La gestión de la limpieza, una mancha constante
Ayuntamiento de Cádiz
Los continuos problemas con este contrato pueden suponer el principal punto negativo que haya tenido el equipo de gobierno en estos tres años y medio
La gestión de un gobierno durante cuatro años está marcada por logros y errores, por éxitos y fracasos. La del actual equipo de gobierno está todavía por valorar, toda vez que se acerca la convocatoria de elecciones. Pero lo que está claro es que en ese balance aparecerá como nota negativa la gestión del servicio de limpieza y recogida de basuras de la ciudad. De hecho, puede ser el principal problema o la principal falta que el equipo que lidera José María González haya tenido en estos cuatro años de mandato.
Muy poco tiempo después de llegar al Ayuntamiento empezó la limpieza a crearle problemas al equipo de gobierno, en una secuencia constante que les ha acompañado hasta este punto, en el que Intervención ha comunicado que no va a seguir pagando las facturas que se emitan cada mes por la prestación del servicio.
La gestión de la limpieza le ha costado al equipo de gobierno la cabeza del único concejal que han perdido en este mandato. El mal estado de revista que presentaba la ciudad –que era palpable y que Manuel González Bauza justificó por la escasa lluvia que había caído– y unas polémicas afirmaciones que dirigió el edil a los representantes de los trabajadores en una reunión sobre la labor de los inspectores del servicio provocó que en diciembre de 2015 el pleno (convocado de manera extraordinaria para hablar de la limpieza de la ciudad) reprobara al edil, algo muy poco común hasta ese momento, aunque después sí se ha repetido con otros concejales en estos tres últimos años. Días después, González Bauza anunciaba su dimisión, cobrándose así la limpieza de la ciudad una víctima política.
Los trabajadores de este servicio también han sido en estos años un caballo de batalla para el equipo de gobierno, llegando a denunciar ante Fiscalía presuntas irregularidades en la prestación del servicio (aunque Fiscalía archivaría posteriormente estas denuncias) y denunciando situaciones y problemas. En paralelo, han mantenido un enfrentamiento con la empresa a consecuencia del convenio laboral en el que se ha visto implicado el alcalde (que tuvo que mediar en alguna ocasión) y que recientemente se ha firmado, no sin contrariedad por parte de un sector de la plantilla.
El ineficaz desarrollo de la limpieza de la ciudad ha traído también consigo la creación de una comisión de investigación cuyo objetivo era conocer qué estaba ocurriendo con el contrato. Comisión que aunque se ha reunido bien poco y, por tanto, apenas ha tenido utilidad hasta la fecha sí ha servido para poner sobre la mesa algunas situaciones llamativas, como cuando se reconoció que la empresa ha estado prestando con maquinaria y personal adscrito al contrato municipal servicios a Zona Franca por los que también ha estado cobrando.
La maquinaria adscrita al servicio también ha sido objeto recientemente de polémica, después de conocerse de que la empresa en la actualidad ha dejado de utilizar el 30% de la que figura en el contrato, lo que afecta de alguna manera al servicio que se viene prestando.
Pero por encima de todo esto, la peor noticia para el equipo de gobierno es que no haya sabido sacar en estos cuatro años el nuevo contrato de limpieza; un objetivo que debían conocer cuando llegaron al Ayuntamiento en junio de 2015 (quince meses antes de que expirara) y que sigue estando pendiente, con la reafirmación por parte de Intervención de que el contrato no estará en vigor antes de que finalice la actual prórroga en julio.
Este escenario, además, ha estado acompañado de numerosos anuncios por parte de los responsables políticos que sistemáticamente se han ido incumpliendo en base al pliego de condiciones y al futuro contrato. “En septiembre habrá nuevo pliego del contrato de limpieza”, aseguró el alcalde, por ejemplo, el pasado mes de julio en pleno debate sobre la prórroga fuera de plazo del servicio. “El pliego de condiciones se está terminando”, anunciaba también Álvaro de la Fuente –el concejal que sustituyó en 2016 a González Bauza al frente de Medio Ambiente– en mayo de 2017. Pese a estas afirmaciones, la limpieza de la ciudad sigue estancada en el contrato que expiró hace dos años y medio, y sin noticias de que la situación vaya a cambiar en un futuro reciente.
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