Un hotel con encanto en un edificio encantado

Urbanismo

Hotusa ultima la obra de su nuevo alojamiento en la casa palacio de la calle Tinte, donde cuentan que, desde edificios cercanos, se ha visto una cuna moverse sola y a un misterioso músico sentado frente a un piano

La empresa constructora está retirando ya parte de los andamios ubicados en la fachada de este histórico edificio.
La empresa constructora está retirando ya parte de los andamios ubicados en la fachada de este histórico edificio. / Lourdes De Vicente

Un hotel con encanto en un lugar del que muchos dicen que está encantado.

Lejos de los misterios que alimentan el boca a boca, la realidad es que el proyecto que la cadena Eurostar, perteneciente al Grupo Hotusa, está ya cerca de ver su fin y cerca de convertirse en un nuevo hotel con encanto que se levanta sobre un inmueble totalmente abandonado y en ruinas desde hace ya muchos años.

Finalmente ha sido a la inversión privada de la citada cadena hotelera a la que habrá que agradecer la recuperación de un edificio que quedó abandonado por la adinerada familia de Benito Cuesta allá por principios de los años 90.

El edificio cuenta con una espectacular fachada
El edificio cuenta con una espectacular fachada / Lourdes de Vicente

Esta familia que habitaba este palacete ubicado en la esquina ubicada entre las calles Tinte y Sagasta la abandonó por aquella época después de un intento de reforma que finalmente terminó en el abandono del inmueble.

Esta casa palacio, que cuenta con 2.296 metros cuadrados repartidos en tres plantas, llevaba así varios años en venta por la inmobiliaria Solvia, perteneciente al Banco Sabadell, que llegó a sacarlo a subasta por un precio de salida de 1,6 millones de euros.

Se trata de un inmueble cargado de historia y de historias pues durante los siglos XVIII y XIX fue sede del consultado y de la embajada británica, que se mantuvo allí hasta finales del siglo XIX.

El Grupo Hotusa abrió en abril los apartamentos turísticos de la Casa de Veedor

El edificio, de estilo isabelino, a pesar de contar con un elevado grado de protección del PGOU ha sufrido en su interior numerosos daños, aunque cuenta con una de las fachadas consideradas más espectaculares de la ciudad de Cádiz.

La finca salió a subasta después de que no cristalizara un proyecto de construcción de apartamentos de lujo que su sumaron o otras dos intentonas que tampoco llegaron a hacerse realidad.

La retirada de los andamiajes de la atractiva y singular fachada de este futuro hotel con encanto hace pensar que podría estar ya próxima su fecha de apertura, lo que vendría a sumar un importante activo a la planta hotelera de Cádiz.

Este hotel sí entraría dentro del modelo que se defiende desde el Ayuntamiento de Cádiz y más concretamente por el área tutelada por Martín Vila, donde se ve con buenos ojos los pequeños hoteles de cuidado diseño ocupando fincas que, por su protección patrimonial, no pueden ser transformados en viviendas.

Sobre el proyecto definitivo poco se sabe más que será un hotel que podría contar con unas 40 estancias. El edificio cuenta también con una de las torres miradores de mayor envergadura de la ciudad.

Cabe recordar que Hotusa está detrás de la apertura de los apartamentos turísticos de la Casa de Veedor y detrás del proyecto hotelero de la Casa del Almirante.

Un edificio rodeado de misterios

Existen muchas lagunas sobre las causas reales por las que la adinerada familia de Benito Cuesta abandonara a principios de los años 90 este espectacular inmueble ubicado en el número 1 de la calle Sagasta. El hecho es que el estado en el que se quedó el inmueble dejó tras de sí un halo de misterio que aún persiste y que sobrevivirá, al menos, hasta que Hotusa abra las puertas de su futuro hotel con encanto. Mientras tanto el misterio prosigue entre sus cuatro paredes.

Este periódico contactó con el escritor José Manuel Serrano Cueto que rescató de su memoria dos de las historias que siguen unidas a este edificio ubicado en la esquina entre la calle Tinte y Sagasta. En una de estas historias se habla de que alguien que tuvo acceso al interior del inmueble antes de ser rehabilitado se encontró con una misteriosa cuna que se movía sola. A esta tétrica historia se suma la de la imagen de un misterioso pianista que dicen que se deja ver de vez en cuando sentado ante un piano, según el testimonio de varios vecinos que han podido verlo desde edificios colindantes.

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