ley (la Ley del Flamenco) que, además, debe de desarrollarse en hechos concretos: “35 artículos conducen, de entrada, a una ley de principios generales que luego deberán ser encauzados en políticas públicas concretas, con plazos de ejecución y presupuestos. Si no es así, la voluntad legislativa tropieza con la inviabilidad”, acierta Perujo.
Una de esas áreas a desarrollar sería la formación del profesorado que se encargue de impartir esta (única, por ahora) asignatura y que, según avanzó la consejera, recaería en los docentes de Música. “La formación de los formadores resulta esencial. La inclusión del flamenco en el temario y en el currículo implica también su presencia en un futuro en el temario de oposiciones y la previsión de actuaciones en el ámbito de la formación continua del profesorado que ya forma parte del sistema”, aduce.
Esa misma preocupación “esencial” la tiene Fernando Gallo, coordinador del curso Flamenco para el Aula, que desde hace 15 años organiza el Centro del Profesorado de Cádiz. “Te diría que sin una formación adecuada de los profesores que impartan la materia, la asignatura podría ser hasta contraproducente”, explica el formador de profesores que ha visto cómo en los últimos años “ha aumentado” el interés del profesorado por incluir el flamenco en sus clases, “aunque todavía queda mucho por hacer”. Y por resolver.
Una de esos cabos sueltos es cómo articular la presencia de la fuente primaria del flamenco (los artistas) en la enseñanza. Tanto en los cursos del CEP (para profesores) como en el Máster de la UCA, las clases magistrales de cantaores, guitarristas y bailaores se dan por descontado pero, ¿cómo legislar estas lecciones en la enseñanza reglada de colegios e institutos? “Quizás habría que plantearse algunas excepciones... No sé... El caso es que debe haber un consenso en la Ley de todo para el flamenco, pero con el flamenco”.
Gallo también valora “lo complicado” del encaje pero apuesta por que “habrá que trabajar por conseguirlo y que sea satisfactorio también para el profesorado”, dice el profesor que reseña que en la provincia de Cádiz ya se están dando “algunas experiencias muy buenas del flamenco también como herramienta educativa”.
Mimbres hay y esperanza, ahora, también para que los niños gaditanos, los niños andaluces, conozcan y amen su cultura.
También te puede interesar
Contenido ofrecido por ASAJA