Todo un honor para el pueblo gitano

Reconocimiento Juan de Dios Ramírez Heredia es, desde ayer, miembro del Claustro de la UCA.

El puertorrealeño Juan de Dios Ramírez Heredia compartió ayer con la comunidad romaní, a la que pertenece, su designación como Doctor Honoris Causa que le ha otorgado la Universidad de Cádiz

Juan de Dios Ramírez Heredia compartió ayer su distinción como Doctor Honoris Causa con el pueblo gitano.
Beatriz Estévez / Cádiz

21 de febrero 2008 - 01:00

El gaditano Juan de Dios Ramírez Heredia tenía ayer motivos para volver a levantar el dedo índice de la primera vez. El primer diputado de raza calé de la historia española fue investido Doctor Honoris Causa por la Universidad de Cádiz (UCA), convirtiéndose así también en el primer gitano que recibe esta alta distinción. Muy emocionado, el político, periodista y activista puertorrealeño quiso compartir tal reconocimiento con "todos los gitanos de España y del mundo". Centenares de ellos estaban presentes en ese solemne acto que se celebró en un Gran Teatro Falla que se quedó pequeño.

Arropado por algo más de mil personas, que interrumpían su discurso con oles y entusiastas aplausos, el presidente de la organización mundial Unión Romaní aseguró que la "emoción tan grande" que le embargaba en ese momento sólo era comparable a la que sintió cuando entró por primera vez en el Congreso de los Diputados como el único y primer diputado gitano español, y cuando se convirtió, con la ayuda de su rúbrica, en el primer padre de raza calé de la Constitución. "Hoy, este paso es muy importante, porque va más allá. Trasciende. Hemos clavado una pica en Flandes y ya no hay vuelta atrás", manifestó entre vítores tras dedicar el reconocimiento a los miembros de su comunidad.

La parte más difícil de su discurso, como él mismo la calificó, la cimentaban palabras de gratitud para decenas de personas. Comenzó por su madre. "Porque ella quiso que estudiara, para ella es mi primer recuerdo", dijo. Y finalizó por su mujer, Paloma. Acto seguido, aprovechando su posición en el atril, se permitió dar "una lección" a las madres gitanas: "Que ni un solo niño se quede sin ir a la escuela, porque sólo la educación hace libre a los pueblos".

Cerrados aplausos sucedieron a estas palabras, así como al laudatio de su padrino, el decano de la Facultad de Ciencias de la Educación. Antonio Moreno celebró la inclusión en el Claustro de la Universidad de Cádiz de "quien será a partir de este momento, y a nivel mundial, el primer gitano Doctor Honoris Causa, en representación de todo un pueblo y su cultura, como justo reconocimiento a quien ha sabido llevar los valores universitarios a muchos gitanos y gitanas a los que antes, las circunstancias antiguas y las viejas costumbres los hubieran apartado injustamente de la ciencia y la investigación".

Asimismo, el rector, Diego Sales, tras hacerle entrega del birrete, el Libro de la Ciencia, el Anillo de la Antigüedad, la medalla y los guantes de la UCA, ensalzó su figura y se dirigió a él para decirle: "Basta con mirar el aforo de este teatro para comprender que no estás solo, que tu chispa ha prendido en llama y que ésta te ha excedido".

Con un "¡Salud y libertad!" se despidió el décimo séptimo Doctor Honoris Causa de la UCA, el primer gitano que recibe tal honor, y el causante también de que ayer, por primera vez, se cantara el himno internacional gitano en un acto solemne de la Univesidad gaditana.

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