Para no olvidar a Javi Brenes, el querido primer paseador de perros de Cádiz
El gaditano, que murió hace unos días de manera repentina a los 43 años, es el protagonista de una campaña de change. org que busca rebautizar con su nombre el Centro Zoosanitario de la Mancomunidad de la Bahía de Cádiz
"Yo no he encontrado un trabajo, me lo he inventado"

Cádiz/La figura con andar tranquilo y sin pausa de Javi Brenes -Javier Brenes Martín- liderando su manada ha sido durante una década una de las más reconocidas para vecinos y transeúntes de la avenida y el paseo marítimo de Cádiz. La figura de Javi Brenes recortada en las calles de la ciudad que lo vio nacer hace 43 años se echa de menos desde hace unos pocos días cuando, de forma repentina, el queridísimo primer paseador de perros de Cádiz se despidió de este mundo. Una ausencia que no ha pasado desapercibida para las muchas personas que lo amaron y que ahora le dedican un homenaje póstumo.
Un tributo permanente. Y es que en la plataforma change.org son más de 1.100 las firmas que apoyan la petición de que el Centro Zoosanitario de la Mancomunidad de Municipios de la Bahía de Cádiz, un centro con el que el gaditano recientemente fallecido colaboró tantas veces como voluntario, lleve el nombre de Javier Brenes Martín.
"Javier Brenes Martín fue una persona muy querida en Cádiz, conocido por su dedicación y amor por los animales. Durante casi diez años, se entregó al cuidado y paseo de perros, convirtiéndose en una figura reconocida en la ciudad. Su reciente fallecimiento ha dejado un gran vacío, especialmente entre quienes lo conocíamos y valorábamos su labor", reza la solicitud en la plataforma dirigida a "honrar su memoria y su compromiso con el bienestar animal y para que su recuerdo permanezca".
Pero, ¿quién era Javier Brenes? Pues en 2016, apenas un año después de poner en pie su, para Cádiz, pionero negocio, Javi Brenes contaba a este periódico cómo se había inventado un trabajo. Y es que el entonces licenciado en Administración y Dirección de Empresas de 34 años había logrado aunar su amor y devoción por los animales con sus ganas de emprender su propia manera de ganarse la vida. Así, explicaba, cómo en septiembre de 2015, y después de terminar la carrera, hacer diferentes cursos de formación de la Junta de Andalucía, de hacer unas prácticas en la administración del Hotel Playa Victoria, donde un tiempo después lo llamaron para trabajar de botones para cubrir vacaciones, y de ponerse a estudiar de nuevo para opositar por un puesto en la Hacienda Pública, Brenes decidió darse de alta de autónomo y empezar su propia aventura empresarial, el paseo y cuidado de perros.
Fue, de hecho, en esa última etapa cuando, "para hacer algo de ejercicio mientras estudiaba las oposiciones", en vez de ir al gimnasio, le pedía a un buen amigo sacar a su perro y se iba por las noches con él a correr o a montar en bicicleta. "Mi amigo me decía que desde que salía conmigo, el perro estaba mejor. Así que cuando terminé las oposiciones, viendo que me gustaban los animales y se me daban bien, pensé en buscarme la vida con algo relacionado con los animales", contaba entonces el gaditano.
Así que se hizo autónomo, se hizo un seguro, comenzó a ofrecer un servicio de paseo, cuidado y educación básica de animales y anunció estos servicios con carteles en distintos puntos de la ciudad. Poco a poco comenzó a ser requerido por sus vecinos y si en aquel primer año tenía unos 19 clientes, casi una década después ya reunía a medio centenar e incluso realizaba servicios de cuidados a domicilio, tal era la confianza de los usuarios en la profesionalidad y honestidad de Brenes.
"Esto comenzó como un hobby y ahora se ha convertido en una profesión y una manera de vida. Yo estudié la carrera de Administración y Dirección de Empresas y mi intención es montar una empresa, así que al final trabajaré de lo que estudié. Hay que abrir la mente, es la manera de poder acceder a un trabajo porque yo no lo he encontrado, me lo he inventado", reflexionaba en aquel encuentro con Diario de Cádiz Javi Brenes donde también confesaba que su sueño, lo que le "encantaría" en un futuro sería montar "un centro recreativo o guardería para animales".
Lamentablemente, la vida no le ha alcanzado para cumplirlo, pero su nombre inmortalizado en el Centro Zoosanitario de la Mancomunidad con el que colaboró en múltiples ocasiones, quizás, sólo quizás, se pueda acercar de alguna manera al espíritu con el que conjuró su anhelo: su amor por los animales.
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