Los hosteleros de Cádiz, descontentos con el plan que prohibirá fumar en las terrazas: "Esto puede llevarnos a estar como policías"

Un cliente de una terraza, fumando un cigarrillo en la mañana de este viernes
Un cliente de una terraza, fumando un cigarrillo en la mañana de este viernes / Julio González

El Ministerio de Sanidad ha dado luz verde este viernes al Plan Integral de Prevención y Control de Tabaquismo (PIT) 2024-2027. Las comunidades autónomas deberán decidir si se adhieren o no. De momento solo se han sumado cinco. Esta medida plantea prohibir fumar en playas y terrazas, paradas de autobús y en "otros espacios de uso colectivo", aunque todavía no han sido concretados cuáles son estos lugares. Dicha norma equipara a nivel normativo el tabaco con otros métodos de consumo de nicotina tales como tabaco calentado, vapers o cachimbas.

En Cádiz, al igual que en otras ciudades de Andalucía, se ha visto un gran crecimiento en el número de terrazas que pueden verse en la ciudad, así como de la gente que disfruta de ellas. Estas de por sí ya suponen un enorme reclamo para los fumadores, más ahora que el sol y el buen tiempo comienzan a asomarse con la ya más que establecida llegada de la primavera. Al ser preguntados, algunos trabajadores del sector hostelero del centro de la ciudad compartían la creencia de que esta medida podría afectarles negativamente.

El tabaco, tal y como afirma el encargado del Bar Terraza, puede suponer "una forma de ocio para mucha gente que se sientan en las terrazas con su correspondiente café, cerveza o sucedáneo, y disfrutan de este mientras se fuman un cigarro, bien sea por la mañana o por la tarde". Las terrazas siguen siendo un reclamo para aquellos fumadores que, a veces, aunque llueva o truene, optan por sentarse al aire libre si esto supone poder disfrutar de uno o varios cigarrillos.

"La mayoría de gente que se sienta fuera en la terraza es porque quiere fumar", apunta María del Mar, del bar El Sardinero. Desde la Taberna del Volapié apuntan que incluso "muchas de las reservas que recibe el restaurante reclaman tener las mesas de la terraza, ya sea por poder fumar o por los niños". "Esto puede llevarnos a estar como policías, vigilando quién está fumando, algo que no es agradable ni para clientes ni para los trabajadores", añadía un empleado de la taberna.

La premisa común entre los comercios es pensar que esta medida puede tener una repercusión económica negativa para los locales, a excepción de alguno. Otros consideran que al principio quizás pueda suponer un problema pero que al final, "la gente se acaba acostumbrando a todo...".

El Gobierno busca más espacios libres de humo

Esta normativa busca reducir la presencia de humo en los espacios públicos además de intentar disminuir el consumo del tabaco. En España, la población fumadora constituye un 22% del país, además de un 2% añadido que se considera fumador ocasional. En datos del Ministerio de Sanidad, la cifra de personas mayores de 15 años que fuma a diario asciende a alrededor de 8,6 millones de personas. El gobierno plantea también incrementar el precio de las cajetillas de tabaco con un aumento de los impuestos, así como la posibilidad de aumentar el perímetro de espacios en los que está ya prohibido fumar, como colegios y hospitales, aunque es algo que de momento no se ha incluido.

Esta medida, que puede suponer una alegría para aquellos no fumadores que llevan tiempo reclamando que espacios tales como terrazas y parques estén libres de humo, no es tan así para aquellos que son asiduos al consumo de tabaco o vapers. Más allá de opiniones personales, esto puede tener gran repercusión en los comercios de hostelería que tengan terraza.

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