La iglesia de las Esclavas, un proyecto por realizar
Diez días después del derrumbe del techo, las labores se centran aún en la seguridad del colegio y en el desescombro que aún no ha comenzado
Las impactantes, para unos, y dolorosas, para otros, imágenes del techo derruido en la iglesia de las Esclavas y del posterior derribo del muro del templo siguen bastante latentes. Entre otras cuestiones, porque diez días después del suceso los escombros siguen en el ahora solar a la espera de su retirada. Después del shock que supuso la caída del techo en la mañana del 22 de septiembre, la atención en la actualidad se centra en dos frentes principales. De un lado, la seguridad del colegio, de su alumnado, profesorado y trabajadores, junto al regreso a la mayor normalidad posible; y de otro, el desescombro y la fijación que requieran los restos de la iglesia y edificios colindantes para dar por zanjado el derrumbe.
Respecto al centro educativo, en la actualidad hay zonas y dependencias que siguen sin utilizarse a la espera de informes técnicos que garanticen la seguridad de todo el perímetro de la capilla. Así están varias aulas de Primaria y Secundaria, así como el salón de actos y el polideportivo. Estancias a la que se suma la residencia de las propias religiosas del Sagrado Corazón de Jesús, que tampoco han regresado aún a Cádiz. Todo ello ha obligado en los últimos días reordenación de los espacios del colegio y reorganización también de las actividades, especialmente las extraescolares y deportivas.
En paralelo, se siguen gestionando las labores de desescombro, que al parecer no son tan sencillas como puede parecer y que necesitará de acceso para los camiones (lo que posiblemente conlleve el derribo de parte del muro exterior del colegio) y los correspondientes permisos urbanísticos.
No será hasta entonces, como mínimo, cuando en las Esclavas se aborde de manera decidida el proyecto de reconstrucción de la iglesia. Una cuestión que todos en el centro educativo y en la comunidad religiosa dan por seguro, pero de lo que hasta el momento no se ha hablado o confirmado. Entre otras cuestiones, porque será la dirección de la fundación Aci (a la que pertenece el centro) y la propia congregación religiosa los que deban tomar la decisión; algo que previsiblemente ocurrirá en Madrid.
En este sentido, conviene apuntar que cualquier proyecto urbanístico, mucho más en el caso de edificios tan grandes y particulares como las iglesias, requiere una importante financiación que deberán conseguir las Esclavas para este caso de Cádiz capital. Financiación que se suma a lo que ya de por sí supondrá el derrumbe de hace diez días, las labores de desescombro que están por realizarse y las posibles acciones de consolidación de los edificios colindantes a la capilla, así como las medidas de seguridad adoptadas desde el mismo día de la caída del techo (que incluye vigilancia privada para impedir el acceso al interior del colegio en horario nocturno).
Mientras llega el momento de trabajar de manera decidida por la reconstrucción de la iglesia de las Esclavas, en el entorno del colegio y de la comunidad religiosa empiezan a gestarse iniciativas y comisiones que buscan lograr las oportunas vías de financiación y la reconducción de la vida religiosa que deberá regir por ahora, tanto en la misa dominical como en los actos religiosos con los alumnos, o en las comuniones que cada año se celebraban en un templo que hace diez días fue reducido a unos escombros todavía visibles en la Avenida.
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