Denuncian la historia "adulterada" de las garitas de la muralla de San Carlos de Cádiz
Patrimonio
El historiador y catedrático de la UCA Alberto Ramos y Antonio de la Cruz, de ADIP y doctor en Historia, consideran que transformarlas en capillas tergiversa la historia de Cádiz
La Virgen de Guadalupe mira a Cádiz desde las murallas de San Carlos
La Virgen del Rosario ya luce en el mareógrafo de La Caleta
Las garitas que salpican las murallas defensivas de Cádiz se terminaron de construir a finales del XVIII y son todo un símbolo de la época de esplendor de la ciudad, en pleno siglo de oro gaditano.
Ahora, estas garitas o escaraguitas de las murallas desde donde oteaban la llegada de embarcaciones en el horizonte, están adoptando un uso que en nada tiene que ver con su origen histórico, al convertirse en capillas, al hilo de la denominada Ruta Mariana de Ultramar, integrando imágenes de Vírgenes en su interior.
Esta ruta la organiza la Asociación Proyecto Ermita para la Galeona con el visto bueno del Ayuntamiento de Cádiz, que si bien permite adecentar este símbolo del patrimonio defensivo gaditano, que presentaba un aspecto bastante deslucido y sucio, lo saca ahora a relucir, pero de forma descontextualizada.
Así lo denuncia el historiador Alberto Ramos, quien asegura que con esta intervención o nueva ruta con la que el fin de semana pasado se depositó la imagen de la Virgen de Guadalupe -que venía a bordo en el buque-escuela Juan Sebastián Elcano- "se va a adulterar y tergiversar parte de la historia de las murallas de Cádiz, construidas en épocas de esplendor de la ciudad", pues "se van a convertir en capillas, por la sinrazón del fanatismo religioso de unos cuantos y la desidia de la administración municipal, la actual y la anterior".
En este sentido el catedrático de la UCA recuerda que el mareógrafo de La Caleta también se convirtió en una "capilla", bajo el mandato del anterior equipo de gobierno, "que presumía y pregonaba el laicismo en su gestión".
Con este nuevo reto de convertir en capillas las garitas de San Carlos se "sigue consumando un despropósito patrimonial e histórico", explica Ramos. Y es que el hecho de convertir las garitas y escaragüitas de las murallas de Cádiz en capillas bajo el apartado del Ruta Mariana de Ultramar "atenta contra el patrimonio monumental gaditano, adulterando la esencia de las históricas murallas de Cádiz".
Para el historiador no hay excusa para esta intervención, ni siquiera la puesta a punto de este pedacito abandonado del patrimonio gaditano en el que ya se intervino colocando piezas de artillería como cañones, "pues a nadie se le ocurre adecentar la fachada de la Catedral con pintura verde o los ladrillos caídos del Teatro Falla con otro material. Por lo que su adecentamiento para este fin no lo justifica, lo adultera".
Antonio Ramos, de Cádiz Ilustrada, no tiene una postura en firme con esta nueva ruta. Asegura que desde el punto de vista de rigor histórico, pues no existe y no tiene sentido, pero sí que lo excusa desde el punto de vista devocional mariano o en cuanto a la relación de Cádiz con América. "Igual que se colocan azulejos religiosos en las fachada de los edificios pues se ha colocado esta Virgen ahí, que evidentemente nada tiene que ver con el motivo por el que fue construido, pero es un recuerdo".
Con todo, asegura que nunca hubiera propuesto esta iniciativa desde su asociación de defensa del patrimonio, "pero tampoco me opongo, pues no tengo una opinión en firme, no es mi especialidad".
Desde ADIP (Asociación de Patrimonio de la Provincia de Cádiz), Antonio de la Cruz, doctor en Historia, también advierte que esta ruta descontextualiza la esencia de estos elementos patrimoniales y su función principal. "Se decontextualiza algo tan nuestro, esta parte esplendorosa de la historia de Cádiz en modo de capillas, y ponen como excusa que al menos se adecenta. Y resulta que las garitas no están en mal estado porque no sean capillas, sino por falta de medios y ganas de las administraciones, y por falta de mantenimiento urbano por parte de Patrimonio, que debe velar por su salvaguarda".
Desde ADIP también consideran que las administraciones deberían intervenir, pues para hacer algo así hay que pedir muchos permisos y claramente se está apoyando, "creo que por desconocimiento".
Añade de la Cruz que al tratarse de una intervención puntual que en nada tiene que ver con su origen histórico, "pues al menos debería ofrecerse cartelería, al igual que ocurre con el mareógrafo de la Caleta, donde se colocó una imagen de la Patrona, y no se acompañó de ninguna explicación de qué es un mareógrafo".
A esto le suma que estamos "en un país laico y aconfesional", por lo que ve innecesaria esta intervención.
La concejala Maite González, que acudió al acto junto a los ediles José Manuel Verdulla y José Carlos Teruel, enmarcó este acto dentro de las relaciones que ha tenido la ciudad de Cádiz con América a lo largo de los siglos y también desde el cuidado del patrimonio histórico de la ciudad de Cádiz y sus fortalezas. En este sentido, señalaron que se ha adecentado la garita para que esté en perfectas condiciones, al igual que se quiere hacer con las otras que están en todas las murallas.
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