La cadena hotelera Hotusa compra la histórica Casa del Almirante
El BBVA ha vendido al grupo catalán el inmueble por una cantidad que ronda entre 1,7 y dos millones de euros. Esta empresa ya se hizo hace meses con el palacete de la calle Sagasta, 1.
El BBVA ha cerrado la venta de la histórica Casa del Almirante en el barrio del Pópulo a la cadena hotelera catalana Hotusa. Según ha podido saber este periódico, la operación ha cristalizado hace unos días y se ha realizado por un importe situado entre 1,7 y los dos millones de euros y ya incluso se han firmado las escrituras en Barcelona.
Hotusa ha sido la empresa que finalmente ha adquirido el inmueble, pero no ha sido la única que ha pujado por la misma, ya que también lo han hecho el GrupoPascual, otras dos cadenas hoteleras y un empresario chino entre otros.
En el Plan General de Ordenación Urbana la Casa del Almirante tiene un uso hotelero que viene del proyecto de un establecimiento de cinco estrellas que realizó el anterior propietario hace más de una década. Este establecía que hubiera una veintena de habitaciones y una cafetería en el edificio.
Con la venta de este inmueble el BBVA consigue darle salida a una de las fincas más emblemáticas de la capital gaditana y que está situada en el barrio más antiguo de la ciudad y a muy pocos metros de la Catedral. Asimismo se le va a poder dar un uso a un edificio que corría el riesgo de deteriorarse si seguía pasando el tiempo y no era habitado. La finca, además, también le estaba generando gastos a la entidad bancaria debido a que incluso había tenido que contratar seguridad privada para evitar que se pudiera entrar en la misma.
Hotusa no ha sido la primera vez que ha aparecido relacionada con la Casa del Almirante, ya que en el año 2012 y cuando el anterior propietario ya tenía problemas para sacar adelante el proyecto, se dijo que estaba interesada en adquirir la finca.
La empresa catalana, además, no ha sido la primera vez que adquiere un inmueble singular en la ciudad, ya que a finales del pasado año hizo lo propio cuando compró a otra entidad bancaria el palacete de la calle Sagasta, 1 con el objetivo de ubicar un hotel. En esta ocasión la operación la realizó a través de la empresa Eurostars, marca del grupo Hotusa y que también es la que gestiona en El Puerto el HotelMonasterio.
Hotusa es un grupo empresarial catalán que inició su actividad en el año 1977. En su propia página web dicen que la compañía está formada por un pool de empresas de diversos ámbitos del sector turístico. En la actualidad desarrolla su actividad comercial en más de 100 países. La sede central está en Barcelona y dispone de oficinas en París, Londres, Roma, Lisboa, Buenos Aires y Bangkok.
Bajo el nombre de Eurostars Hotel Company, este área engloba el negocio de gestión directa de hoteles. Actualmente, Grupo Hotusa cuenta con una cartera de más de 150 hoteles, de los cuales más de 80 están integrados en la cadena Eurostars Hotels y una cuarentena en la cadena Exe Hotels.
Uno de los más significativos es el de la emblemática Torre Pelli de Sevilla, el mayor rascacielos de Andalucía.
Las obras para el hotel de la Casa del Almirante quedaron paralizadas en el año 2010 y pocos años después la finca pasó a manos del BBVA, que hace unos días consiguió cerrar su venta a la cadena Hotusa.
Una finca que fue construida en 1685 por el almirante Barrios
¿Quién fue el almirante que dio nombre a esta casa?
Eso no lo conoce mucha gente en Cádiz. Se trata de Diego Barrios, un almirante que en el año 1685 decidió levantar esta casa como residencia de la familia. Diego Barrios era un importante comerciante de indias, que tuvo su florecimiento en la ciudad a partir de 1717 con la llegada de la Casa de Contratación y por la que estos días se celebra su Tricentenario. Está considerada como uno de los ejemplos más significativos de la arquitectura civil doméstica gaditana del siglo XVII en su tipología de casa noble.
Se dice que la familia Barrios procedía de Tavira, en Portugal, donde llegó a tener problemas con la Inquisición, según algunas investigaciones, por su origen judío.
Durante mucho tiempo la finca estaba configurada para una sola familia pero a lo largo del último siglo empezó a subdividirse en varias viviendas que se fueron deteriorando con el paso del tiempo hasta que finalmente fue cerrada.
Esta finca está declarada Bien de Interés Cultural con la categoría de monumento. Precisamente uno de los elementos más significativos es el de la portada monumental, que fue realizada en mármoles rojizos de diferentes tonalidades importados de Génova. Después de muchos años de letargo, en el futuro puede volver a resplandecer.
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