La iglesia de la Castrense cierra mañana para su rehabilitación
Las obras, que ya ha firmado Defensa, comenzarán el 1 de julio y durarán 18 meses
Llegó la hora de la rehabilitación. Después de un largo proceso de búsqueda de los fondos necesarios y de hacer frente al deterioro progresivo del edificio, la iglesia del Santo Ángel Custodio -primera parroquia castrense de la historia de España- será rehabilitada íntegramente. El proyecto anunciado en su día por el Ministerio de Defensa e incluido en los presupuestos del Estado del presente ejercicio ya está firmado y pendiente únicamente de iniciar las obras. Por eso, el templo cerrará al culto mañana domingo, una vez que se celebre la misa vespertina (a las ocho).
"Tenemos que empezar las labores de embalaje de las piezas y desalojo del templo", explicaba ayer el párroco, César Sarmiento, una vez confirmado todo el proceso que se va a desarrollar a partir de ahora en el edificio religioso de la plaza del Falla.
El Ministerio de Defensa firmó el contrato de la rehabilitación el pasado 17 de mayo. "Pero yo ya avisé que en mayo no podía cerrar, porque es el mes de las comuniones y otros cultos, y que luego necesitaría el mes de junio para preparar y desalojarlo todo. Así que el 30 de junio entrego las llaves y las obras comenzarán el 1 de julio", señala Sarmiento.
A partir del lunes, ya con la iglesia cerrada, comienza un proceso de retirada de todo el mobiliario y de los bienes del templo. Pero todo el desalojo está ahora a la espera de conocer cuál será el futuro de la parroquia. La intención en todo momento de la comunidad ha sido trasladarse a otro templo de la ciudad durante el período de obras -que se calcula que será al menos de dos años hasta que pueda reabrir al culto el edificio del Falla-. De este modo, se permitiría continuar con toda la actividad parroquial (catequesis, Cáritas, las tres hermandades que allí radican y el resto de grupos que forman esta comunidad) pese a no contar con el templo habitual.
Este deseo, no obstante, choca con el problema de que la Castrense es la única feligresía del casco histórico que sólo cuenta con el templo parroquial, no existiendo ninguna otra iglesia en los límites físicos de la parroquia. Por ello, es el Obispado el que tiene que determinar ahora qué va a ocurrir con la Castrense. "No sabemos todavía dónde vamos", aclara César Sarmiento al respecto, indicando que desde Hospital de Mujeres se están barajando todas las opciones posibles "porque todas tienen sus dificultades y tienen que determinar cuál es la mejor".
Entre las opciones posibles se han indicado la iglesia del Carmen (ante la anunciada marcha de los carmelitas el próximo mes de julio), las Reparadoras de la calle Zaragoza, Santa Catalina o incluso la Catedral. Pero lo único cierto es que hasta el momento se desconoce qué paradero tendrá la parroquia, que deberá trasladar al templo que el Obispado le asigne durante los dos próximos años las imágenes titulares de las cofradías que allí radican, entre otros objetos de culto.
En el mejor de los casos, una vez se cierren las puertas mañana la Castrense no volverá a abrir hasta principios de 2018, aunque las obras se podrían retrasar hasta el verano de ese año, siempre y cuando se vayan cumpliendo los plazos inicialmente previstos por el Ministerio de Defensa y por la empresa rehabilitadora.
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