Gorka Rodríguez Alday, de Cádiz, Premio Nacional de Audiología Protésica
Salud
Alerta de que el uso de auriculares a alto volumen está deteriorando el oído de muchos y de la necesidad de tratar lo antes posible las pérdidas de audición
Director de la única Cátedra de Patología Auditiva de España, en la Universidad Católica de Murcia, aconseja una audiometría anual a partir de los 50 años
Cádiz/La noche del pasado viernes, el gaditano Gorka Rodríguez Alday recogía en una gala celebrada en Madrid el Premio Nacional de Audiología (Audiología Protésica) dentro de los Premios Nacionales de Visión y Audiología Siglo XXI que organiza El Suplemento, los únicos de su categoría en España.
Rodríguez Alday es el audiólogo responsable de la Unidad de Audiología Clínica del Hospital HLA Jerez-Puerta del Sur desde hace once años. También trabaja en el Hospital HLA La Salud de Cádiz. Gerente de Otoaudio Integral, una cadena de clínicas auditivas del grupo Asisa -premiada a su vez-, dirige la única Cátedra de Patología Auditiva que hay en el país, en la Universidad Católica de Murcia, donde imparte un máster. Es Diplomado en Audición y Lenguaje por la Universidad de Cádiz, Técnico Superior en Audiología Protésica por la Escuela Antonio Solís y Licenciado en Audiología por la Universidad Politécnica de Coimbra (Portugal).
“En la Unidad de Audiología Clínica sobre todo trabajamos en el tratamiento y en el diagnóstico de la patología auditiva. Hay cierta patología que un otorrino no puede arreglar, por decirlo de alguna manera, con fármacos y con cirugía”, explica a este periódico. “La mayoría son pérdidas de audición por la edad, que lo que requieren es evaluar bien cada caso y hacer un tratamiento que consiste, normalmente, en audífonos. Si las pérdidas son muy grandes, recurrimos a los implantes cocleares, que los hacen en el Hospital Virgen Macarena de Sevilla. Se utilizan cuando la cóclea, el oído interno, no funciona bien, principalmente porque las células auditivas no transmiten correctamente el sonido. Mediante cirugía se introduce un haz con electrodos que actúa como célula y consigue transmitirlo. Los pacientes consiguen hablar, entender, pero requiere mucha logopedia y seguimiento”.
Gorka Rodríguez asegura que las patologías auditivas tienen más incidencia entre las mujeres que entre los hombres. Como el síndrome de Ménière , que conlleva vértigo y pérdida de audición. O la otoesclerosis, cuyo tratamiento consiste en una cirugía para la sustitución del estribo por una prótesis.
Pero ¿a partir de qué edad tenemos que empezar a preocuparnos por el oído? “No estaría de más que todas las personas a partir de los 50 años se hicieran una audiometría anual, que es una prueba muy simple, que se hace en diez o quince minutos. Con la pérdida de audición pasa que la gente suele dejar el tratarla hasta que el problema, la patología, está ya en un grado muy avanzado. Principalmente por dos factores: uno, el económico, y el otro, la estética. Siendo un audífono y unas gafas equivalentes, no sé por qué, socialmente, están peor vistos los audífonos. Pero es algo que tiende a menos, porque hoy en día todo el mundo lleva auriculares y están saliendo dispositivos cada vez más estéticos, más parecidos a los de música. Y quizá se va tratando más gente ahora”.
¿Está empeorando nuestro oído por el uso frecuente de auriculares? “Sin duda, y lo veremos claramente dentro de unos años. El oído, a partir de cierto nivel, se va dañando. Esa presbiacusia, que es la perdida de oído debido a la edad, se va adelantando porque es un deterioro de las células que se produce antes del fisiológico. Y es porque la gente no hace un buen uso de estos dispositivos, que tienen que estar a un volumen que tú puedas escuchar lo que sea, pero también que puedas oír y entender a alguien que te esté hablando a la vez. Pero normalmente la gente lo pone a un volumen que no oye nada que no sea lo que está escuchando. Yeso va deteriorando el oído”.
Respecto al futuro de la audiología, Rodríguez Alday explica que “los implantes son muy restrictivos, porque se usan, principalmente, para pérdidas severo-profundas de ambos oídos. Así que el tratamiento principal sigue consistiendo en los audífonos. Serán cada vez más pequeños y estéticamente más parecidos a los auriculares de música. Y creo que en unos años habrá algún tipo de cirugía, de pinchazo para estimulación de las células del oído, algo más avanzado, pero seguirán existiendo los audífonos, como siguen existiendo las gafas”.
“El futuro también pasará porque los audífonos los terminen vendiendo las grandes cadenas de comercio online o incluso los mismos proveedores y fabricantes de manera que los centros se dedicarán más al servicio, a la parte más sanitaria, a la programación, a las pruebas. Ahora todo es más comercial, sobre todo por parte de las grandes cadenas, que hacen primar este aspecto sobre el sanitario. Ese es el gran error en el mundo de la audioprótesis”, explica el audiólogo gaditano.
“Ahora una empresa que se llama Signia ha sacado unos dispositivos que no se diferencian de un auricular normal. Es verdad que la potencia es limitada y es para pérdidas de oído leves o comienzo de moderadas; están enfocadas a un público más joven. Pero insisto en que la gente espera mucho hasta no poder más y eso es un fallo porque, cuanto más dañado esté el oído y más tarde empiece el tratamiento, más daño se le hace. Hay estudios de universidades americanas que relacionan el no tratamiento de una pérdida auditiva, de una hipoacusia, con mayores porcentajes de desarrollo de patologías como el Alzheimer o la demencia senil. Porque al no oír, uno se aísla y se genera un deterioro cognitivo importante”.
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