Desde helado de 'poke' a plancton: los sabores raros conviven con los tradicionales en las heladerías de Cádiz
Verano
Un recorrido por las heladerías gaditanas para degustar sus productos estrellas
Cádiz en el mapa de los mejores helados del mundo
Los bares, restaurantes y terrazas de Cádiz que consiguen un solete de la Guía Repsol este 2023
Agosto ha llegado a Cádiz y se hace notar por las altas temperaturas. El mejor aliado para combatir el calor es el helado. Los sabores clásicos como la fresa, chocolate o vainilla conviven con otros más modernos como dulce de leche, horchata y vino. En la ciudad hay negocios con familias heladeras con una amplia trayectoria profesional en el sector.
El Salón Italiano
‘El Salón Italiano’ es un negocio que cuenta con una amplia trayectoria desde el año 1940. Uno de los propietarios, Joaquín Campo, comenta: “nosotros seguimos apostando por los sabores tradicionales tipo chocolate, la avellana o la vainilla”. Aunque a veces tratan de sacar novedades, como la del año pasado, que introdujeron en su carta el helado de tocino de cielo.
De hecho, uno de los productos más conocidos que ofrecen es el topolino. Se trata de una bola de helado de nata, recubierta de una fina capa de chocolate crujiente. Ideado por su abuelo, el fundador de la heladería, Arturo Campo. Su hijo Gianni, continuó con el legado.
En cuanto a preferencias se trata, Joaquín relata que “la clientela sigue prefiriendo sabores de siempre como los helados de fresa”. El clima determina mucho las ventas, “los días de calor, la gente prefiere opciones refrescantes, como los sorbetes de agua y granizadas”. Añade que su deseo es continuar con el concepto de la heladería clásica.
Helados Mira
El alicantino José Mira llegó a Cádiz en 1946 y en un despacho en la calle Bendición De Dios, junto a su familia fundaron "Helados Mira". Su nieta, Trinidad, señala que aún conservan la esencia tradicional de la elaboración, "mantecando" ellos mismos las recetas.
Trinidad Mira comenta: “los mantecados clásicos como el de turrón, vainilla o tutifruti (especialidad de la casa) nunca fallan. Aunque hemos introducido nuevos, como el de tarta San Marcos, tarta de zanahoria o tocino de cielo”. Además de sus famosas copas de helado, que el cliente podrá combinar al gusto. La novedad del 2023 ha sido el ‘Poke’, haciendo de este un producto estrella para su heladería, combinándolo con distintas bolas de helado.
Multitud de clientes acuden a diario, sobre todo los meses de verano para consumir alguno de sus productos. “El mantecado clásico es el que más se vende”. Sin embargo, “Cuando llegan días de calor, la clientela apuesta por algo más refrescante, como la granizada”. Los Mira, contemplan las distintas intolerancias, para ello, “tenemos un amplio surtido de helados sin lactosa, sin gluten e incluso, veganos”. Con la intención de que todos puedan disfrutar de sus productos sin preocupación.
Heladería Pazza Mina
‘Heladería Pazza Mina’ ha cumplido 20 años este 2023. Anda Ake, su dueña, originaria de Italia cree que el éxito de sus helados reside en “el cariño y dedicación que le ponemos mis niñas y yo, además de la calidad de los productos que utilizamos”. También piensa que el aspecto visual es muy importante ya que "un helado bonito atrae a la gente".
La heladería oferta helados de todo tipo sin gluten, sin huevo, sin frutos secos, sin lactosa y veganos, donde tienen una gran gama de sabores, pero sobre todo frutales. Además de los helados, también tienen granizadas, siendo su especialidad la de sandía.
