Así era el hotel de lujo proyectado en Valcárcel
El proyecto de Rafael Moneo, uno de los grandes de la arquitectura en España, suponía una inversión de 50 millones de euros
Cuando Zaragoza Urbana cerró con la Diputación, hace casi ya dos décadas, la conversión del viejo Valcárcel en un hotel, ya tenía claro que el histórico edificio iba a convertirse en el primer hotel de lujo de Cádiz.
La cadena aragonesa, en cuya región concentra todos sus hoteles salvo el Playa en Cádiz, eligió para diseñar el nuevo complejo a Rafael Moneo, uno de los grandes de la arquitectura en España, junto al equipo de arquitectos gaditanos habituales de la empresa.
Moneo llegó a Cádiz con la premisa de recuperar el viejo esplendor visual del que fue el Hospicio de la ciudad, con el objetivo de abrir el edificio a la ciudad y que éste no fuese un coto cerrado a sus usuarios habituales.
La mole actual, más los añadidos posteriores, se transformaban, según el proyecto de Moneo, en cuatro edificios: la sede central, un inmueble de nueva planta con salida a la calle Celestino Mutis (con 70 habitaciones, oficinas, cocinas, almacenes...) conectado mediante pasarelas con el edificio principal. Y ocupando las que fueron las pistas deportivas del Valcárcel, un salón de convenciones multiusos con capacidad para 800 personas, y un edificio de dos alturas paralelo al tramo final de la calle Polier con tiendas abiertas al barrio de La Viña. Todo ello complementado con un aparcamiento subterráneo de cuatro plantas.
Del edificio principal la idea era recuperar su antiguo diseño, eliminando construcciones más recientes del siglo XX. Así, se potenciaban los patios centrales, especialmente el mayor de ellos con capacidad para la organización de eventos.
Este edificio, con 110 habitaciones, algunas de ellas de hasta 75 metros cuadrados de superficie, más que muchas casas de la ciudad, contaría también con salones de reuniones, restaurantes y una biblioteca que también se quería abrir a la ciudad.
Hace cerca de dos décadas la inversión prevista era de unos 50 millones de euros, para el que iba a ser el primer hotel de 5 estrellas de la ciudad. Un auténtico lujo que fracasó debido a la lentitud de las administraciones a la hora de tramitar todo el proyecto. Llegó la crisis y Zaragoza Urbana optó por abandonar el plan original y sustituirlo por un hotel de ciudad limitado a parte del patio de Valcárcel. Un proyecto que sigue sin salir a la luz.
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