Humores benignos e ilustrados: El hospital, según Paco 'El Bandu', de Cádiz

Letras chiquitas

Antonio Vergara y Antonio Alonso presentan este viernes 13 de diciembre en el Puerta del Mar ‘Anecdotario de Hospital...y tal’, de Francisco García Delgado, ex celador, viñetista aficionado y romancero vocacional

"Creo que el humor sirve para quitarle hierro a todo lo malo que puede vivirse en un hospital”

Algo que ver con Cádiz

Antonio Alonso y Antonio Vergara, con Paco 'El Bandu' y un ejemplar de su libro.
Antonio Alonso y Antonio Vergara, con Paco 'El Bandu' y un ejemplar de su libro. / D. C.

Cádiz/Francisco García Delgado, más conocido como Paco, El Bandu, celador antes que incansable viñetista aficionado y romancero vocacional de irregular éxito, debuta a las 19:00 horas de la tarde de este viernes 13 de diciembre en el mundillo editorial local a lo grande. Nada menos que en el salón de actos del Hospital Universitario Puerta del Mar de Cádiz, donde trabajó. Presentado por el doctor Antonio Vergara, portavoz de la Marea Blanca en defensa de la sanidad pública e Hijo Predilecto de la Ciudad, y por Antonio Alonso, veterano y pionero chirigotero callejero de postín, miembro de Los Guatifó, “a la sazón, hijo predilecto consorte, dentro de poco”, por el reciente nombramiento de Koki Sánchez. “Voy a ser como un maletilla al que presentan dos grandes toreros consagrados, valga la comparación aunque yo no sea taurino”, comenta con orgullo.

El Bandu se estrena en el mundo de las letras chiquitas (por aquello del Carnaval chiquito) con Anecdotario de Hospital...y tal, una recopilación de “situaciones simpáticas, jocosas, humorísticas”, fruto de más de cuarenta años de profesión empujando camillas, sillas de ruedas, preparando quirófanos, pero sobre todo, ayudando a los pacientes y a sus familiares, siempre con extrema amabilidad y un particular sentido del humor, el suyo.

Cada una de las anécdotas, “todas verídicas y muchas surrealistas”, va acompañada por su respectiva ilustración al genuino estilo hipernaif, blanco o gris y bizarro a la vez, de La servilleta, la colección de viñetas diarias que El Bandu mantiene viva en su Facebook desde hace nada menos que 13 años. 4.745 tiras exactamente se ha dibujado sin faltar ni festivos ni días de guardar.

La servilleta es una crítica un poco blanca de lo que ocurre diariamente, de lo que veo en la calle, de lo que leo en la prensa, de lo primero que se me ocurre. Es un divertimento que no me cuesta ningún trabajo”, explica El Bandu. La servilleta nació en la terraza del bar Flamenco, en el Paseo Marítimo. “Yo le hacía una caricatura o un mamarracho al que estaba conmigo y se la regalaba, y un día me dije: pues las voy a guardar. Y ahí están todas”.

El libro está editado por Qbook, la editorial local del momento, que lidera Juan José López Sandoval, aunque tenga en su haber un largo y variadísimo catálogo de títulos acumulado durante décadas.

Tarjeta de presentación del libro 'Anecdotario de hospital... y tal'
Tarjeta de presentación del libro 'Anecdotario de hospital... y tal' / D. C.

“Entré en la sanidad pública en 1977, cuando se abrió el Hospital Puerta del Mar, que se levantó en el mismo solar de lo que había sido la Residencia”, cuenta delante de un cafelito con leche. Su vida profesional comenzó con una experiencia que le resultó traumática: trasladando al mortuorio el cuerpo de una persona que había fallecido en Urgencias. “Me quedé en estado de shock porque nunca había visto un muerto”, recuerda. Pero una vez repuesto, siempre desempeñó su trabajo buscando el lado positivo y amable de las cosas, “algo muy importante cuando la vida llega revirada y te empitona, a tí o a un familiar”.

Así que un día le tocó avisar a los familiares de los enfermos de que ya se había acabado la visita y que tenían que abandonar el hospital. “Y en tono de broma y jocoso, yo siempre buscaba un chascarrillo para que aquello no le sentase mal a nadie. Y entonces se me ocurrió decir, a modo de cuarteta: Señores y señoreados/ la visita ha terminado!/. Y tú, el del pijama/ ¡sal de debajo de la cama! Y me tiré al suelo, levanté la colcha y allí había un tío escondido... Te juro que no sabía nada... Él me miró, yo lo miré... nos quedamos en silencio... hasta que no pudimos aguantar más la risa...”. Hay anécdotas mucho más jugosas y para todos los gustos... o sólo para algunos... pero no vamos a destripar ni la presentación ni el libro... Porque a Paco le gustaría alcanzar el millón de ejemplares vendidos... En la fajilla ya vacila de ir por la 55ª edición...

“Quiero desdramatizar un poco lo que son las vivencias de un hospital: las del paciente, las del familiar que también lo pasa mal... porque si al mal tiempo no le pones buena cara, como seas una persona pesimista, te hundes en la miseria... El humor creo que sirve para quitarle hierro a todo esto”.

"Antes el médico era un dios, te mandaba hasta por tabaco; ahora es solo un semidiós"

Y ¿cómo ves ahora la sanidad pública, Paco? “Eso da para un debate muy, muy largo. Pero en el terreno laboral, antes en la sanidad había una jerarquía muy rígida establecida, que ahora sigue, pero muy atenuada. Antes el médico era un dios y ahora es solo un semidiós. Antes, el médico te mandaba a por tabaco, pero literalmente, o por el periódico. Ahora el trabajo está más profesionalizado y el celador y el auxiliar se dan a valer. Antes era un chipichanga”.

¿Y cuándo se te ocurrió esto? “Yo tenía apuntadas las anécdotas como las abuelas las recetas de cocina y las iba echando en una caja del Cola-Cao de toda la vida. Y cuando ya tenía un puñado, me dije, pues igual algún día... Pero como gran procastrinador que soy, siempre decía: mañana, mañana, mañana... y así durante 40 años. ¡Este es el libro que más se ha tardado en escribir del muuundo! Y ya, cuando me jubilé hace tres años, me dije, pues ahora va ser... Yo soy más antiguo que los balcones de madera... Estoy en una edad muy bonita... de merecer... 69 años”. 

Como viñetista, El Bandu admira por encima de todo “al gran Antonio Fraguas, Forges, el gran monstruo. Yo no he visto una persona que con menos, diga más... A Ibáñez, el ídolo de los chavalillos de mi edad... Y a Gila, por el absurdo de sus contenidos más que por su dibujo... De Cádiz me gustaba mucho Né Peña y me gusta Mel”.

Como romancero, El Bandu acumula “grandes éxitos” como ‘El masoquista’, ‘Goya’, ‘Ya apareció Cervantes’ o ‘El misántropo’. Así que es muy probable que en la presentación del libro se oigan algunas cuartetas. No se preocupen quienes vayan a asistir, “que el cuerpo de celadores está avisado y no tendrán que registrarse en la puerta de acceso al hospital. Además, que sepan que voy a sortear un jamón entre los asistentes”, concluye El Bandu. 

Por cierto, El Bandu hace tiempo que dejó la bandurria. Y por mucho que se empeñe, lo que lleva todos los jueves en el estuche no es una zoleta, sino el laúd con el que toca con los Claustrovadores en la calle Plocia.

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