¿Saben los gaditanos lo que es la Zona Franca?
Zona Franca de Cádiz
Los años 60 y 70 supusieron el despegue de la actividad del Consorcio, con la llegada de nuevas industrias y con altas cotas de ocupación en sus muelles
El desarrollo industrial se hizo esperar. Las obras de construcción habían culminado a mediados de los cincuenta y las expectativas creadas hacían suponer que el nuevo suelo disponible iba a quedar rápidamente ocupado por naves e industrias. Pero el arranque de la zona franca como enclave empresarial e industrial fue lento.
En abril de 1961, Franco inauguró la central térmica. Su puesta en marcha años antes había sido indispensable ante la necesidad de contar con equipamientos esenciales para la actividad en la Zona Franca.
Durante años fue el auténtico emblema de una Zona Franca que no acababa de despegar. Se desmanteló, ya vieja, en 2001.
En este contexto, a principios de los 60 se planteó la necesidad de incluir la Zona Franca en el Plan de Desarrollo Económico y Social de España para activar su expansión.
Así lo contó Diario de Cádiz en una noticia publicada el 5 de abril de 1964 bajo los títulos el “El porvenir de la Zona Franca” y “Ayer se celebró, en la sede del Consorcio una importantísima reunión en la que fue examinado el presente y el futuro de la misma”.
En la noticia, el entonces delegado, Sánchez Cossío alertó sobre la creencia de que todo el porvenir industrial de Cádiz dependía “única y exclusivamente del desenvolvimiento de nuestra Zona Franca”.
Continuaba exponiendo que “las Zonas Francas españolas jamás fueron concebidas con una proyección industrial hacia el interior del país sino todo lo contrario. Las Zonas Francas españolas como el resto de las Zonas Francas del mundo son instrumentos de tráfico internacional o dejarían de cumplir la finalidad para que son creadas”.
Sánchez Cossío hizo un repaso de los avances logrados en los inicios de la Zona Franca, con datos de los servicios de agua y saneamiento o las tuberías subterráneas y destacó además que era la “única de las tres Zonas Francas establecidas en España que posee puerto propio”.
Lo cierto es que en la década de los 60 comenzaba un boom económico en el conjunto del país que animó también a la economía gaditana y alentó la llegada de nuevas industrias, al mismo tiempo que el muelle de Poniente iba alcanzando cada vez cotas más altas de ocupación.
Llegan los ‘containers’
Allí llegó el primer barco para el transporte de ‘containers‘ que recaló en Cádiz. Fue el ‘Container Forwader’ procedente de Nueva York y así lo inmortalizó el fotógrafo Juman el 6 de julio de 1964.
Unos años después, el 9 de julio de 1969, Diario de Cádiz señalaba el polo de desarrollo que era ya la Zona Franca. “Todo visitante que llega a nuestra capital suele pedirte, además de mariscos propios de la bahía y pescadito frito, recorrer el Cádiz antiguo, el Cádiz exterior y la Zona Franca. Pero, ¿saben los gaditanos todo lo que es y representa para su ciudad este amplio suelo que es la Zona Franca?”.
Para explicarlo, el delegado “gaditano señero, Ignacio del Cuvillo Merello, contaba que en 390.000 m2 ganados al mar y 320 mil de polígono exterior se alzan industrias y almacenes y hay un importante tráfico portuario”.
Los 70 mantuvieron el buen ritmo de llegada de nuevas industrias y alcanzaron altos niveles de actividad portuaria en el muelle. Así apareció en Diario de Cádiz el 14 de enero de 1979: “La Zona Franca mira al futuro”, en la que el primer delegado de la democracia, Antonio Toscano, resaltaba que nunca se había presentado “una coyuntura tan favorable como la actual”.
En la noticia podíamos leer “(…) la Zona Franca de Cádiz ha alcanzado un movimiento de mercancías superior a los dos millones de toneladas en 1977 y muy parecida en 1976”.
El polígono exterior
Curiosamente, fue el polígono exterior, fuera del suelo fiscal, el que más rápidamente se fue ocupando pese a que no había sido lo previsto inicialmente.
La escasez de terreno en la ciudad y la ocupación por viviendas de espacios inicialmente reservados para suelo industrial, como ocurrió con el Cerro del Moro, provocó que se fuesen levantando naves al otro lado de la valla de separación construida por el Consorcio.
Esta zona se convirtió, junto a Astilleros Tabacalera y la Aeronáutica, en base de buena parte de la economía gaditana.
Por entonces, llegaron firmas como Navalips, que se instaló en 1964 de la mano de la empresa holandesa Lips y la sociedad pública española Sepi y que llegó a contar con 110 trabajadores del sector naval; o Ibérica Aga, que trasladó en 1970 su sede de Segunda Aguada –donde estaba desde 1926- al polígono Alcalde Sánchez Cossío
El 13 de febrero de 1972, Diario de Cádiz proyectaba su urbanización, incidiendo en que era “evidente el crecimiento de nuevas industrias en aquella zona”.
Cuatro sedes sociales
Este Diario contó el 15 de diciembre de 1974 el traslado de la Sede Social de las Puertas de Tierra al actual Recinto Fiscal, informando de “la venta del edificio en la calle Barcelona número 1, (…) y la construcción de otro nuevo, más funcional, en el interior de la Zona Franca”.
Es menos conocido que la primera Sede Social de la Zona Franca se encontraba en la casa del primer delegado, José Corripio, a finales de 1933.
Posteriormente se alquilaron locales municipales en pleno centro urbano, en 1935, en la calle Eduardo Dato y con entrada por el vestíbulo del cine (actual Fundación Municipal de la Mujer).
Los problemas de circulación en el casco antiguo retrasaban los desplazamientos del personal a las obras de construcción de la zona franca en la otra punta de la ciudad. Por ello, se aprobó que la Sede Social pasara a las Puertas de Tierras. Ya en la década de los ochenta, se demolió ese edificio levantándose en su lugar las nuevas dependencias del Banco de España (actual Subdelegación del Gobierno).
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