Pese a que roten los sabores, un sabor clásico y que nunca puede faltar en este establecimiento es el moro de Cádiz que mezcla el sabor dulce del chocolate con el de las pasas. En los últimos tiempos, Anda ha apostado por los helados salados, como el de higo o el de plancton que implementó el año pasado y fue "todo un éxito", asegura. Añade que siempre está investigando para sacar nuevos sabores, como este año con el de Snickers. En cuanto a los helados veganos la oferta es bastante amplia, pero sobre todo son helados frutales.
La Cremería Gelato Italiano
En 2021, ganaron la competición “Gelato Festival World Master”, por su helado cremoso de vino oloroso de Jerez, a nivel nacional, y ocupa el segundo lugar en el ranking mundial. Otra de las distinciones otorgadas es el "Solete de la Guía Repsol”.
Inaugurado en el año 2011, ofrecen un producto completamente artesanal. Carlo, su propietario, comenta que la característica de dicha heladería, es la cremosidad, “ incluso a los sorbetes le tratamos de dar un toque cremoso”. Según el dueño, “tratamos de no perder la esencia de los sabores clásicos italianos, pero nos gusta crear nuevos sabores con productos de la zona, como el helado de queso Payoyo, de la Sierra, combinado con fruta”.
Además, se preocupan por preparar a diario 3 o 4 helados especiales, para aquellas personas con intolerancia a la lactosa, gluten, “hacemos helados veganos, elaborados con bebidas vegetales”. Otro aspecto a destacar, los sabores de los cucuruchos, como los de chocolate y menta. Añadiendo, ”para quien lo desee, está la opción de la tarrina reciclable o comestible (chococup) , hecha con la galleta del barquillo”.
Bajo 0 Helados Artesanos
‘Bajo 0 Helados Artesanos’, que se encuentra en la Plaza San Francisco, es un negocio con diez años de antigüedad. José, uno de los propietarios, comenta “nosotros apostamos por muchos sabores sencillos, lo que no quiere decir que sean fáciles de hacer ya que lo sencillo pero bien hecho, es bastante complejo”.
Entre los sabores que más destacan están la tarta de la abuela, que como dice José “nunca puede faltar, a nuestros clientes les encanta”, el supremo de pistacho o la selva negra. También tienen muchos sabores de distintas tartas, de hecho mucha gente “no saben si están en una heladería o una pastelería”, afirma.
Cada uno tiene un paladar diferente y unos clientes prefieren algo más dulce y otros salados, pero lo que tienen claro es que el cliente siempre suele irse satisfecho, nada más que hay que fijarse en “el lenguaje no verbal de los clientes”, añade. Además, ofertan varios helados veganos, la mayoría de estos sabores frutales.
Para José es muy importante que el cliente se guíe por las sensaciones que le transmite sus helados, ya que cada uno puede concebir el sabor de una manera diferente.
El Limonero
La heladería ‘El Limonero’, situada en la plaza de la Candelaria y que antiguamente era un
almacén, según cuenta Dennis, su propietario, lleva ya cinco años abierta. Consideran que
el producto utilizado para elaborar los helados es la clave: “son totalmente artesanales. Mi
mujer y yo siempre estamos buscando los mejores proveedores y probando sabores
(hechos por ellos mismos) para tener a la clientela contenta".
Continuamente están innovando, cambiando los sabores de los helados “solemos tener los
sabores más típicos como el chocolate, turrón, stracciatella... pero para diferenciarnos de
los demás nos gusta ir cambiando a otros más extraños como puede ser el chocolate
picante, coco maracuyá, plátano con aguacate o bálsamo negro”. Todos sus helados son sin
gluten y con azúcar ya que “un helado es un postre dulce y tiene que tener azúcar".
Además, el uso de edulcorantes es "como disfrazar el producto”. A su vez, tienen una
gran variedad de helados veganos “siempre tenemos disponibles entre seis y siete sabores
veganos”. A pesar de haber recibido dos distinciones por parte de la guía francesa ‘Le
Routard’ afirma que el mayor premio que puede recibir es “la satisfacción del cliente y que
vuelva otro día”.
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