Una investigación de la UCA reduce costes y tiempos en las plantas fotovoltaicas

El trabajo liderado por David Carrasco simplifica el proceso actual de las placas solares, abarata su funcionamiento y reduce también las pérdidas de potencia

La UCA también participa en una investigación reciente sobre la basura en los fondos marinos

Placas solares.
Placas solares. / M.G.

Sacar el mejor partido posible a las plantas fotovoltaicas; lograr de ellas el mejor rendimiento. Este el objetivo que ha conseguido una investigación llevada a cabo por la Universidad de Cádiz, que efectivamente ha logrado reducir costes, resumir el proceso de obtención de energía y también disminuir las pérdidas de producción. Y todo ello rediseñando la estructura de control de las plantas fotovoltaicas.

Según explican fuentes de la Consejería de Universidad, que ha financiado parte de esta investigación, para transformar la energía del sol en electricidad se necesitan dos tipos de convertidores, que modifican la corriente para que sea compatible con el uso doméstico e industrial. "Estos aparatos son los responsables de que la energía fotovoltaica captada quede disponible para su utilización en la red pública", precisan.

Es decir, que la electricidad que se obtiene de los paneles no es la misma que llega a los ciudadanos, y que para que sea apta para su consumo deben realizarse una serie de transformaciones que se logran con dos convertidores distintos. Uno que eleva la potencia de la energía recibida para poder transportarse por la red, y otro que convierte la corriente continua en alterna para que pueda ser consumida.

La propuesta que ha lanzado el equipo investigador de la UCA consiste, básicamente, en reducir de dos a uno los convertidores, de maner que "se reducen las pérdidas, los costos, la complejidad en el control y permite un aumento mayor de tensión con respecto al convertidor elevador", según declaraciones del investigador David Carrasco.

Además de reducir los dos convertidores a uno, los investigadores han propuesto la conexión de varios de estos nuevos convertidores en cascada, lo que hace mejorar la fiabilidad de los sistemas y aumenta su capacidad. "Anteriormente, no se tenía en cuenta el número de inversores conectados en el diseño del sistema y el voltaje no se reajustaba si había algún error, lo que podía provocar una reducción de potencia y riesgos para la seguridad. Con la nueva estructura, la referencia de la tensión se calcula en tiempo real en función del número de inversores que funcionan. Así, cuando alguno de ellos falla, la potencia aumenta, asegurando el buen control del sistema", explican desde la Junta de Andalucía.

Según afirman desde la Consejería de Universidad,  esta propuesta de los investigadores de la UCA "ya se ha validado para ponerla en marcha en plantas fotovoltaicas, aunque los expertos continúan sus estudios para seguir mejorando el método" y, con ello, el uso más óptimo posible de estas fuentes de energía alternativas.

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