Los franciscanos se despedirán de Cádiz con una misa el 18 de septiembre en San Francisco
Las cofradías y las organizaciones católicas que allí radican desconocen aún cómo se gestionarán la iglesia y el convento
Cádiz/Los franciscanos se despedirán de Cádiz el domingo 18 de septiembre celebrando una misa en la iglesia de San Francisco. El pasado mes de abril se conocía la marcha de los religiosos en el mes próximo y la eucaristía servirá para decir adiós a más de 450 años después de establecerse en esta ciudad en 1566. De esta manera acabará la histórica relación entre Cádiz y la orden que fundara San Francisco de Asís, en una decisión de la Provincia Franciscana de la Inmaculada motivada por la falta de vocaciones y las limitaciones humanas y económicas de esta orden religiosa.
Y cuatro meses después de que se conociera la triste noticia, las cofradías que tienen en San Francisco su sede canónica (Vera-Cruz, Amor y Caído) y las organizaciones católicas que radican en el templo desconocen aún el futuro y cómo se gestionarán tanto la iglesia como el convento cuando los franciscanos consumen su marcha. El deseo de hermandades y organizaciones, como es obvio, es que se mantenga la actividad diaria en el templo y se puedan seguir celebrando misas y cultos, pero la ausencia de los franciscanos no garantiza el día a día de la iglesia tal como se conoce ahora.
Curiosamente, una de las hermandades allí establecidas, Vera-Cruz, acaba de realizar un hallazgo documental que viene a refrendar que es la propietaria de su capilla en la iglesia de San Francisco, aunque la marcha de la orden dejaría en el aire la utilización periódica de ese espacio para sus cultos. Su hermano mayor, Emilio Bienvenido, apela a la “buena voluntad” de todas las partes y explica a este medio que “nuestra intención es que el templo permanezca abierto todos los días”. La decana cofradía de la Semana Santa gaditana hizo una propuesta a los franciscanos para que el templo siguiera operativo con cultos diarios, aunque todavía no ha recibido respuesta por parte de la orden.
A finales del mes de abril, uno de los franciscanos que aún permanecen en el convento, Teodoro López, señalaba que “la penuria y situación agónica de la Provincia Franciscana de la Inmaculada, a pesar de la fusión de hace seis años que traía esperanzas de revitalización, ha llevado a los superiores mayores a tomar una decisión dolorosa para los frailes y para los gaditanos”, informando además del cierre de cinco casas a la vez en todo el territorio que cubre la provincia. López apuntó también que “en los seis años de vida de la nueva entidad el número de religiosos ha mermado en casi cien”.
También en septiembre, pero de 2013, la Orden franciscana abandonó Jerez de la Frontera tras 746 años, casi siete siglos y medio. Ahora le toca a la capital gaditana, que ya perdió anteriormente a los carmelitas, los jesuitas, los mercedarios y los capuchinos.
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