Las franquicias se imponen al tradicional

Las grandes marcas aumentan su peso en la última década en el centro de la ciudad, mientras que el comercio gaditano cede terreno

Las franquicias se imponen al tradicional
Las franquicias se imponen al tradicional
Rafa Burgal

01 de octubre 2017 - 02:19

Cádiz/El comercio es un sector que vive en constante movimiento. El cambio de las modas, los gustos de los clientes o las mejoras que se implementan para facilitar las compras a los consumidores hacen que esté en una evolución permanente.

Los establecimientos forman parte del paisaje urbano de la ciudad. El sector comercial ha visto cómo en los últimos años las grandes empresas internacionales, las marcas reconocidas a nivel nacional y las franquicias se han ido adueñando de las calles más codiciadas, lo que ha provocado que los comercios tradicionales hayan ido desplazándose a las calles secundarias. Las ofertas irrechazables de firmas con un importante músculo económico, la falta de relevo generacional en los establecimientos de toda la vida y los altos precios de los alquileres hacen que cada día sea más complicado encontrar por las calles céntricas nombres de negocios que estén ligados a la historia de la ciudad, viéndose relevados por otros con mucho mayor peso. Es ley de vida y el comercio se ha visto obligado a adaptarse si quiere sobrevivir ante la dura competencia.

En Cádiz, el espacio más cotizado y en el que toda marca se quiere instalar es el trío que forman las calles Columela y Novena, y la plaza del Palillero. Siempre atestadas de público, forman la primera línea del comercio gaditano, relegando a un segundo plano a otras calles como Ancha que en un tiempo pasado tuvieron un mayor movimiento.

Dentro de este cambio que vive el comercio, es prácticamente imposible realizar una foto fija de una calle debido a las continuas aperturas de negocios, que están ligadas a los cierres por ceses de actividad o por traslado. Cuando las cuentas salen, las tiendas pueden durar muchos años en sus emplazamientos, pero si los números no cuadran, llega el momento en el que hay que echar la baraja.

Si se realiza una comparativa con un reportaje publicado en marzo de 2005 por Diario de Cádiz sobre la actividad comercial en Columela, Novena y Palillero con la situación actual, las principales conclusiones son la alta movilidad del sector comercial y la presión cada vez mayor de las grandes firmas en el centro de la ciudad.

En estos 12 años que han pasado, sólo un tercio de los negocios en estas tres vías han resistido en el mismo local. En la actualidad, en esta zona de la ciudad hay 66 locales comerciales. De esta cifra, sólo 21 establecimientos han seguido abiertos al público, mientras que en los 45 restantes ha habido cambios, ya sean traslados a otros emplazamientos, nuevas actividades dentro de la misma empresa, llegadas de nuevas firmas o clausuras.

De este ámbito, entre los movimientos más recientes destacan el cierre de una histórica marca gaditana como Goya, que vendía ropa para bebé y juguetes en la calle Columela. En el apartado de las aperturas, la más inminente es la de Primor en la plaza del Palillero, que en los próximos días sucederá en este lugar a Body Bell.

Respecto al origen de los comercios, también ha habido un cambio importante si se compara el año 2005 con el 2017. Hace 12 años, la mitad de los comercios implantados en estas tres calles estaban ligados a la ciudad. En la actualidad, 43 negocios tienen un origen regional, nacional o internacional, mientras que sólo 17 de ellos son de los llamados tradicionales. Por su parte, seis locales permanecen cerrados, aunque en alguno de ellos ya se anuncia una futura actividad, como una inmobiliaria en la calle Novena.

A pesar de los condicionantes que existen para abrir una tienda en la calle Columela, hay quien todavía se atreve a arriesgarlo todo por estar en un lugar privilegiado. Un ejemplo de esto es la tienda Mechanic, que se trasladó hace unas semanas a esta zona tras permanecer nueve años en la calle Valverde. Carlos Yáñez, su propietario, explica que la decisión del cambio se debe a que "es la primera calle comercial en Cádiz", un hecho que tenía comprobado en su anterior local al constatar que "no nos llegaba la afluencia de público que tiene esta tienda".

Yáñez reconoce que "puedo llevar unos cinco años intentando coger un local en Columela". Sin embargo, el paso lo dio hace menos de un mes al salvar los problemas que le hacían no conseguir instalarse en esta vía. Por un lado, señala el alto precio de los alquileres, ya que "los dueños se creen que tienen un tesoro y piden bastante". Por el otro, añade la falta de disponibilidad de locales. "Cierra uno y cuando vas a pedir el número del dueño, ya lo han alquilado. El movimiento es muy rápido", destaca.

Con todo, el comerciante reconoce que se beneficia de estar situado junto a las grandes marcas. "Mucha gente van a buscarlas y, después, si estás al lado te beneficias de ese paso de gente", afirma Yáñez.

El negocio que lleva más años en la calle Columela es la joyería y relojería Regente. Inaugurada en 1920, por ella ya han pasado tres generaciones. Javier Martínez, propietario del establecimiento, destaca que "las franquicias se han ido imponiendo", pero añade que este movimiento no es exclusivo de la calle Columela, sino que "es algo global. Se han impuesto en todos lados". "Son empresas muy fuertes que pueden permitirse el pago de los locales. Ellas mismas han fomentado que el valor de los alquileres se dispare hacia arriba", apunta.

Respecto a la presión de las grandes marcas para hacerse con los locales, indica Martínez que, cuando llega una franquicia, "si va bien, todo es fantástico, pero si va mal, empiezan a rebajarte el importe del alquiler o te dicen hasta luego de la noche a la mañana", por lo que dar el paso a arrendar el local puede suponer "quedarte sin tu comercio de toda la vida". De hecho, admite que lo que hace a los negocios tradicionales permanecer en estos lugares es que "somos propietarios de los sitios". Una ventaja frente a "alquileres de 4.000 o 4.500 euros que me constan en esta calle. Si yo tuviera que pagarlos, sería inviable la inversión". Con todo, una frase que le escuchó a un cliente resume la influencia de las franquicias y las ventajas para los negocios que se sitúan cerca: "Estoy en la joyería de enfrente de Zara".

Eutimio Domínguez, uno de los propietarios de Eutimio, asegura que la evolución en el comercio va ligada al cambio en la vida. "El que tenía un local y ya se ha cansado, pues se lo alquila a una franquicia", comenta. De hecho, por este proceso ha pasado esta empresa con un local que tiene en la plaza de la Catedral, un paso que dieron "porque la oferta era irrechazable". Con todo, el comerciante asevera que se mantiene en activo porque "nos gusta" este trabajo, aunque "hay veces que la tentación es grande".

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