Los guardiamarinas del 'Elcano' cumplen con la tradición de la Galeona gaditana: un adiós rogando

En medio de un amplio despliegue policial ha comenzado la jornada en la que Cádiz despedirá una vez más al buque escuela 'Juan Sebastián de Elcano' en su nuevo crucero de instrucción, el número 97. Un despliegue de seguridad motivado por la ya conocida presencia entre los guardamarinas de este viaje de la heredera al trono de España: la princesa Leonor, quien en estricta formación ha caminado junto a sus compañeros desde el muelle hasta la iglesia conventual de Santo Domingo, donde se ha celebrado la tradicional misa previa al embarque de la tropa en el buque escuela de la Armada española, que esta vez, pese a no tratarse de una vuelta al mundo, llevará en su interior la imagen de la Galeona que se venera en el templo dominico.

Unos minutos antes de la nueve de esta mañana han entrado los guardamarinas, desfilando por la calle Plocia, en la iglesia de Santo Domingo. Alrededor de un centenar de personas aguardaban la llegada a los pies del convento y frente al templo, tras el perímetro de seguridad que se encontraba vallado. En cuanto han identificado a la princesa Leonor se han escuchado los primeros gritos de "¡Guapa!". Algunas de estas personas se encontraban en la zona desde un poco antes de las ocho de la mañana, incluso sentados en el pedestal de la estatua de La Perla de Cádiz situada frente al convento gaditano.

También desde esa hora fueron llegando a la iglesia las autoridades e invitados a la ceremonia, cerrada al público en general, incluso para la mayor parte de la prensa y para la que ha sido necesario mostrar la acreditación a quienes se encargaban de la seguridad en las puertas del templo. Policías nacionales -con su equipo de unidad canina por el recorrido y sus alrededores- miembros de la Armada española y de Defensa y la seguridad propia de la Casa Real se han encargado de controlar la zona y de no permitir el tránsito peatonal por, la calle Plocia, salvo al personal autorizado. También había por la zona más cercana al muelle efectivos de la Policía Naval y de la Policía Local para controlar el tráfico de vehículos.

Y si amplio ha resultado el despliegue de seguridad, extendido por muchos puntos de la ciudad al coincidir en una misma ceremonia los Reyes de España y la princesa de Asturias, amplísima ha sido también la presencia de los medios de comunicación. Prensa, radio, televisión y medios digitales han acreditado a decenas de profesionales de la información para seguir de cerca esta histórica jornada señalada siempre en rojo en la ciudad de Cádiz, por su especialísima vinculación con un buque escuela que ya es casi centenario, pero que en esta ocasión ha sumado el aliciente popular y mediático de la presencia de la princesa Leonor de Borbón.

Terminada la ceremonia religiosa, han repicado las campanas del templo conventual y los guardiamarinas han salido desfilando y portando la imagen de la Galeona, en una imagen también tradicional y arraigada a la historia del 'Juan Sebastián de Elcano' y, varios centenares de años atrás, a la flota de galeones españoles que navegaba por los mares del mundo con la Galeona, la Virgen del Rosario, a bordo, con especial atención a la flota de Indias.

En este segundo y último recorrido, a los sones de la banda del Tercio de la Armada que abría el desfile, los guardiamarinas han marchado en tres formaciones. La princesa Leonor estaba en el primer grupo, en el centro de la tercera fila. Ya han sido varios los centenares de personas que han seguido el desfile desde Santo Domingo, por la calle Plocia y San Juan de Dios, donde la comitiva ha aparecido a las diez en punto de la mañana para cruzar hacia el muelle por una cortada avenida del Puerto. Aplausos y vítores al paso de la heredera a trono español en el último contacto de los guardiamarinas con tierra firme gaditana. La Galeona, que cerraba el desfile portada en unas andas, también ha embarcado con ellos. Un primer adiós que ha empezado rogando.