Cada gaditano debe 1.067 euros a los bancos por los préstamos pendientes del Ayuntamiento

Evolución de la deuda viva municipal

La deuda viva de la administración alcanza los 123 millones de euros, casi la misma que hace una década tras pagar cerca de 80 millones en los últimos años

La deuda municipal se disparó en 2012 al afrontar los costes del Bicentenario de la Constitución.
La deuda municipal se disparó en 2012 al afrontar los costes del Bicentenario de la Constitución. / Lourdes De Vicente

El Ayuntamiento de Cádiz cerró 2020 con una deuda viva, el débito a las entidades bancarias, de 123 millones de euros.

La cifra asusta. Al fin y al cabo la ciudad está en el puesto 26 en el conjunto del país con el dato más elevado en cuanto a la deuda por habitante. Sin embargo, marca una tendencia a la baja, y por ello positiva, que se mantiene desde 2014 cuando se alcanzó el récord más negativo, con 213 millones de deuda.

El último dato dado a conocer por el Ministerio de Hacienda sitúa a nuestro Ayuntamiento en una cantidad cercana a la alcanzada en el cierre de 2011, cuando estaba la deuda en 110 millones de euros, lo que hace más evidente la mejoría en el último quinquenio.

Lo cierto es que aunque la deuda comenzó a reducirse en el último año del gobierno de Teófila Martínez (2015), el dinero ha bajado de forma notable durante la etapa de gestión de José María González.

En 2015, su primer año de mandato (limitado a la segunda mitad del ejercicio), se cerró con 197 millones de deuda viva. En 2016 bajó a 184; en 2017 se redujo hasta los 169 millones, que pasaron a 139 en 2018 y a 131 en 2019.

Es decir, con la gestión financiera de González la deuda ha bajado en unos 80 millones de euros, teniendo en cuenta que se descuenta lo ahorrado en el primer semestre de 2015.

Curiosamente, este estricto cumplimiento en el proceso de saneamiento de las cuentas municipales, a la que se le une la casi total eliminación de la deuda a proveedores (el pasado mayo estaba en 1,5 millones), choca con las señales de alarma que se lanzaron en 2015 desde la oposición conservadora tras la llegada al poder de la coalición de izquierdas. En aquel momento se predijo que los nuevos gobernantes no pagarían los préstamos con los bancos comprometidas por el Ayuntamiento y que la hacienda municipal colapsaría.

En el otro extremo, el cumplimiento estricto con los compromisos bancarios ha provocado más de una crítica desde las fuerzas más a la izquierda de la coalición, que consideraban más lógico invertir en la ciudad que cumplir con el pago a los bancos.

Esta reclamación siempre ha chocado, sin embargo, con la propia legislación y con la misma imagen de seriedad que debe dar el Ayuntamiento como cumplidor, gustase o no, de sus compromisos.

A la vez, reducir la deuda es algo esencial para que el gobierno municipal pueda acudir de nuevo a los empréstitos bancarios con los que, en este caso sí, se pueden afrontar nuevos proyectos ciudadanos. En todo caso, para lograr este objetivo la deuda viva aún tendrá que seguir reduciéndose hasta que quede por debajo del 75% de los ingresos corrientes del Ayuntamiento.

La deuda en Cádiz se disparó en 2012. Pasó de 110 millones de euros (incluso más que Jerez, un municipio hoy muy endeudado) a 197 millones de euros. Este aumento se debió a las inversiones realizadas por el Ayuntamiento para preparar la ciudad de cara a los eventos del Bicentenario de la Constitución de 1812, especialmente cuando el gobierno de Teófila Martínez tuvo que asumir casi solo todo el coste de los fastos, ante la mínima colaboración que obtuvo tanto del gobierno central como del autonómico.

Tras alcanzar el récord al cierre de 2014, con 213 millones de euros, el Ayuntamiento del PP inició la rebaja de la deuda en 2015 ya continuada de forma más persistente por el gobierno de José María González.

Los 123 millones de euros suponen que cada uno de los gaditanos, desde los recién nacidos hasta los que ya han superado el siglo de vida, carga con una deuda bancaria ajena a su vida diaria de 1.067 euros. Ya puestos, peor le van a los vecinos de Jerez, una de las ciudades españolas con mayor deuda viva: 799 millones de euros y 3.753 euros por habitante. Los residentes en La Línea deben cada uno 2.185 euros y 1.823 los de Puerto Real, nada que ver con los vecinos isleños, que apenas deben 196 euros, pues su Ayuntamiento solo tiene una deuda de 18 millones de euros con las entidades bancarias.

En el otro platillo de la balanza los pueblos con sus cuentas saneadas son Alcalá del Valle, Benaocaz, Grazalema, Torre Alháquime y San Martín del Tesorillo, mientras que El Gastor sólo debe 3.000 euros a los bancos.

Entre las capitales andaluzas alerta la situación de Jaén (la única con menos habitantes que Cádiz), con 448 millones de euros. El resto debe más que Cádiz pero con mayor población.

La segunda provincia más morosa de España

El conjunto de la deuda de las administraciones locales en Cádiz alcanza un montante de 2.013 millones de euros. Apenas son 6 millones menos que los alcanzados en 2019. Si contamos la deuda de la Diputación Provincia la cifra sube 30 millones más.

Este disparatado dato sitúa a Cádiz como la segunda provincia con mayor deuda de toda España, solo superada por Madrid (3.651 millones y más de cinco veces más de habitantes) y por encima de los 2.001 millones en la provincia de Barcelona.

Dentro de Andalucía (que acumula 5.134 millones de deuda viva de los 17.679 millones del conjunto del país), ninguna provincia se acerca a las cifras de Cádiz. Sevilla, con 2 millones de habitantes, debe 498 millones; Málaga, con 1,6 millones (400 mil más que Cádiz) adeuda 539 millones. Córdoba es la que se encuentra en una mejor situación, con 215 millones de euros, casi lo que debe San Fernando.

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