Herido en Cádiz al caerle encima el forjado de un balcón en la plaza de San Juan de Dios
La víctima es empleado del bar Maison Dorée, ubicado en el número 1 de San Juan de Dios, esquina con Nueva
El joven, de unos 40 años de edad, resultó con heridas y fue trasladado al hospital Puerta del Mar de Cádiz
Las imágenes de la caída de un balcón sobre una persona en una obra de la plaza de San Juan de Dios
Cádiz/Un hombre de unos 40 años de edad y empleado del bar Maison Dorée, ubicado en la plaza de San Juan de Dios, esquina con la calle Nueva, resultó herido de consideración este miércoles, sobre las doce de la mañana, al caerle encima el hierro del forjado de un balcón de la primera planta del inmueble que se sitúa justo encima del citado establecimiento.
Al parecer, según explican testigos presenciales, uno de los obreros que iba a empezar su jornada en el interior del inmueble (el espacio se encuentra en obras desde hace tiempo) fue quien alertó del peligro que suponía el balcón. Según indica el propio obrero a este periódico, observó desde varios metros de distancia que la barandilla del balcón se "tambaleaba" y que "tenía toda la pinta de caerse". Fue entonces cuando este trabajador se acercó al balcón, incluso poniendo en peligro su vida, para dar un grito que pudiera alertar a las posibles personas que se encontraban justo abajo del citado balcón.
"Creo que el grito ha sido lo que le ha salvado la vida porque creo que ha evitado que el forjado, que es de hierro antiguo y puede pesar en torno a unos 60 kilos, le cayera de lleno encima, lo que podría haber cambiado por completo el desenlace", según indica el obrero.
De todas formas, la suerte, a pesar de todo, ha parecido sonreír a Alberto ya que el grito del obrero le hizo apartarse un poco y una de las mesas ubicadas en la terraza del bar, donde aún no había clientela, amortiguó la caída del forjado de hierro y el golpe no ha sido tan directo.
A pesar de todo, Alberto se quedó en el suelo y rápidamente fue auxiliado por una de las empleadas del bar que no se apartó de su lado hasta que no llegaron la Policía Local, la Nacional y las autoridades sanitarias que, con diligencia, se hicieron cargo del herido.
Sobre la dimensión de las heridas es aún pronto para indicarlo, según comentaron fuentes sanitarias, aunque Alberto hablaba correctamente y se encontraba conciente pero no podía moverse del suelo, por lo que su cuerpo permaneció en todo momento junto al forjado de unos 60 o 70 kilos y de más de dos metros de longitud que pudo haber acabado este tranquilo y soleado miércoles de octubre con su vida.
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